Woman (Adso Film) es de esas películas que no dejan indiferente a nadie. Es imposible apartar la mirada de la pantalla cuando una mujer de la Polinesia Francesa cuenta sufrimientos parecidos a otra mujer de Rusia o a una keniata. Vestidas diferentes, con rasgos y tallas distintos, culturas lejanas... lo único que les une es el hecho de ser mujer.
El documental, dirigido por Anastasia Mikova y Yann Arthus-Bertrand, llega a los cines este 5 de marzo después de pasar por varios festivales con éxito de crítica y público. Sus 105 minutos se basan en encuentros personales con 2.000 mujeres de 50 países distintos para hablar de sus circunstancias: desigualdades, abusos, barreras, explotación que sufren pero, sobre todo, de cómo son capaces de sobrevivir en un mundo que las desprecia como iguales.
La intención de Woman es clara: responde al deseo de mirar el mundo con los ojos de una mujer, ver sus ventajas, sus desventajas y muchas veces los castigos simplemente por haber nacido con dos cromosomas X: "Millones de mujeres padecen su vida en lugar de elegirla".
"Es un reflejo actual de la sociedad, donde muy a menudo la mujer sufre desigualdades y se enfrenta a dificultades pero también es un canto a todas las mujeres que toman las riendas de sus vidas para cambiar el mundo", asegura la sinopsis de esta película de Adso Films.
En la sucesión de mujeres de rostros muy diferentes, jóvenes y mayores, ancianas incluso, vestidas con ropas tradicionales o en vaqueros, cuentan a cara descubierta, nunca mejor dicho, su sufrimiento por abusos sexuales, por desconocidos o por familiares; de la tiranía de la belleza; hablan de educación; de la trata; del matrimonio forzado y del libre; de la maternidad consciente y de la que está llena de ignorancia; de la desigualdad en el trabajo; de las renuncias; de la ablación; del orgasmo...
La sensación conforme avanza la película es que la feminidad es un castigo porque el mundo en general no está montado para que hombres y mujeres vivan libremente, sino que se ha organizado bajo la premisa de que ellos mandan y las mujeres pueden ser tratadas como un ser más que habita la tierra, como vacas o como caballos, en la mayoría de los países.
Siguen alejadas del poder (menos del 10% de los países del mundo está dirigido por una mujer) y se instalan con más intensidad en la pobreza (el 70% de las personas que viven bajo ese umbral en el mundo es mujer).
"Cuando acabo de trabajar, cansada, pienso que me gustaría ser un hombre para estar acostado bajo el árbol", explica una joven de una tribu africana.
"Me separé de mi marido, pero vivíamos en la misma casa. Un día, me levanté para ir a trabajar y me lo encontré. Me preguntó dónde iba y yo le dije que a trabajar. Y me preguntó ¿quién iba a darme un trabajo a mí? No cómo había conseguido el trabajo, cuándo o de qué... sino quién iba a emplearme", narra una hispana que vive en EEUU.
Woman también habla de amor, de sororidad, de la unicidad de ser mujer y del poder de alguien que "sangra todos los meses" y que "tiene la capacidad de engendrar una vida" sin desfallecer. "Me encanta ser una mujer", aseguran muchos de los rostros que acaban de narrar una situación difícil, un drama, pero que ya han superado.
Los directores
Los responsables de este proyecto ya venían de sentir el éxito de trabajos como Human y Home. Anastasia Mikova es una directora ucraniana y periodista cuyo trabajo se centra en temas sociales y humanistas. Ha trabajado como periodista para documentales sobre la inmigración ilegal, el tráfico de órganos o la maternidad subrogada.
En 2009, se convirtió en la editora jefe de la serie documental Earth From Above que marcó el comienzo de su colaboración con Yann Arthus-Bertrand. Con la película documental Human, Mikova fue la primera ayudante de dirección de Yann Arthus-Bertrand y realizó más de 600 entrevistas para el filme.
Por su parte, Yann Arthus-Bertrand es director y fotógrafo francés y se dio a conocer al gran público en 1999 tras la publicación del libro Earth From Above, un best seller mundial que vendió más de tres millones de copias y luego se convirtió en una serie documental.
Arthus-Bertrand fue nombrado 'Embajador de Buena Voluntad' del Programa de las Naciones Unidas por el Medio Ambiente (PNUMA) en 2009. En su primer largometraje Home (visto por casi 600 millones de espectadores) se mostraba cómo el ser humano está maltratando el planeta.
Tanto Mikova como Arthus-Bertrand cuentan cómo surgió Woman: "Algunos proyectos simplemente vienen a ti. Este fue el caso. Al grabar Human, entre 2012 y 2014, nos conmovieron profundamente los testimonios de las mujeres. A pesar de que a menudo se mostraban tímidas y un tanto desconfiadas antes de cada entrevista, al final acababan dejándose llevar y expresándose delante de la cámara, como si hubieran estado esperando este momento toda su vida. Como si fuera una cuestión de vida o muerte. Las mujeres necesitaban hablar. Pero, sobre todo, necesitaban ser escuchadas".
Ellos insisten en que "sobre todo, esta película es un mensaje de amor y esperanza enviado a todas las mujeres del mundo. Un intento de comprender su vida, medir el progreso realizado, pero también todo lo que queda por hacer".
Pero impresiona, como asegura una de las participantes, "la increíble resistencia de las mujeres, su capacidad de seguir contraviento y marea, como si 'formara parte de nuestro ADN'".
Por eso, estos dos directores tienen claro que "estas mujeres nos han proporcionado una gran responsabilidad: asegurar que sus voces sean escuchadas para que el día de mañana, estas que representan la mitad de la humanidad, nunca sean vistas como un colectivo débil".