Con un WTCC en horas bajas tras confirmarse que este año tan sólo dispondrá de 16 coches de la categoría TC1 en su parrilla y después de que la FIA descartara la introducción de vehículos TCR como soporte, el DTM parte esta temporada como un gran atractivo dentro de las carreras de turismos. Los organizadores han buscado una forma de mantener a los aficionados a pesar de la reducción a la que han sometido todos los fabricantes sus programas.
De 24 coches con los que contaba el Campeonato Alemán de Turismos en 2016, Mercedes AMG, Audi Sport y BMW Motorsport decidieron pasar únicamente a 18, seis por marca, algo que hizo mella en las aspiraciones de los pilotos españoles a mantener su asiento. Miguel Molina y Dani Juncadella tuvieron que buscar nuevos destinos, mientras el resto de equipos se reestructuraba para dar cabida a las llegadas de Maro Engel a la firma de la estrella y Loïc Duval a la marca de los cuatro aros. Edoardo Mortara por su parte fichaba por Mercedes, con los que tratará de conseguir el título.
No era el único cambio traumático dentro de las distintas alineaciones. Dos de los pilotos históricos del certamen, Martin Tomczyk y Timo Scheider decían adiós al campeonato tras 16 años perteneciendo a su parrilla. Mientras uno seguirá enrolado dentro de los GT’s, Scheider se centrará especialmente en la disputa del Mundial de RallyCross con el Team Austria de Max Pucher, una disciplina que ya probó en el pasado y en el que dejó buenas sensaciones. Antonio Félix da Costa por su parte, se centrará en sus puestos tanto en la Fórmula E como en el Mundial de Resistencia. Adrian Tambay, Christian Vietoris y Götz han sido los otros grandes damnificados por la decisión tomada por los fabricantes.
Sin embargo, los cambios en los organigramas de los equipos no son las únicas novedades que estrenará el DTM para esta temporada. Si bien el calendario se mantiene estable, comenzando en Hockenheim el primer fin de semana de mayor y terminando en el mismo escenario a mediados de octubre.
Los responsables del ITR han confirmado recientemente cambios en la reglamentación técnica a la que han sido sometidos los coches. El Audi RS5, Mercedes-AMG C63 y BMW M4 han pasado por el proceso de homologación a principios de marzo, justo tras los primeros test celebrados en Portimão, Portugal, a finales de febrero. No se trataba de las versiones finales que utilizarán en competición, pero sí unas versiones muy cercanas ya que a partir del 1 de marzo no se permitirán realizar grandes modificaciones en los coches para así evitar que se disparen los costes.
En esta ocasión los fabricantes no han elegido variar los modelos que ya utilizaron la pasada temporada, sin embargo, sí los han tenido que adaptar a la nueva normativa técnica que regirá el campeonato este año. Los motores V8 turbo de cuatro litros se mantienen, en este caso con la brida de admisión un milímetro más grande para permitir que los tres propulsores superen los 500 CV de potencia, aprovechando que durante los últimos años el campeonato ha hecho gala de una fiabilidad prácticamente impoluta en cuestión de mecánicas.
Serán los neumáticos y la aerodinámica las áreas en las que habrá más cambios. Hankook seguirá siendo suministrador único hasta 2019 -ATS proveerá las llantas a todos los equipos-, sin embargo, las gomas ofrecerán más grip durante una parte de la carrera, obligando a los pilotos a gestionar de mejor manera la duración de sus ruedas. En cuanto a las carrocerías, se esperan coches más pesados y con menos carga aerodinámica. Se han elegido ciertos elementos de control con el objetivo de que los costes no se disparen, mientras que el splitter delantero, suelo y difusor trasero cuentan con nuevas geometrías.
Los pilotos han destacado que serán los neumáticos los que marcarán las carreras, pero también deberán contar con las nuevas reglas acerca del DRS, el cual pasa de ser actuado completamente, siendo el spoiler entero el que variaba su posición, para ser únicamente el flap superior el que se coloque horizontalmente, sistema parecido al que cuenta en la Fórmula 1 o en sus categorías teloneras. Se espera por tanto una mayor eficiencia y velocidad punta en las rectas. Nueva etapa para el DTM que se ha decidido por no seguir el mismo camino del Gran Circo o WRC, los cuales han apostado por aumentar la carga aerodinámica para 2017. La receta mayor potencia y menos agarre esperan que dé como resultado carreras más espectaculares.