El presidente chino, Xi Jinping, en el encuentro con Pedro Sanchez, en Pekín.

El presidente chino, Xi Jinping, en el encuentro con Pedro Sanchez, en Pekín. Europa Press

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Bruselas acusa a Sánchez de "debilitar" a la UE con su viraje sobre los aranceles a los coches eléctricos chinos

El Ejecutivo comunitario rechaza por insuficiente la oferta de los fabricantes chinos de subir los precios para compensar las subvenciones.

12 septiembre, 2024 19:03
Bruselas

En un discurso capital para fijar doctrina sobre China, Ursula von der Leyen pidió a los líderes de la UE que resistan los intentos de Pekín de dividirles. "Una política sólida europea hacia China depende de una fuerte coordinación entre los Estados miembros y las instituciones de la UE y de la voluntad de evitar la táctica del 'divide y vencerás' que sabemos que nos vamos a encontrar", defendía la presidenta de la Comisión.

El Ejecutivo comunitario considera ahora que, con su cambio radical de posición sobre los aranceles de la UE a los coches eléctricos chinos, Pedro Sánchez ha desoído a la presidenta y ha sucumbido al juego del presidente Xi Jinping. Durante su visita a Pekín de esta semana, el presidente del Gobierno ha instado a Bruselas a "reconsiderar" estos recargos de hasta el 36,3%, cuyo objetivo es contrarrestar el perjuicio causado a la industria europea por las enormes ayudas de Estado "ilegales" que recibe el sector en el gigante asiático.

El viraje de Sánchez, que inicialmente apoyaba esta medida, "debilita" la posición europea, según explican fuera de micro fuentes comunitarias. El Ejecutivo comunitario atribuye su cambio a una posible oferta de inversiones en España por parte de China. "Hay que seguir el rastro del dinero", señalan las fuentes consultadas.

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En público, la reacción oficial de Bruselas es mucho más diplomática, aunque deja entrever su malestar. "No vamos a comentar las declaraciones realizadas por el primer ministro Sánchez. El foco de la Comisión Europea ahora es seguir dando los pasos procedimentales correspondientes en nuestra investigación y a la vez continuar abiertos a una solución negociada con las autoridades chinas", ha dicho el portavoz de Comercio, Olof Gill.

"El Gobierno teme medidas comerciales de China en contra de los productos españoles o una potencial amenaza por parte de China de abandonar la inversión en plantas de coches eléctricos en España. Lo malo es que cambiando, Sánchez se pondrá en contra a la Comisión, que es mucho más importante para España. Creo que es una muy mala decisión", explica a este periódico Alicia García-Herrero, economista jefe de Natixis para Asia Pacífico.

"La Comisión es la responsable de la política comercial de la UE. Lanzamos esta investigación sobre la base de pruebas claras, hemos proseguido la investigación con una recogida cuidadosa y meticulosa de pruebas y siguiendo todas las reglas de la OMC y de la UE", subraya el portavoz de Comercio. "No nos corresponde a nosotros describir en detalle una solución posible en esta investigación. Son las autoridades chinas las que nos deben proponer una solución negociada que resuelva el problema que hemos identificado en nuestra investigación, ha agregado.

En este sentido, el Ejecutivo comunitario ha anunciado este jueves que ha rechazado por insuficientes todas las ofertas presentadas por los fabricantes chinos para subir sus precios mínimos, con el fin de compensar el efecto de las subvenciones y esquivar así los recargos arancelarios de la UE. 

"La Comisión ha revisado en profundidad estas ofertas, concentrándose en determinar si eliminarían los efectos perjudiciales de los subsidios identificados en la investigación y si podrían ponerse en práctica y controlarse de forma eficaz. Hemos concluido que ninguna de estas ofertas cumple los requisitos", ha explicado el portavoz.

El siguiente paso en la disputa será una reunión entre el vicepresidente económico de la Comisión, Valdis Dombrovskis, y el ministro de Comercio de China, Wang Wentao. El encuentro está programado para el próximo 19 de septiembre en Bruselas.

Si al final no hay una solución negociada, los Estados miembros tendrán que votar sobre la imposición de recargos arancelarios definitivos, con una duración de 5 años, antes del 30 de octubre. Para tumbar esta medida se necesita una mayoría cualificada de Estados miembros en contra, que ahora mismo no existe.

De momento, el único gran Estado miembro que se ha sumado a la posición española es Alemania. La diferencia es que Berlín fue escéptico con los recargos arancelarios al coche eléctrico chino desde el principio. "Compartimos esta dirección de viaje", ha dicho a Bloomberg el portavoz del canciller alemán, Olaf Scholz, al ser preguntado por las declaraciones de Sánchez.