En 2035 no se podrán vender coches diésel, de gasolina, ni híbridos en la UE

En 2035 no se podrán vender coches diésel, de gasolina, ni híbridos en la UE

Motor

Italia, Polonia y ahora el PPE: Crece la presión en la UE para tumbar la prohibición en 2035 de los coches de combustión

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El Partido Popular Europeo (PPE) ha reclamado oficialmente este miércoles revertir la prohibición a partir de 2035 de los coches con motor de combustión. Una posición que tiene mucho peso ya que se trata del principal grupo político de la Eurocámara, del que procede la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen y por él pasa cualquier acuerdo en esta legislatura. Los democristianos se suman así a un creciente coro de voces (en el que destacan países como Italia, Polonia o República Checa) que cuestionan el veto a los vehículos de combustión en la UE, que se aprobó en 2023

La norma en cuestión incluye ya una cláusula de revisión para el año 2026, pero el grupo liderado por el alemán Manfred Weber exige adelantar la decisión al año que viene. Los populares europeos piden además suprimir las multas previstas en la legislación de la UE para los fabricantes que no hayan cumplido los objetivos de reducción de emisiones de CO2, y que empiezan a aplicarse en 2025. Unas sanciones que según el sector superararán los 15.000 millones de euros.

La industria automovilística europea "se enfrenta a una presión sin precedentes debido a desafíos internos y externos", alega el PPE para justificar la reforma legislativa. Los fabricantes comunitarios sufren la competencia desleal de empresas chinas altamente subvencionadas, así como un precio elevado de la energía y muchos requisitos reglamentarios. La demanda de coches -y en particular de vehículos eléctricos- ha caído rápidamente, justo cuando el sector se está ajustando a las exigencias climáticas de la UE (las mayores del mundo) y a la transición digital, destacan los populares.

"La próxima prohibición en 2035 de los motores de combustión interna debería revertirse para reflejar la neutralidad tecnológica, es decir, para permitir una mezcla de tecnologías. Aunque los vehículos eléctricos desempeñarán un papel importante en la transición hacia un futuro climáticamente neutro, otras tecnologías también pueden ayudar a alcanzar nuestros objetivos", sostiene el documento de posición del PPE. Los democristianos defienden que los motores de combustión sigan estando permitidos de forma indefinida en la UE si funcionan con carburantes sintéticos, biocarburantes y otras alternativas bajas en emisiones.

En cuanto a las multas, el PPE reclama dar un respiro a los fabricantes, cuyo incumplimiento considera justificado porque la venta de coches eléctricos no está despegando como se esperaba y las cifras de ventas están muy por debajo de las expectativas. "En la actual crisis, los fabricantes necesitan sus ingresos para controlar la transición", sostiene el grupo de Weber.

Los ministros de Industria de siete Estados miembros -Italia, Polonia, República Checa, Austria, Bulgaria, Rumanía y Eslovaquia- ya presentaron a finales de noviembre un documento conjunto que recoge muchas de las reivindicaciones del PPE. "Pedimos la adopción del principio de neutralidad tecnológica, que reconocería una gama más amplia de soluciones de vehículos limpios aparte de los coches eléctricos de batería y el hidrógeno, incluidos motores de combustión interna de propulsión sostenible".

En cuanto a las multas, estos países alertan que "limitarán gravemente la capacidad de la industria para reinvertir en innovación y desarrollo, perjudicando así la competitividad de Europa en la escena mundial" y reclaman soluciones. 

También el canciller alemán, Olaf Scholz, ha defendido que no debe haber multas en la UE para los fabricantes de coches que no cumplan los límites de CO2. "EI dinero debe quedarse en las empresas para la modernización de su propia industria y su propia compañía", sostiene Scholz.

"Debemos trabajar para que la movilidad sea más asequible porque los europeos no pueden permitirse comprar coches nuevos: el mercado está un 25% por debajo de la media histórica", avisó este martes el CEO de Renault, Luca de Meo, en su último día como presidente de la patronal europea del sector (ACEA). La industria reclama a Bruselas una simplificación legislativa con el fin de reducir la carga regulatoria: el sector tendrá que cumplir más de 100 leyes para 2030 en materia de seguridad, emisiones, energía, materiales, datos y seguridad.

Von der Leyen, que fue la que propuso la prohibición en 2035 de los coches de combustión durante su primer mandato, no se plantea de momento revertirla en el segundo mandato que acaba de empezar. Sin embargo, la alemana anunció a finales de noviembre en la Eurocámara un "Diálogo Estratégico sobre el futuro de la industria automovilística en Europa" que dirigirá ella personalmente.

"Reuniremos a todas las partes interesadas alrededor de la mesa. Para escucharnos unos a otros. Y diseñar juntos soluciones para una industria que atraviesa una transición profunda y disruptiva. La industria automovilística europea es un orgullo europeo. Millones de empleos dependen de ello", explicó la presidenta de la Comisión. El Ejecutivo comunitario se ha comprometido a presentar un Plan de Acción para el sector automovilístico durante sus primeros 100 días de mandato.