Sólo han necesitado un fichaje, el de los tetracampeones del Mundial de Rallies, para llenar la factoría británica de M-Sport de ilusiones renovadas. Malcolm Wilson aprovechaba el adiós de Volkswagen a finales de 2016 para intentar por tercera vez la contratación de Sébastien Ogier. Lo conseguía y todo el esfuerzo empezaba a dar sus frutos en la primera carrera de la temporada, cuando el francés aprovechaba el abandono de Thierry Neuville para darle, 55 rallies después, un nuevo triunfo a la formación con sede en Cumbria.
La victoria llegaba en Monte-Carlo, una de las catedrales del WRC y lo hacía más de cuatro años después de que Jari-Matti Latvala consiguiera vencer precisamente en la despedida de Ford del Mundial de Rallies, en Gales. El fabricante norteamericano cerraba una etapa en la disciplina tras una presencia ininterrumpida de más de dos décadas. La crisis económica recorría el planeta de este a oeste y hacía especial mella en los fabricantes de automóviles, especialmente en el caso de los asiáticos, con Honda, Suzuki o Subaru también obligadas a abandonar sus programas en la Fórmula 1 y WRC.
Precisamente ese triunfo de Sébastien Ogier en el Monte-Carlo de 2017 llegaba en el mejor momento. Dave Periack se desplazaba desde la sede de Ford en Detroit hasta el escenario de la primera prueba de la temporada. Allí no sólo descubría un mundo nuevo, los rallies, sino que también era testigo del exitoso estreno del nuevo Ford Fiesta RS WRC, el cual porta la reformada silueta que también llevará el modelo de producción.
El responsable global de Ford regresaba a Estados Unidos dispuesto a estudiar el regreso oficial de la firma del ovalo al Mundial de Rallies y citándose ya para mantener una nueva reunión con el responsable de M-Sport en próximas fechas para valorar cómo puede apoyar el fabricante al equipo privado en el futuro. No es una relación nueva. Malcolm Wilson y los suyos llevan trabajando con ellos desde que en 1997 fueran los encargados de hacer la transición del Ford Escort del reglamento Grupo A, a la por aquel entonces, novedosa normativa técnica para los World Rally Cars 2.0 Turbo.
Esa confianza mutua ha dado durante casi dos décadas numerosos proyectos conjuntos, e incluso M-Sport ha realizado ediciones especiales de algunos de los vehículos de calle de Ford en los últimos años. Todo ello dio lugar a que Ford Performance decidiera contar con los británicos para un nuevo proyecto en el Mundial de RallyCross, así como el Ford Fiesta ST RX Supercar que ha utilizado durante años Ken Block en el Global RallyCross Championship, la versión más artificial y estadounidense del campeonato creado por la FIA. Todo ello dio lugar al Focus RS RX que competirá este año en su segunda temporada consecutiva del World RX tras una primera en la que consiguió dos victorias.
La noticia de un posible regreso de Ford sería una gran noticia también para el Mundial de Rallies después de la salida de Volkswagen y la llegada de Toyota y Citroën, esta última después del año sabático que se tomaron en 2016. También significaría el regreso de M-Sport a la lucha por los títulos con un presupuesto de fábrica. Durante los últimos cuatro años, Wilson ha tenido que mantener el equipo a flote invirtiendo sus propios beneficios conseguidos a través de las ventas de los coches carreras-cliente. Una buena recompensa al trabajo y sacrificios realizados por Malcolm.