Así es el mapa interactivo que localiza a las mujeres pastoras de Cataluña: cabritos, pollos, quesos...

"Somos mujeres, somos ganaderas, somos pastoras, somos madres, somos compañeras, estamos unidas". Así describen las participantes del grupo de Ramaderes de Catalunya (Ganaderas de Cataluña), su red de pastoras con la que buscan visibilizar el papel de la mujer en el campo y el valor del producto local. Para ello, han publicado un mapa interactivo que da a conocer al público su presencia en toda la región. 

Con una profesión muchas veces solitaria y tradicionalmente vinculada a los hombres, estas mujeres dirigen sus explotaciones ganaderas y promueven unidas el producto local. En total, 35 empresas aparecen en el mapa interactivo, donde además se puede ver desde la información básica de sus productos hasta si se puede visitar o no la granja. 

Tanto en la agricultura como en la ganadería, las mujeres del campo llevan años reclamando igualdad en su profesión y visibilizando su labor. Como la unión hace la fuerza, 60 pastoras han creado Ramaderes de Catalunya, con la que reivindican "la ganadería extensiva, la soberanía alimentaria y el respeto al medio ambiente", a la vez que rompen estereotipos.

Hacen todo ello aunando una forma de trabajar tradicional y, en muchos casos, ecológica, con el poder de la tecnología y las redes sociales para dar a conocer sus proyectos. Y es que, en su mayoría son jóvenes y están formadas en otros ámbitos. 

Algunas incluso abandonaron las grandes ciudades guiadas por su amor por la naturaleza y por el interés de conservar un oficio que está cerca de desaparecer. Es el caso de Yasmin, Cristina, Sara y Carme que, según el diario El País, son las cuaTro mujeres detrás de la creación de Ramaderes de Catalunya. Carme, por ejemplo, trabajó diez años como abogada; Cris estudió dos años de Historia; y Sara estuvo en una revista.

Núria Baucells es otra de las ganaderas que forma parte de la red. Es emprendedora y dirige Debosc, un proyecto de cría de pollos ecológicos en el bosque. Su objetivo es el de "ofrecer en el mercado una carne de propiedades organolépticas muy diferenciadas dentro del sector" y trabajar por "un consumo responsable y consciente", según apunta ella misma en su página de LinkedIn.

También está Anna Pijuan, que forma parte de la tercera generación de Mas Casas, "una pequeña explotación agrícola y ganadera familiar situada en Cruïlles, en el Baix Empordà". Se dedica a la crianza de ovejas, para la venta de carne de cordero y productos derivados de su leche y lana, y en su página anuncia que "próximamente" tendrán disponibles productos de cosmética natural. "Nuestra misión es producir alimentos sanos y naturales que beneficien el bienestar de las personas, respetando al máximo los animales y la tierra", explica en su sitio web.

La situación de las mujeres en el campo siempre ha sido de mayor vulnerabilidad que en la ciudad, una lacra que aún permanece. Según un estudio de la Universidad de Washington el 27% de las mujeres que viven en poblaciones pequeñas tienen más posibilidad de ser agredidas. Asimismo, más del 36% de las asesinadas este 2020 eran mujeres rurales, según la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (Fademur). 

Todo ello se ve potenciado por la dependencia económica de muchas de ellas. Por esa razón, asociaciones como Ramaderes de Catalunya favorecen la autonomía de las mujeres en el medio rural y las sitúan en una posición más igualitaria y que busca la paridad en el sector.