El aclamado best seller, La biblia de la vagina (Libros Cúpula), que revela todos los datos, curiosidades y consejos sobre la vagina y su cuidado, ha llegado a España. La autora es la doctora estadounidense Jen Gunter, una de las ginecólogas más reconocidas del mundo.
La doctora Gunter escribe columnas para medios como The New York Times, y también ha colaborado con otros como USA Today y Cosmopolitan, en los que responde dudas sobre la salud ginecológica.
Tras más de treinta años en el oficio, ve su libro como una forma de aunar sus conocimientos y "empoderar a todas las mujeres con información y datos veraces relativos a la vagina y la vulva".
"Es mi respuesta a todas las pacientes que han escuchado o leído la información que ofrezco en mi consulta y se han preguntado extrañadas: ¿Cómo es posible que yo no supiera esto?", escribe. Todo ello desde una mirada feminista con la que derriba mitos y creencias que atacan a la naturaleza de la vagina.
La biblia de la vagina abarca desde la anatomía de esta parte del cuerpo a la salud y el placer sexual, al correcto cuidado de la zona y las enfermedades más habituales. Aquí cuarenta datos de La biblia de la vagina:
1. Antes de nada, los datos anatómicos básicos: la vulva es la parte exterior (la zona de tu piel que entra en contacto con la ropa) y la vagina, la interior. El área de transición entre la vulva y la vagina se denomina 'vestíbulo'.
2. La vagina es un conducto fibromuscular que conecta la vulva con el cuello del útero.
3. Los labios mayores suelen medir de 7 a 12 cm de longitud, pero la doctora Gunter recuerda que "si los tuyos son más grandes o más pequeños, no debes preocuparte".
4. Los labios menores no tienen grasa pero sí tejido eréctil, así que se ingurgitan o agrandan con la estimulación sexual.
5. Los labios menores pueden sobresalir o no más allá de los mayores y no existe una forma o un tamaño «normales».
6. El clítoris solo tiene una función de placer sexual. Tiene forma de 'Y' invertida y cada lado posee dos juegos de brazos. La punta de la Y está doblada y es la única parte visible, se la conoce como "glande".
7. El volumen clitoridiano se reduce después de la menopausia.
8. Para algunas mujeres, el glande del clítoris posee demasiada sensibilidad como para soportar el contacto directo durante los preliminares o el acto sexual, puesto que alberga la máxima densidad de nervios.
9. La longitud de la vagina puede variar de manera significativa: la pared posterior (la que está más cerca del recto) suele medir entre 5,1 y 14,4 cm, mientras que la anterior oscila entre 4,4 y 8,4 cm.
10. Los músculos del suelo pélvico son dos capas musculares que envuelven la vagina y la abertura vaginal. El suelo pélvico se contrae un promedio de 3 a 15 veces durante el orgasmo.
11. El orgasmo femenino —las contracciones de los músculos del suelo pélvico— acostumbra a durar de 5 a 60 segundos. Se suelen producir entre 3 y 15 contracciones en intervalos aproximados de 0,8 segundos.
12. A veces se leen titulares que dicen que comer ciertos alimentos dulces como frutas puede cambiar el sabor de los fluidos, incluidos los de la vagina. Es falso. "La supuesta relación entre la alimentación y la vagina implica no entender cómo funciona el organismo. Además, la idea de ingerir un alimento para modificar el olor vaginal refuerza el estereotipo de que hay algo desagradable en una vagina sana y normal".
13. En relación a los alimentos y la vagina, también hay muchas mujeres que piensan que no comer azúcar puede evitar las cándidas, pero, aunque "existe una relación entre el azúcar en sangre y las infecciones, consumir alimentos ricos en glucosa no tiene un impacto directo en la vagina" ya que "no es posible cambiar el nivel de azúcar en la vagina a través de la dieta".
14. Otro mito falso es que el alcohol y los productos de panadería favorecen la proliferación de infecciones por levaduras en la vagina.
15. La vagina suele producir entre 1 y 3 mililitros de flujo en 24 horas, pero hasta 4 ml se considera normal.
16. Los pliegues de la vagina se denominan "arrugas".
17. En ocasiones, grandes porciones de células permanecen en la vagina y pueden ocasionar la presencia de una banda de tejido que discurre en sentido horizontal o vertical llamada septo. El septo puede ser endeble y romperse con facilidad, pero en algunas ocasiones es muy grueso y puede llegar a obstruir la vagina.
18. Las relaciones sexuales después de un parto vaginal pueden ser doloras, debido principalmente a: un bajo nivel de estrógenos en la vagina, problemas de cicatrización de origen nervioso e hipertonía muscular.
19. ¿La ropa interior influye en la salud vaginal? La doctora afirma que "la vagina soporta la sangre, la eyaculación y los partos, de modo que pensar que un tanga de encaje negro constituye la antesala del apocalipsis vulvar o vaginal no tiene ningún sentido".
20. En relación a la ropa interior, también apunta que "desde una perspectiva médica, la ropa interior no es necesaria". Al final se trata de la comodidad de cada mujer.
21. Los ejercicios para mejorar la musculatura del suelo pélvico (MSP) pueden formar parte de una terapia para la incontinencia urinaria o dificultades para alcanzar el orgasmo, entre otras cosas. Sin embargo, no se sabe con certeza si es beneficioso realizarlos de forma preventiva o si mejora en la función sexual en mujeres que no presentan síntomas.
22. Desde una perspectiva clínica, la vulva, al igual que buena parte del cuerpo, apenas si requiere limpieza. "Me paso el día oliendo vulvas (y vaginas), forma parte de mi trabajo. Las vulvas sanas no huelen más que cualquier otra parte del cuerpo", asegura la doctora.
23. A la hora de lavar la vulva y la vagina, la doctora recomienda hacerlo principalmente con agua. Recuerda además que no se deben lavar la abertura vaginal o vestíbulo (dentro de los labios menores). "Los labios menores no emanan los malos olores y su piel es la más fina de la vulva, así como la más susceptible a irritaciones".
24. Las duchas vaginales son perjudiciales para la vagina. Dañan las bacterias beneficiosas y alteran la capa de mucosidad, que posee funciones protectoras. Las mujeres que lo hacen son más susceptibles a la vaginosis bacteriana y de contraer gonorrea o VIH en caso de exposición. "Además, paradójicamente, matar las bacterias buenas podría incrementar el mal olor vaginal".
25. Además de proteger, el vello del pubis también podría poseer un papel en el placer sexual, "por cuanto el movimiento o estiramiento estimula los receptores táctiles (cada pelo está unido a una terminación nerviosa)".
26. En relación a los productos menstruales con fragancia, doctora los desaconseja. "El perfume, si se encuentra en una zona de la compresa que entra en contacto con la piel, puede provocar irritación a algunas mujeres".
27. Hay más espacio del que crees en lo alto de la vagina y los tampones se pueden perder dentro.
28. No hay que dar por supuesto que las copas menstruales son más seguras que los tampones en lo relativo al síndrome de choque tóxico.
29. La vulva y la vagina cambian con la menopausia porque los tejidos vaginales adelgazan y tienden a reducirse. A esto se le llama síndrome genitourinario de la menopausia (SGM).
30. Durante la menopausia, algunas mujeres perciben un cambio en el olor vaginal. Se debe a que las células pierden volumen y disminuyen los azúcares que alimentan a los lactobacilos, que empiezan a morir y pueden ceder el sitio a otras poblaciones bacterianas.
31. Continuando con la menopausia, en algunas mujeres, el tamaño de la vagina, en particular la anchura podría reducirse. "Con el tiempo podemos tener la sensación de que la vagina se acorta".
32. "La combinación de la disminución de flujo y del adelgazamiento y pérdida de elasticidad de los tejidos puede propiciar microtraumatismos e incluso traumatismos visibles durante la actividad sexual".
33. Además de la sequedad vaginal, otros síntomas del SGM son: sensación de papel de lija en la vagina, irritación vaginal, cambios en el flujo, disminución de la lubricación, dolor durante la práctica sexual, sangrado tras el coito, ardor al orinar, incremento de la urgencia (necesidad de orinar cuanto antes) e infecciones de la vejiga.
34. "De todos los sistemas contraceptivos, el preservativo se lleva la palma como protector de la vagina. Numerosos estudios demuestran que emparejarse con hombres que acostumbran a usar preservativo garantiza ecosistemas vaginales más sanos".
35. "Dos estudios han demostrado que el 23 por ciento de las mujeres desarrollan una infección por hongos sintomática tras la toma de antibióticos". Esto no significa que haya que evitarlos cuando son necesarios o se deba tomar en dosis menores para prevenirlo.
36. En los últimos años ha aumentado el número de mujeres que recurren a labioplastias (reducciones o remodelaciones del tamaño de los labios menores). La doctora recuerda que "antes de planteártelo, deberías recordar que hablamos de estructuras sensibles a la estimulación sexual".
37. Existe un tipo de dolor crónico en la zona de la vulva, incluido el vestíbulo, que se considera de tipo nervioso llamado vulvodinia. Lo experimentan entre el 8 y el 15% de las mujeres.
38. Entre las causas de la vulvodinia pueden ser: a raíz de una situación dolorosa, como una cirugía o una serie de infecciones por hongos. Algunas mujeres también afirman que el arranque de su enfermedad coincidió con una situación estresante.
39. El prolapso de los órganos pélvicos (POP) es el descenso o desprendimiento de la vagina y del útero, que baja por la vagina. Aunque suena muy grave, aproximadamente el 40-50% de las mujeres revelarán POP en un examen médico, solo que "no muestran sintomatología".
40. La piel, el pelo y el iris de los ojos obtienen su color de un pigmento llamado melanina, fabricado por los melanocitos. No se sabe el motivo, pero la vulva alberga más melanocitos que muchas otras partes del cuerpo y, sin embargo, muestra el mismo tono que casi toda la piel.