Desde este año, las ciudades grandes (aquellas con más de 50.000 habitantes) tienen que tener una Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Esto implica que en estos espacios restringidos la gran mayoría de los coches viejos tienen limitada o incluso prohibida la circulación.

Para evitar estas restricciones la solución principal es optar por un coche híbrido o incluso por un coche eléctrico, ya que estos vehículos tienen la etiqueta eco o la etiqueta cero y no cuentan con limitaciones. Sin embargo, comprar un vehículo de estas características (ya sea nuevo o de segunda mano) supone un desembolso importante.

Por ello, también hay otra opción interesante. Se trata de adquirir un coche de GLP (Gas Licuado del Petróleo). Estos vehículos (principalmente son de las marcas Renault y Dacia) circulan con este tipo de gas y también logran la etiqueta eco y, por tanto, pueden entrar en el centro de las ciudades.

Sin embargo, hoy vamos a hablar de otra solución todavía más accesible. Nos referimos al hecho de transformar nuestro propio coche de gasolina (o incluso diésel) a GLP. Una opción a tener en cuenta porque es más económica (luego lo veremos) y permite convertir un coche viejo en otro que expulsa menos emisiones y consigue la etiqueta eco de la DGT.

Para comprender cómo se realiza este proceso, qué dinero cuesta y cómo son los trámites para lograr la nueva pegatina hemos hablado con Javier Navarro, CEO Gasmoción, empresa de transformación de vehículos a GLP, y presidente de Astrave, la Asociación de Transformadores de Vehículos.

¿Qué coches se pueden transformar a GLP?

Una vez que iniciamos la conversación lo primero que le preguntamos es: ¿Qué vehículos se pueden transformar a GLP? ¿Dónde está el límite de antigüedad? Pues bien, según nos recuerda este experto, se puede transformar "todo vehículo de gasolina a partir de la normativa Euro 3, es decir, aquel que se haya matriculado a partir de los años 2000 o 2001".

Estos vehículos más viejos, por tanto, se convierten a GLP, pero -como nos recuerda Javier- no consiguen la etiqueta ECO, debido a su antigüedad. "Por ello, si lo que se busca es conseguir la etiqueta eco de la DGT hay que transformar un vehículo a partir de la Euro 4, es decir, que esté matriculado desde 2006", continúa.

Por tanto, ya tenemos una primera idea clara. Todos aquellos coches de gasolina con 15 o 16 años o incluso menos, pueden ser transformados a GLP y conseguir así la etiqueta eco. Esto puede ser muy interesante ya que ahora mismo se estima que podría haber hasta siete millones de vehículos que podrían transformarse a GLP.

Transformar a GLP un coche diésel

"Además -continúa Javier- también se pueden transformar a GLP los vehículos diésel", señala. "Para ello tienen que cumplir con la normativa Euro 6, es decir, un coches de gasóleo a partir de 2015", afirma. "Estos coches diésel transformados a GLP también tendrían la etiqueta eco", afirma. "Y no solo se pueden transformar coches de gasolina o diésel, sino que también se podrían transformar coches híbridos", afirma este experto. "De hecho, son los que más estamos transformando", señala.

Qué precio tiene la transformación a GLP

Esta es una de las claves para saber si me interesa o no hacer una transformación: conocer el precio que tiene la conversión a GLP. Según afirma Javier Navarro de Gasmoción, el precio que tiene una transformación es "de entre 1.500 y 2.500 € dependiendo del motor".

¿Y cuándo se amortiza?, preguntamos a este experto. "Pues si se ha transformado un motor de cuatro cilindros, los más comunes, son 1.500 euros… y podemos decir que, más o menos, a los 20.000 o 25.000 kilómetros se tendría amortizada la inversión. Por ello son muchos los taxistas que al hacer 60.000 o 70.000 kilómetros al año realizan las transformaciones a GLP", afirma.

Preguntado también sobre el ahorro que se puede conseguir, este especialista afirma que puede rondar el 40% si bien "depende mucho de la diferencia de precio en el mercado entre la gasolina y el GLP".

En cuanto al consumo, según este experto de Gasmoción, el consumo con GLP es de entre un 8% y un 10% mayor que el motor de gasolina convencional. Por tanto, "si un motor de combustión consume 10 litros por cada 100 kilómetros, con una transformación a GLP el consumo es de casi 11 litros", señala.

Junto a la disminución del coste económico, también está la reducción de emisiones. Según este experto, con la transformación a GLP "la reducción de emisiones es de entre 10% y un 15% de CO2, de entre un 65% de NOx y de un 90% de partículas".

Lo comprobamos con el Dacia Sandero

Este experto nos habla de transformaciones. Y aunque no podemos confirmarlo con un vehículo transformado, sí podemos ver las diferencias que hay con un mismo coche con gasolina y GLP.

Y en este sentido, tomaremos como referencia un Dacia Sandero de Gasolina con motor de 90 CV tiene un consumo de 5,5 litros cada 100 kilómetros según la normativa WLTP. Y el mismo coche con GLP presenta un consumo de 7,4 litros, lo que supone un 37% más.

Continuando con los precios, en esta última semana, por ejemplo, el precio del GLP de media en España ha sido de 1 euro cada litro. En cuanto a la gasolina, ha rondado los 1,64 euros cada litro. Esto significa que con el GLP el consumo será de aproximadamente 7,4 euros cada 100 kilómetros, si bien con el gasolina son 9,02 euros cada 100 kilómetros, lo que supone un 18% menos.

Si lo que hacemos ahora es extrapolar el coste de gasolina y el del GLP al cabo de decenas de miles de kilómetros, podemos ver que aproximadamente se amortizaría (suponiendo que la inversión es de unos 1.500 euros) al cabo de 100.000 kilómetros, aproximadamente.

Cómo se realiza la transformación

En relación con cómo se realiza la transformación, basta con el que el usuario se ponga en contacto con Gasmoción o con cualquiera de los 220 talleres asociados e indique qué coche tiene y entregue la ficha técnica del vehículo. A partir de ahí, los técnicos comprobarán que el coche se puede transformar.

"En el caso de que se pueda transformar, lo que hacemos es poner una centralita conectando unos pin para comunicarnos con la centralita del motor", afirma este experto. "Después, cogemos unos inyectores para inyectar el gas por el colector de admisión. Es necesario para ello incorporar un reductor gasificador que lo que hace es pasar a gas el GLP en estado líquido que está en el depósito a una presión de entre 6 y 8 bares. De esta manera, se inyecta el gas en el colector, a través de los inyectores", afirma.

"También ponemos un conmutador para ver el nivel del gas que va quedando", señala. "Y todo ello sin que el usuario no tenga que hacer nada, porque el vehículo siempre arranca al principio en gasolina y cuando coge temperatura de entre 30 y 40 grados da la orden de funcionar en GLP. Y todo ello de forma automática", añade.

"Así, con este proceso, lo que se hace que se sustituye el elemento que produce la combustión del motor. Y en lugar de la gasolina se puede sustituir hasta el 100% por el GLP realizando así la combustión con el gas y la chispa de las bujías", continúa. "En cuanto a los diésel el porcentaje de sustitución es más bajo, si bien puede llegar hasta el 50%", dice.

Otro elemento que hay que tener en cuenta es la reducción de espacio en el maletero, ya que hay que instalar un depósito que suele rondar entre los 50 y los 60 litros de GLP. "Aquí lo que hacemos es introducir el depósito en el hueco que hay para la rueda de repuesto para así no perder capacidad del maletero", afirma. "Sí pierde la rueda de repuesto, pero se sustituye por un kit antipinchazos", afirma.

Qué fiabilidad tiene

¿Y Qué ocurre con la fiabilidad? Preguntamos a este experto. ¿Es fiable una transformación a GLP? ¿qué garantía tiene? Ante esta pregunta responde: "La mejor prueba de que la transformación es fiable es que solemos hacerlo sobre todo al sector del taxi, que es muy exigente. Y es fácil encontrarse con vehículos con varios años y 500.000 o 600.000 kilómetros y sin problema alguno. Adamas, se ofrecen tres años de garantía o 100.000 kilómetros", añade.

¿Y dónde se puede repostar?, volvemos a preguntarle.  A lo que nos responde que actualmente es fácil repostar con este tipo de vehículos. De las 11.000 estaciones de servicio que hay en España aproximadamente 750 cuentan con surtidores GLP y de ellas entre 400 y 450 son de Repsol así que la cobertura está garantizada, concluye este especialista.

Lo cierto es que tras la conversación nos ha convencido. Un coche de gasolina desde 2006 o un diésel desde 2015 se puede convertir a GLP, consiguiendo un ahorro de combustible y la tan ansiada etiqueta eco en las grandes ciudades.

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