Las mujeres españolas no cobran lo mismo por sus labores profesionales en comparación con sus compañeros los hombres, por eso, desde este miércoles, 11 de noviembre, las empresas "se ahorran" un total de 51 días en sueldos de trabajadoras hasta el 31 de diciembre, según los últimos datos de Eurostat correspondientes a 2020 y facilitados por UGT, lo que se traduce en trabajo "gratuito".
El sindicato, que ha denunciado esta situación, ha decidido aprovechar este día para relanzar la campaña que inició en 2016 para denunciar la brecha salarial entre mujeres y hombres, y que se realiza bajo el lema #Yotrabajogratis.
Tal y como explica UGT, en 2016 y 2017, las mujeres españoles trabajaban gratis desde el 8 de noviembre hasta el final del año, una cifra que mejoró en dos días en 2018 y empeoró de nuevo en 2019, cuando se determinó que ese año las mujeres trabajaron gratis desde el 7 de noviembre y hasta final de año.
El Eurostat determina que la brecha en España es del 14%, por debajo de la media de la UE que está en 15,7%, un porcentaje que, si se transforma en cifras, determina que las mujeres trabajan 51 días del año gratis, frente a sus compañeros hombres.
Cuatro días de mejora
Esta cifra, supone una mejora de cuatro días con respecto al año pasado. Sin embargo, UGT advierte de que, este año, su campaña tiene mayor importancia, si cabe, por las posibles consecuencias que pueda tener la pandemia en este sentido.
El sindicato ha recordado la "merma en las cotizaciones sociales y, por consiguiente, en la protección social de las mujeres" que ocasiona esta situación. "Tienen pensiones más bajas o peor prestación por desempleo", denuncia, para añadir que esta situación supone, además, menos recaudación, menos ingresos para Hacienda o cotizaciones a la Seguridad Social.
"Conviene recordar que la discriminación salarial es, de todas as discriminaciones que sufren las mujeres, la que más dificultades entraña para ser erradicada", apunta el sindicato. A su juicio, la brecha salarial sólo puede ser explicable "desde el punto de vista del coste económico que tiene para las empresas".
Así, indica, "un coste que no sería tal porque corregir esta discriminación permitirá una mayor integración de las mujeres en el mercado laboral con los consecuentes beneficios para la competitividad y productividad de las empresas y en el ámbito económico y social".