Feminismo rebelde. Puro. Adolescente. De ese que no se muerde la lengua. Así son las cinco chicas que protagonizan la nueva serie de HBO para adolescentes: "Betty". Si además le sumas un monopatín en la mano y que pelean por entrar en los lugares más oscuros de la ciudad de Nueva York, el cóctel explosivo hará que los seis episodios, de menos de 30 minutos cada uno, se conviertan en adictivos para quienes ven en esas pequeñas ruedas aires de libertad.
La serie nace como un spin-off de la película 'The Skate Kitchen' de 2018, que también se puede ver en HBO, y que fue grabada por la directora Crystal Moselle para reflejar la vida real de este grupo de chicas que sólo quieren disfrutar el skateboarding en los mismos lugares y al mismo nivel que los chicos.
La historia era una ficción pero los personajes, sus golpes y magulladuras y su amistad, totalmente real. Crystal Moselle descubrió a dos de ellas un día en el metro de Nueva York y tras su paso por las pantallas de cine las cinco han saltado a las redes sociales, donde se han convertido en un fenómeno en sí mismas entre los adolescentes.
Ahora, la serie estrenada el pasado 2 de mayo, trata de desarrollar no sólo las peripecias de este grupo sino también sus vidas personales. Rachelle Vinberg, Nina Moran, Ajani Russell, Moonbear y Dede Lovelace hacen una ficción de sí mismas para seguir contando a través de sus personajes su lucha por sentir esa libertad que buscan en cada patada, quizás en la ciudad más cruel del mundo para eso, Nueva York, que acaba convirtiéndose en la sexta protagonista de estos capítulos.
Aparecen imágenes grabadas en Washington Square Parque, el puente de Williamsburg y en dos de los grandes templos para los aficionados a esta práctica: el LES Coleman SkatePark, justo debajo del puente de Manhattan, y el Maloof Skate Park, en Queens.
Da mucha envidia en estos momentos de encierro, ver cómo Vinberg aparece en la primera escena de la serie enganchada a un camión de la basura atravesando la mitad de la ciudad de Nueva York entre coches que la rebasan, al límite de una libertad extra y el peligro.
Las imágenes de la vida de la ciudad se mezclan con conversaciones en las que las chicas hablan abiertamente de la menstruación y de los tampones, de la sexualidad (propia y compartida) y de temas más filosóficos que surgen auspiciados por los porros que presiden muchas de estas reuniones entre ellas. Aunque alguna trapichea con ciertas drogas para su propia economía, es la hierba la que acaba aunando al grupo en torno a un parque o a una furgoneta.
¿Qué es 'betty'?
Hasta el nombre de la serie es provocador puesto que "betty" es el término que se utilizaba en los años 80 por los aficionados al skate para referirse a una chica mona que pasaba por el parque, ni siquiera a una chica que patinaba como ellos. También aparece en el lenguaje surfero con la misma intención, por lo que sus creadores han querido reforzar la paradoja de estas cinco chicas que rompen los moldes que los demás les imponen.
La serie refleja cómo los reyes de las pistas clandestinas y de los parques siguen siendo hombres y las chicas están fuera del circuito, salvo que algunos de ellos las conozcan y les den la llave para poder acceder, siempre bajo recomendación masculina, y no en grupo.
La música y la propia forma de vestir de estas reinas del asfalto (resulta muy curioso cuando una de ellas se pone sólo una chaqueta tapando únicamente sus pezones con una X de esparadrapo) aproximan al espectador a ese Nueva York diferente, libre y salvaje a la vez que tan cercano sienten los adolescentes.
Muchos críticos hablan ya de 'Betty' como una de las mejores series actuales sobre la subcultura del skating en Nueva York además de apostar por la lucha feminista de unas adolescentes que sólo buscan pelear de igual a igual con los hombres. De hecho, tienen claro que el monopatín les ayuda a liberarse de algunos peligros por el hecho de ser mujer como el acoso sexual que pueden sufrir, tal y como narra una de las chicas en un episodio, desde con un anciano al que ayudan por la calle hasta del conductor del autobús escolar que le advierte que "si tuviera 10 años más": "Para eso usamos el monopatín, para pasar del autobús", concluyen.
Una serie que podría llegar a ocupar el hueco que ha dejado ahora 'Euphoria', aunque sólo sea en seis capítulos, sobre todo en ese camino hacia el descubrimiento que lleva a los adolescentes a tratar de reafirmar su propia personalidad frente a la presión de quiénes les dicen qué tienen que ser y qué tienen que sentir.