En muchas ocasiones, parece que las mujeres hablamos en otro idioma, miradas, expresiones, gestos… que solo entendemos entre nosotras y además, nos resulta increíblemente claro y sencillo de entender. Lo cierto es que las mujeres no parece que hablan en otro idioma, sino que durante muchos años, lo han tenido.
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Hace siglos, el papel de la mujer estaba limitado al hogar, a la limpieza del mismo y al cuidado de los niños en, prácticamente, todos los países del mundo. No tenían la potestad de hacer cosas que hoy vemos como rutinarias, tales como vestirse con libertad, divorciarse o, simplemente, trabajar.
En una sociedad patriarcal donde los hombres tenían el poder absoluto, en países como China las mujeres decidieron manifestarse, en medida de lo posible, en contra de lo estipulado.
Las campesinas de la provincia de Hunan inventaron un dialecto para hablar entre ellas: el Nü shu, en el que expresaban todo aquello que no podían decir en voz alta, como por ejemplo, la decepción del matrimonio.
Solo entre mujeres
El Nü shu, que literalmente significa "escritura femenina", es reconocido como la única escritura del mundo inventada y utilizada solo por mujeres. Este lenguaje se convirtió en el principal medio de comunicación con el que las mujeres se relacionaban entre sí.
Muchas de las mujeres chinas que contraían matrimonio se tenían que mudar a la aldea de su esposo, la cual estaba normalmente lejos de la suya. Vivían sujetas a la autoridad de su cónyuge, lejos de su vida normal, aisladas y sin forma de interactuar.
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Este dialecto inventado por mujeres, y el cual solo usaban ellas, fue un sistema de escritura silábico. La mayoría de sus caracteres eran una adaptación del mandarín, pero con la excepción de que en el Nü shu los caracteres estaban inclinados y a menudo en dirección contraria.
Eran las propias mujeres las que se enseñaban entre sí el idioma, no solo se transmitía de madre a hija, sino que también se cantaba en voz alta mientras algunas bordaban para que otras pudiesen aprenderlo. Quienes no sabían escribir, dependían de las otras para transmitir el mensaje.
El dialecto era en sus orígenes empleado por mujeres de la sociedad feudal que no tenían acceso a la educación, ni enseñanzas de lectura o escritura. Sin embargo, actualmente, es comprendido como una "cultura femenina", que mejoró e hizo la vida de miles de mujeres mucho más agradable, convirtiéndose en su única vía de escape.
En el Nü shu, escribían todo tipo de historias: relatos históricos, canciones populares, cartas a amigas, relatos de bodas, autobiografías y trataban temas como las duras labores domésticas, sus penurias o la decepción sobre el matrimonio.
De forma notable y durante miles de años, esta forma de escritura fue la liberación de miles de mujeres para expresarse y luchar contra la dominación masculina. Fue su forma de encontrar un hueco en la sociedad patriarcal en la que vivían y que las limitaba en todos los aspectos.
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El Nü shu permaneció desconocido en las afueras del condado de Jiangyong, en China, y el mundo lo descubrió finalmente en la década de 1980. Era un dialecto destinado a la desaparición, muchos textos fueron quemados durante la Revolución Cultural e, incluso, cuando alguna mujer moría pedía que colocasen sus escritos en su féretro o que, al contrario, los quemasen.
De todas las mujeres a lo largo de la historia que conocieron y utilizaron la escritura, la última con pleno conocimiento de la lengua murió en 2004. Irónicamente, una gran parte de lo que sabemos acerca de este dialecto se debe a un hombre, Zhou Shuoyi, quien lo tradujo y en el 2003 creó el primer diccionario.
Una nueva vida
Tras la muerte de la última mujer que tenía conocimiento acerca del dialecto, el miedo de la desaparición y la necesidad de su protección creció por parte de la sociedad y de los gobiernos locales.
Según la Unesco, en el 2002 el Nü shu fue inscrito en el Registro Nacional del patrimonio documental en China, a partir del 2003, se realizaron talleres en el distrito de Jiangyong para capacitar a nuevas practicantes del dialecto y en el 2006, el Consejo de Estado incluyó al Nü shu como Patrimonio cultural inmaterial nacional de China.
En la actualidad, son muchos los investigadores que se han interesado por esta "cultura femenina" para saber cuáles son realmente sus orígenes, en qué contexto apareció o que valores buscaba transmitir.
Un idioma que hace miles de años se originó por una necesidad por parte de las mujeres de poder expresarse libremente y que, hoy, está resurgiendo para incluso incorporarse en los planes de estudio de las clases opcionales de escuelas primarias.