La Policía de Pakistán ha anunciado la detención de un sospechoso de participar en la violación en grupo de una madre y su hija de cuatro años en el sur del país, cuyas circunstancias extremadamente brutales han provocado protestas en todo el país.
Según el relato policial de los hechos los sospechosos de la violación atrajeron a la mujer y a su hija a la ciudad de Kashmore, en la provincia de Sindh, bajo la falsa promesa de un trabajo. A continuación, fueron retenidas y violadas durante tres días, informa el diario nacional The Express Tribune.
La mujer declaró posteriormente ante las autoridades que los hombres le dejaron abandonar el lugar, solo a ella, para que captara a otra futura víctima mientras retenían a su hija. En vez de ello, la mujer decidió acudir a la Policía. La niña fue encontrada el pasado martes, en un "estado terrible, violada y con los dientes rotos", según el jefe de la Policía Local, Ajbar Alí Channa.
Tanto la madre como la hija están recibiendo atención médica en un hospital local con pronóstico favorable mientras el sospechoso ya habría confesado el crimen, según la Policía Local de Kasmore. Ahora, se busca a otros dos sospechosos de participar en la violación, que se dieron a la fuga nada más comenzar la intervención policial. El detenido intentó escapar junto a sus compañeros, pero se hirió en las piernas tras saltar por una ventana y caer sobre una pila de ladrillos.
La noticia de las violaciones ha provocado numerosas protestas a través de la provincia de Sindh, quienes han exigido un castigo ejemplar y la transferencia del caso a un Tribunal Antiterrorista. "La Policía ha fracasado a la hora de arrestar a la banda entera", ha declarado el abogado Mustafá Akash, organizador de una de las manifestaciones, en la ciudad de Hyderabad.
Partidos políticos del país también han denunciado la gravedad de este caso. "Es uno de los casos más brutales que he visto", ha lamentado el representante local del partido ultraconservador e islamista Jamaat e Islami, Amir Wali Jan Mazari.
Se da la circunstancia de que esta violación ha ocurrido después de otra perpetrada contra una niña de dos años en el noroeste del país, un episodio más de un delito, la violación, enraizado en la cultura masculina del país.
De hecho, y según la ONG Sahil, más de 1.500 niños han sido violados desde principios de año en Pakistán. "Un modo de pensar bestial", lamenta la ministra de Derechos Humanos Shirin Mazari, "que sigue arrasando con nuestra sociedad".