Hace solo unos días se ha estrenado en la gran pantalla la última película de Tom Cruise, Misión: Imposible - Sentencia Mortal Parte I. Un filme de acción en el que, una vez más, las persecuciones con coches por las grandes ciudades son uno de sus principales reclamos.

En esta ocasión Ethan Hunt (Tom Cruise) se pone al volante de un coche curioso. Se trata de un Fiat 500 Abarth pero de los años 60. Un coche en el que los principales protagonistas se ven envueltos en una persecución por las calles de Roma. Por ello, desde la marca han aprovechado estas escenas para lanzar un guiño al nuevo Abarth 500, en esta ocasión en la nueva generación del eléctrico.

Por este motivo, desde EL ESPAÑOL hemos querido realizar una primera toma de contacto con este modelo, para conocer en primera persona cómo ha evolucionado la tecnología del Abarth clásico que conducía Cruise a este nuevo coche de cero emisiones.

Además, también teníamos cierta intriga por saber si realmente este coche eléctrico también se caracteriza por ser deportivo y ecológico al mismo tiempo. Recordamos en este sentido que Abarth es la marca del Grupo Stellantis que deriva de Fiat y se caracteriza por su mayor deportividad y dosis de emoción.

De ahí que ahora con la nueva tendencia hacia el coche eléctrico, Abarth tiene como reto mantener esta misma pasión, pero con cero emisiones. Así que una vez que ya conocemos los orígenes de Abarth, nos ponemos en disposición de conducir este nuevo coche con el que la marca protagoniza la película de Tom Cruise.

Abarth 500 e, un coche que llama la atención

Y lo cierto es que nos ha llamado mucho la atención por algunos de los detalles. En primer lugar y quizás el más aparente es por el color. En concreto, de la gama que oferta Abarth hay dos colores que son especialmente llamativos. El primero de ellos es el verde ácido que es con el que Abarth buscan las sinergias con la película de Tom Cruise. Pero también está un azul claro que es igualmente llamativo. Y cierra la lista de colores un blanco, un negro y un rojo muy atractivos.

Siguiendo con los detalles estéticos, una vez junto a él reconocemos que en gran medida nos recuerda al Fiat 500 eléctrico. Entre otras razones porque como decíamos deriva de él. Pero también hay que reconocerle que tiene rasgos distintivos. Como por ejemplo, el emblema de Abarth en el frontal, los faros de led, un paragolpes exclusivo, un faldón también llamativo, las llantas de 18 pulgadas y un difusor trasero. Todos estos elementos le convierten en un coche especial y un tanto único.

Una vez dentro comprobamos que la pantalla del cuadro de instrumentos tiene 7 pulgadas de diámetro si bien el cuadro de la consola central cuenta con 10,2 pulgadas. Otros detalles del interior son los pedales de aluminio, los paneles de las puertas específicos, el volante de Alcantara o los asientos deportivos con los reposacabezas integrados.

Llega el momento de iniciar la marcha y lo primero que apreciamos es un sonido brutal nada más apretar el botón de arranque. ¿Y esto? ¿Cómo es posible? Pues bien, desde Abarth como quieren que el salto al eléctrico no suponga una pérdida de emociones, las versiones más deportivas del Abarth 500e tienen emiten un sonido similar al de un gran y poderoso motor de combustión. Es un sonido que procede de unos potentes altavoces y que te da la sensación de tener un gran motor a nuestras espaldas. Este sonido llamativo desde el primer momento se incorpora en las versiones más potentes. En cambio, en otras versiones más accesibles el sonido del motor es el de una guitarra. Además, Abarth también comercializará una variante sin este sonido característico y más accesible. Asimismo, todos estos sonidos envolventes además son desconectables.

Abarth 500 e: Deportivo y divertido

Comenzamos a rodar con este coche y enseguida notamos que estamos ante un coche muy ágil. Lo primero por tener una buena aceleración. Como todo eléctrico la potencia es instantánea, pero, además, se suma que al ser un coche pequeño es rápido. Asimismo, es un coche muy dinámico, responde bien al volante y es un auténtico juguete entre las curvas. Y todo ello con una gran facilidad de conducción.

Este buen comportamiento, además de tener una batalla corta, también se debe al buen reparto de pesos, con un 57% en el eje delantero y un 43% en el eje trasero. También la anchura de vías (la distancia que hay entre las ruedas) es algo mayor para precisamente ofrecer más estabilidad. Y lo mismo ocurre con la batalla que también es ligeramente más alargada.

Un momento del rodaje de la película con el Abarth original.

En este sentido conviene recordar que este coche todavía es un modelo desarrollado de la época de FCA, es decir de cuando Fiat todavía no pertenecía al Grupo Stellantis. De ahí que la plataforma, motores y baterías no sean iguales que los otros coches eléctricos del grupo.

En este sentido, este Abarth 500 eléctrico cuenta con un motor de 155 CV de potencia y una batería de 42 kWh de capacidad bruta. Con un consumo oficial de alrededor de 17 kWh cada 100 kilómetros, este Abarth 500e ofrece una autonomía de unos 260 Kilómetros, dependiendo del uso y del tipo de conducción. En el caso de que se conduzca principalmente por ciudad, que es el uso más indicado de este vehículo estaríamos hablando de unos 345 kilómetros aproximadamente.

Tom Cruise al volante del Abarth original durante la película.

En cuanto a la carga, en corriente alterna puede cargar hasta un máximo de 11 kW lo que supone alrededor de 4 horas y 15 minutos. En el caso de optar por una recarga rápida, con corriente continua estaríamos hablando de 85 kW y un tiempo de carga aproximado de unos 25 minutos.

Pasan los kilómetros y continuamos nuestro recorrido por carreteras de los alrededores de Vigo y lo cierto es que cada vez que vamos conduciendo más con este coche nos vamos encontrando más a gusto. Con él puedes entrar rápido en las curvas, apoyar y acelerar y ver como el coche tracciona a la perfección. De esta manera, Abarth demuestra que mantiene parte de esa esencia deportiva, pero siendo respetuosos con el medio ambiente.

Aprovechamos, además, la toma de contacto para probar los diferentes modos de conducción como el Turismo, que permite acelerar más suave y entregar menos potencia; el Scorpion Street, con un mayor rendimiento y el Scorpion Track, para los que buscan más rendimiento. Y también nos sirve para apreciar el buen equipamiento que incorpora.

Llega el momento de devolver el coche y solo nos falta conocer el precio, que parte de los 30.500 euros, con ayudas incluidas del Plan Moves y con los descuentos por financiación. Dejamos el coche con un buen sabor de boca. Abarth ha sabido mantener la tradición y dar el salto al coche eléctrico.

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