Una gran encuesta realizada a 4.399 personas adultas en España dos semanas después de que se estableciera el estado de alarma y el confinamiento por el coronavirus ha constatado que el 73 % de las mujeres mostraban síntomas de ansiedad o depresión. Investigadores del Hospital Clínic-IDIBAPS, de Barcelona, han presentado hoy jueves los resultados de esta encuesta, que ha indicado que la pandemia y el confinamiento establecido por la COVID-19 aumentan los síntomas de ansiedad y depresión en la población, especialmente en las mujeres.
Los doctores Joaquim Radua, del Servicio de Psiquiatría y Psicología, y Eduard Vieta, jefe de Servicio de Psiquiatría y Psicología del Clínic y jefe del grupo de investigación de Trastornos bipolares y depresivos del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS) han liderado el proyecto. Según los investigadores, algunos comportamientos observados en las personas encuestadas pueden proteger contra el malestar psicológico que supone el confinamiento, como llevar una dieta equilibrada y leer poco sobre el coronavirus.
La encuesta se hizo de forma anónima mediante un cuestionario en línea, a través del sistema del Hospital Clínic, y se distribuyó a través de las redes sociales. Incluía cuestiones sociodemográficas y laborales, como las franjas de edad, sexo, tener menores a cargo u otras personas dependientes, la cantidad de teletrabajo o trabajo presencial y el riesgo percibido de pérdida de trabajo relacionada con la pandemia, entre otros aspectos.
También se preguntaba sobre el riesgo de que parientes y personas próximas tuvieran la COVID-19 o que les pudiera afectar de forma grave.
Rutinas
Se pidió a los participantes que valoraran la frecuencia de diversas conductas durante las dos últimas semanas, como seguir una rutina, hablar con familiares y amigos, hacer ejercicio físico, seguir una dieta sana y equilibrada, beber agua, leer noticias sobre la COVID-19 poco o a menudo, practicar aficiones, pasar tiempo al aire libre o hacer actividades relajantes, como escuchar música, hacer yoga o jardinería. Del total de 5.545 participantes se descartaron las respuestas inexactas, con lo que quedaron finalmente 4.399 encuestados, a los que se pudo analizar los niveles de ansiedad y depresión así como las conductas para afrontar estas enfermedades.
El 73 % de las mujeres encuestadas mostraban síntomas de ansiedad o depresión, en su gran mayoría leves, aunque el 10 % de ellas sí tenían síntomas graves de alguna de estas dos afectaciones. En cuanto a las conductas que mostraron un efecto protector sobre estos síntomas, se vio que seguir una dieta y no leer noticias sobre la COVID-19 muy a menudo fueron los mejores predictores de niveles inferiores de ansiedad.
Los factores personales asociados a una mayor ansiedad y síntomas depresivos eran el riesgo de perder el trabajo, tener síntomas de la COVID-19 sin diagnosticar o haber recibido en algún momento de la vida un tratamiento de salud mental durante al menos tres meses. Tener menores o personas dependientes a cargo se asociaba a síntomas de ansiedad más elevados. Los investigadores del Clínic han indicado que, aunque esta encuesta cuenta con un gran número de participantes, también tiene algunas limitaciones.
Mediana edad
En primer lugar, este tipo de estudios, denominados transversales, sirven para detectar asociaciones pero no se puede determinar la dirección de estas asociaciones, es decir, puede ser que el hecho de practicar aficiones comporte una reducción de los niveles de síntomas depresivos, pero también podría ocurrir a la inversa, que personas con menos síntomas depresivos podrían estar más dispuestas a practicar aficiones.
"Serían necesarios estudios longitudinales (que observan a los participantes no sólo en un momento puntual sino en diferentes intervalos de tiempo) para poder aclarar estas relaciones", han considerado fuentes del Clínic. En segundo lugar, el estudio usa una muestra con una sobrerrepresentación de mujeres de 35 a 44 años y una infrarrepresetación de hombres y de personas mayores de 75 años, en comparación con la población general española.
Esta limitación "es bastante relevante", se indica, ya que al menos en esta muestra la presenta de síntomas dependía sustancialmente de la edad y el sexo. A pesar de estas limitaciones, el estudio sugiere que algunas conductas muy sencillas pueden proteger contra la ansiedad y los síntomas depresivos durante la pandemia y la situación de confinamiento por la COVID-19.