La presión sobre si se debían convocar actos controlados para reivindicar el Día de la Mujer el 8 de marzo o no por parte de Igualdad ya se va aclarando. La delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Victoria Rosell, ha advertido de que el Ejecutivo, incluido el Ministerio de Igualdad, "va a cumplir las indicaciones sanitarias sin ninguna duda" y pone el foco en las medidas alternativas que se puedan organizar y que no pongan en riesgo la salud de nadie.
"El feminismo ha demostrado ya una experiencia creativa en la reivindicaciones fuera de toda duda, en los balcones, en los aplausos... Ahora, no vamos a negar que tras esta primera lectura superficial, hay un ataque real al 8-M por parte de quienes no han estado de acuerdo y lo intentarían boicotear en pandemia o sin pandemia", ha asegurado en el programa de La 1.
Por eso, Victoria Rosell asume que "este año toca hacer caso a todas las recomendaciones, pero que nadie nos dé lecciones desde la derecha a las mujeres de cuidar la salud y salvar vidas porque somos las que estamos sosteniendo las vidas y ya se ha demostrado en pandemia quienes han sido las que más han sufrido".
La delegada del Gobierno para la Violencia de Género aclara que el feminismo podría organizar algún acto reivindicativo pero no va a ser con la participación oficial del Gobierno: "Yo desde luego estoy con Carolina Darias, la ministra de Sanidad, que ha dicho que no es en absoluto recomendable y que quería ser clara y diáfana en esto".
La diputada de Podemos no ha querido dejar pasar que "es importante visibilizar" todas las actividades por el 8-M porque "otros años, igual que ahora, es una manifestación por los derechos de la mujeres, por la igualdad". Además, ha recordado que "la vía pública es un espacio de participación política" como ha reconocido el Tribunal Constitucional y que "los derechos se han ganado ahí también".
También ha recordado que muchas mujeres tienen en la cabeza imágenes como el concierto de Raphael, con más de 4.000 personas en un espacio cerrado cuando ahora se habla del peligro de la celebración de concentraciones para la reivindicación feminista en espacios abiertos.
"Eso es lo que tenemos en la cabeza cuando nos están diciendo que salir a rememorar por qué estamos en las calles todos los 8 de Marzo es quién estaba en ese concierto de Raphael en qué condiciones y que intenten menospreciar así una manifestación al aire libre".
Para ella, esta polémica después de que se hayan convocado otros eventos multitudinarios es cargar contra el 8-M y lo que significa: "Si nadie ve una carga peyorativa contra el 8-M y los derechos de las mujeres es por negar la evidencia".