En 2024, Jean-Paul Gaultier (1952, Bagneux, Francia) sigue sacudiendo el mundo de la moda. Cuatro años después del anuncio formal de su retirada de las pasarelas, el diseñador vuelve a ser noticia. Es el autor y el director del espectáculo teatral Fashion Freak Show, que se podrá ver en el Teatre Coliseum de Barcelona entre el 4 y el 21 de abril.
Se presenta como una retrospectiva sobre la vida y carrera de Gaultier donde una quincena de artistas procedentes del mundo del circo, la música y la danza interpretan a personajes extravagantes y apasionados. Además, cuenta con algunos de los diseños más icónicos de la carrera del diseñador.
"Explica la historia de mi vida, de un niño que quiere convertirse en diseñador tras ver la película Falbalas que mostraba una casa de moda", explicó, reconociendo que desde entonces los desfiles que organizaba eran como "una obra de teatro", en los que él mismo elegía "la música, los modelos o la escenografía".
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"En el montaje hay moda, danza, baile, mucho movimiento y una importancia de la parte gestual", añadió el diseñador, apuntando que estos son los "ingredientes propios de un espectáculo" que no podían faltar en el suyo.
No es la primera vez que se presenta la obra: ya se pudo ver en el Folies Bergère de París en 2019 y en el Roundhouse de Londres en 2022. Llega a Barcelona sin modificaciones porque, como ha asegurado Gaultier, "al ser un espectáculo honesto y real de mi vida no necesita cambios. Ahora que me he jubilado, sigo trabajando en la moda a través del espectáculo sobre mi vida", afirmó.
La obra destaca por su carácter extravagante y único, alejada de los prejuicios, en consonancia con la vida de Jean-Paul Gaultier. El título de su espectáculo lo recuerda: "un freak, además de un monstruo, puede ser algo bello más allá de los códigos. Apuesto por la diferencia y lo bello, sublimar lo bello y sentirnos orgullosos".
Vanguardismo y costura
Apasionado por el mundo de la moda desde su más temprana edad, Gaultier empezó a idear siluetas con tan solo seis años. Con 15, dibujó una línea de ropa infantil y años más tarde, no dudó en enviar sus bocetos a casas de costura prestigiosas.
Tras varias experiencias en las casas Pierre Cardin, Jacques Esterel o Jean Patou, Jean-Paul Gaultier lanzó su primera colección bajo su nombre en 1976. Pese a no tener un éxito inmediato (contó con la financiación de la casa Kashiyama para seguir adelante), su presencia en el mundo de la moda se afianzó. En los años 80, empezó a destacar por su estilo único.
En 1983, la camiseta marinera, presentada en el marco de la colección Toy Boy, marcó un antes y un después en su carrera y el sector. Convirtió esta prenda aparentemente sencilla en un icono, al igual que lo había hecho anteriormente Coco Chanel. Fue también uno de los impulsores de la tendencia de las faldas en el armario masculino.
Gaultier nunca dudó en jugar con los colores y los materiales: lanzó Gaultier Jean, una línea inspirada en el denim, que se convirtió, en 2004, en Jean's Paul Gaultier. En 1997, Jean-Paul Gaultier ingresó en el Chambre syndicale de la haute couture y creó una colección de alta costura llamada Gaultier Paris.
En 2004, Jean-Paul Gaultier se convirtió en director del prêt-à-porter femenino de Hermès. Se quedó seis años. En 2014, el diseñador anunció que deseaba dedicarse al mundo de la alta costura. Seis años más tarde, se retiró formalmente del escenario moda, dejando la creación artística en manos de Chitose Abe.
La casa, además de preservar el legado del diseñador, no dudó en reinventarse y colaborar desde entonces: presentó colecciones de alta costura, diseñadas en colaboración con diseñadores invitados como Glenn Martens y Olivier Rousteing, a la vez que relanzó su línea ready to wear con una primera colección, Les Marins. En los últimos dos años, JPG ha realizado otros exitosos lanzamientos limitados con Lotta Voljova, Y/Project, Nike y Sacai.
Además de su carrera enfocada al mundo de la moda, Gaultier se adentró en el de la belleza en la década de los 90, con su línea de perfumes que cosechó un éxito rotundo: el primer perfume se comercializó en un envase que imitaba una lata, en 1993. Primero se tituló simplemente Jean-Paul Gaultier, pero unos años más tarde tomó el nombre de Classique. En 1995, presentó Le Mâle, otro perfume que se convirtió en un clásico de la perfumería.
Looks inolvidables
Algunos looks del diseñador pasaron a la historia por su espíritu innovador y vanguardista, pero también su fuerte simbología.
En los años 90, Madonna ya era una estrella asentada en el mundo de la música. Para su gira Blond Ambition Tour, la cantante deseó plasmar su estilo con un vestuario único. Pensó en Jean-Paul Gaultier. El diseñador, que confesó que en un primer momento se había quedado atónito por la petición, diseñó varias siluetas para la artista, jugando con los códigos femeninos y masculinos.
Entre ellos, este corsé con copas en forma cono, en tono nude y detalle de cinturón, que causó sensación tanto por su estética como el mensaje que pretendía transmitir: el de una mujer poderosa y consciente de su cuerpo.
"Las marineras combinan con todo, nunca pasan de moda y probablemente nunca lo harán". Con esta frase resumió el diseñador la importancia de esta prenda que nunca abandonó sus desfiles ni su armario personal. Aunque apareció en su primera colección, fue en 1983, con la presentación de la propuesta de prêt-à-porter masculina de Gaultier, que saltó al estrellato.
Fascinado por el carácter gráfico de las rayas, Gaultier la consideró desde siempre como un icono, tanto para el armario femenino como masculino. De manga corta, espalda abierta, con tachuelas... el diseñador la reinventó una y otra parte. Antes que él, Coco Chanel e Yves Saint Laurent también apostaron por ella, confirmando su poder estético.
El diseñador revolucionó el armario masculino con su propuesta primavera-verano 1985: Et Dieu Créa l'Homme ('Y Dios creó al hombre'). La colección incluía trajes con falda masculinos, casi inexistentes en las pasarelas de la época.
La línea supuso un terremoto, debido a las fronteras robustas que separaban la moda femenina y masculina. La mezcla de los códigos fue una seña de identidad notable del diseñador desde sus inicios.
Jean-Paul Gaultier rindió homenaje a numerosos personajes de la historia, como Frida Kahlo, a quien dedicó su colección primavera-verano 1998.
Uno de sus vestidos, con arnés negro, es un tributo a la obra La columna rota de 1944, que plasma el dolor crónico que sufrió la artista tras un accidente de autobús cuando tenía 18 años.
La iconografía religiosa inspiró a numerosos diseñadores. Nos lo recordó el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (MET) en 2015 con su exposición Fashion and Religion que recordó el trabajo de artistas y casas como John Galliano, Riccardo Ticsi, Dolce & Gabbana o Jeremy Scott.
Jean-Paul Gaultier es uno de los diseñadores que se puede sumar a la lista: su colección primavera-verano 2007, titulada Virgins, incluía siluetas inspiradas en la Madonna, con lágrimas negras y diademas.
El desfile de alta costura 2014 del diseñador es inolvidable entre otros motivos por la aparición estelar de la modelo erótica, actriz y vedette estadounidense Dita Von Teese, gran amiga de Gaultier.
En aquelle ocasión, lució un vestido mariposa: "Estaba en Londres, en una tienda donde vi muchas mariposas. Vi los colores y luego las formas...", comentó entonces el diseñador sobre la inspiración
Jean-Paul Gaultier eligió a Beth Ditto, la vocalista de la banda musical The Gossip, para abrir y cerrar su desfile primavera-verano 2011. Lució dos vestidos, uno plateado y otro con un corsé con detalles de tul.
El diseñador, abanderado de la diversidad, fue uno de los primeros en incluir modelos 'diferentes', yendo en contra de los conceptos preestablecidos. Demostró y sigue demostrando, con cada una de sus acciones, el alcance de su talento y de su compromiso.