Muere Ángeles, la abuela de Rozalén: la 'heroína' que inspiró sus canciones más reivindicativas
La cantante albaceteña siempre reivindicó la importancia de las historias que le contaba su abuela para componer uno de sus discos más importantes. Incluso grabó un documental con ella.
16 noviembre, 2020 10:34Noticias relacionadas
María de los Ángeles Rozalén Ortuño no sólo compartía con su abuela el nombre, Ángeles, sino también tenía como ella lunar en el hombro que, según explicaba la cantante, "era como un agujero negro que permite viajar a otra época y otro espacio, una máquina del tiempo".
La compartí con quienes me escucháis... Porque sus enseñanzas eran dignas de observar con atención.
— Rozalén (@RozalenMusic) November 15, 2020
Hoy el corazón de mi abuela ha dejado de latir... Y he comprendido que nadie está preparado para ver partir a quien se ama.
Gracias a todos los que la habéis querido tanto... ❤️ pic.twitter.com/IBqZiMTC5l
Ahora, la máquina del tiempo se ha apagado por uno de los lados, pero su memoria pervive gracias a las historias que contó a Rozalén y que ella supo transformar en sus canciones más bellas y reivindicativas, como contó a MagasIN en una entrevista hace unos días.
En Letur (Albacete), la madre de su madre, hacía palmas a la niña que empezaba a cantar y a recitar poesías. Le enseñaba canciones y en cuanto esa pequeña tuvo la curiosidad de preguntar, la llenó de cuentos, historias y vivencias que han marcado la carrera de la cantautora.
De hecho, en 2017, hasta grabó un documental, 'Conversaciones con mi abuela', para explicar uno de los discos más populares de Rozalén, 'Cuando el rio suena...'. En el patio de la casa familiar, Ángeles sentada en un sillón de skay, con su tapete de ganchillo en la cabecera, hablaba con Rozalén, en una silla de madera, como quien tiene claro la jerarquía de la escena, quién manda en ese hogar, ese matriarcado que ha marcado tanto a la artista albaceteña.
En esa charla hablaban de varias de las canciones que más han marcado el éxito de la cantautora, once canciones donde excava en los sentimientos, historias y hasta secretos de la familia para desenterrar un pasado lleno de reivindicaciones de la memoria, que aún siendo histórica, era sobre todo popular y familiar.
Entre los "secretos de sus raíces", Rozalén canta la historia de su tío abuelo, Justo, el hermano de su abuela Ángeles que murió en 1938 y que nadie sabía dónde estaba enterrado. Era un hombre educado y cantarín, y la abuela Ángeles siempre se lo mencionaba a su nieta cuando esta empezaba a canturrear.
Justo era el desaparecido en la familia de Rozalén en la guerra civil, pero ella consiguió que fuera el de todos los que tenían algún muerto en las cunetas. No sabían nada de su paradero hasta que gracias a la música y a la Asociación de la Memoria Histórica, descubrió que estaba enterrado en una fosa común en Arganda del Rey, junto con otros 200 soldados.
La abuela Ángeles sólo le dio otro encargo a su nieta: llevar cada 1 de noviembre una flor a su tumba y seguir cantando unos recuerdos que forman parte de la historia de muchas familias españolas.
Pero la madre de su madre era también la protagonista de otra de sus canciones, "El hijo de la abuela". La expresividad de esta mujer pequeña, pero enorme de corazón, le bastó a Rozalén para crecer sabiendo que Miguel había sido como otro hijo más en la casa de su abuela en Letur, donde ella vivía con sus seis hijos y un marido en la vendimia francesa.
Miguel era uno de los jóvenes vascos deportados en los años 70 que llegó a ese pueblo de la Sierra del Segura sin conocer a nadie y sin que nadie quisiera abrirle ni la puerta. "Mi abuela lo acogió sin prejuicios y acabó siendo uno más del pueblo y de la familia. Su intuición fue cierta y Miguel era un hombre bueno. Sus armas nunca fueron violentas. Una dura historia que acabó uniendo a dos familias", explicaba Rozalén sobre esa canción.
En esa casa de Letur, con su madre y su abuela como animadoras de la fiesta, como buenas contadoras de historias, con el amor por bandera, tres 'Ángeles' solían marcar el ritmo que Rozalén ha sabido convertir en eterno.
"Nadie está preparado para ver partir a quien ama", ha asegurado Rozalén sobre la muerte de su abuela.