Manifestantes a favor de la ampliación de la reproducción asistida durante el del día del Orgullo de 2019 en París.

Manifestantes a favor de la ampliación de la reproducción asistida durante el del día del Orgullo de 2019 en París. Reuters

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Francia y el debate de congelar óvulos: sólo puede inseminarse una mujer si va con un hombre

El Senado rechazó el proyecto de ley para ampliar la reproducción asistida y la congelación de óvulos a mujeres solteras y parejas de lesbianas.

12 febrero, 2021 01:07

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El proyecto de ley para ampliar la reproducción asistida a mujeres solas y parejas de lesbianas, y la posibilidad de congelar óvulos sin razones médicas en Francia, sufrió la semana pasada un nuevo golpe al ser rechazado por el Senado, provocando la decepción de miles de mujeres que quieren ser madres solas.  

La nueva ley de bioética fue una de las promesas electorales claves de Emmanuel Macron durante la campaña electoral de 2017. En julio del año pasado el texto se aprobó en la Asamblea Nacional, de mayoría liberal, y la semana pasada se trasladó a la Cámara Alta, de mayoría conservadora. 

Allí rechazaron la medida insignia del proyecto: la apertura de la reproducción asistida a parejas de mujeres homosexuales y solteras, y que el proceso sea financiado por el Estado. Actualmente, la reproducción asistida o PMA (procreación médicamente asistida) solo se permite a parejas formadas por "un hombre y una mujer" y cuando se recurra por cuestiones de infertilidad o para "prevenir al niño de una enfermedad grave".

El primer artículo del texto presentado por el Gobierno francés establece que la PMA está destinada "a responder a un proyecto parental" y "cualquier pareja formada por un hombre y una mujer o por dos mujeres o cualquier mujer soltera deber tener acceso a la procreación médicamente asistida".

"Este acceso no podrá estar sujeto a ninguna diferencia de trato, en particular en lo que respecta al estado civil o la orientación sexual de los solicitantes", añade.

Miedo a la gestación subrogada

Una de las preocupaciones de los conservadores es que esta ley sea el paso previo a la legalización de la gestación subrogada, pese a que el gobierno francés ha reiterado en varias ocasiones su oposición a esa medida.

En este sentido, la razón principal que suscita recelo entre los conservadores es que el proyecto de ley sí permitiría el uso de la técnica ROPA. Con esa técnica se puede autorizar la donación de gametos entre dos mujeres de la misma pareja y se utilizaría si una de las dos mujeres sufre de infertilidad pero desea tener un hijo. Así, su pareja podría luego donarle uno de sus óvulos fertilizados.

Para políticos como la exministra de Sanidad Agnès Buzyn, esta técnica es demasiado cercana a la gestación subrogada.

Dos madres

Otra controversia es que, con esta ley, podría surgir un nuevo procedimiento para que en una pareja de lesbianas, ambas mujeres sean reconocidas como madres del hijo que estén criando.

Según el texto legislativo, estas mujeres tendrían que autorizar un formulario de compromiso firmado por el notario. Cuando nazca el bebé, la que no haya dado a luz tendría que presentar este documento para ser reconocida como madre, al igual que su pareja.

Esta enmienda divide las opiniones de los grupos LGTBI, ya que algunos lo ven como un tipo de discriminación, puesto que en las parejas heterosexuales que recurren a la reproducción asistida el hombre no debe firmar ningún reconocimiento previo.

Según el diario Sortir a París, otros miembros del colectivo abogan por extender este documento a las parejas heterosexuales, "en aras de la igualdad, pero también de la transparencia", puesto que así el niño sabría que nació a través de la reproducción asistida.

Autoconservación de óvulos

El otro gran debate es el relativo a la congelación de óvulos sin una razón médica, es decir, la autoconservación. Actualmente las mujeres francesas solo pueden conservar los ovocitos en caso de enfermedad o donación de los mismos, al contrario de lo que ocurre en países como España.

A la hora de rechazar que las mujeres puedan conservar sus óvulos cuando quieran y por el motivo que deseen, el Senado argumentó que ello "promueve la presión social sobre las mujeres jóvenes para retrasar su maternidad".

"Cualquier mujer debería tener esta libertad de elección, tener hijos en las condiciones que quieran y tener acceso a óvulos de buena calidad, si lo desean", afirmó Caroline Mécary, abogada y miembro del Consejo Nacional de Abogados, a eldiario.es.

En la calle la sociedad también está dividida y en los últimos años se han producido manifestaciones de miles de personas tanto a favor como en contra de la ley. Pero, pese a la oposición, el gobierno quiere llevar a cabo el proyecto que "conlleva avances sociales, médicos y científicos" y "es esperado por una gran parte de la población francesa", declaró el ministro de Sanidad, Olivier Véran.

Así, el debate ha vuelto ahora a la Asamblea Nacional, donde se hará una tercera lectura del proyecto y se espera que se realice una nueva votación antes de verano. En caso de que ambas cámaras no lleguen a un acuerdo, es posible que Macron pida a la Asamblea Nacional que se pronuncie de forma definitva sobre el asunto, una situación que solo se ha dado aproximadamente en el 10% de las leyes en toda su historia.