Hace cincuenta años 343 mujeres se atrevieron a afirmar públicamente en Francia que habían abortado. Las llamaron zorras, pero su manifiesto, del que este lunes se cumple medio siglo, rompió el silencio en torno al aborto y contribuyó a que cuatro años después se consiguiera su despenalización. Claudine Monteil fue una de las firmantes. Tenía 21 años, por lo que en aquella época acababa de alcanzar la mayoría de edad, y era la benjamina de un grupo que mezclaba a desconocidas con ilustres personalidades, como la filósofa y escritora Simone de Beauvoir o la actriz Catherine Deneuve.
El peso de las signatarias famosas protegió a las demás, aunque todas se arriesgaron entonces a una pena de cárcel, y el eco que tuvo tras su publicación en la revista Le Nouvel Observateur, actual L'Obs, sobrepasó sus expectativas.
"No imaginábamos que se iba a convertir en histórico. Esperábamos que se hablara de él. Su gran éxito fue que todas las familias se vieron obligadas a comentarlo. Mujeres de 80 o 70 años empezaron a contar a sus nietas que habían abortado. Desde ese punto de vista ya habíamos ganado, pero su impacto fue mucho más fuerte simbólicamente que eso", cuenta a EFE Monteil. Su texto, titulado "Un llamamiento de 343 mujeres" y escrito por De Beauvoir, denunciaba que un millón de mujeres abortaba cada año en Francia en condiciones peligrosas debido a la clandestinidad a la que se veían condenadas.
"Soy una de ellas"
"Declaro que soy una de ellas. Declaro haber abortado. Igual que reclamamos el libre acceso a los métodos anticonceptivos pedimos el aborto libre", decía ese manifiesto que pasó a ser conocido como el de las 343 "zorras" porque así las bautizó el semanario satírico Charlie Hebdo. "Al principio nos lo tomamos a broma, pero ahora hace cincuenta años que me llaman zorra. Es un insulto clásico que los hombres nos hacen cuando reivindicamos nuestros derechos. Por eso cuando jóvenes feministas me dicen 'Es formidable, fuiste una de las 343 zorras', les digo 'No, fuimos mujeres valientes que nos arriesgamos mucho'".
Su propia madre pensó que había destrozado su vida. Todavía no había empezado a trabajar y aspiraba a ser diplomática y escritora, algo que luego se ha cumplido, pero la posibilidad de tener antecedentes penales era real y habría acabado con sus planes.
Daños colaterales
Hubo firmantes que perdieron su trabajo, mujeres a quienes su familia dejó de hablar y jóvenes que abandonaron sus estudios porque en casa dejaron de ayudarlas económicamente. A todas las acusaron de irresponsables o exhibicionistas, y en la emisora Radio Vaticano se llegó a afirmar que Francia iba camino del genocidio. En aquellos momentos el aborto estaba penado con entre seis meses y dos años de cárcel y, aún así, entre 800.000 y un millón de francesas se atrevían a interrumpir su embarazo al año, en condiciones por las que acababan muriendo unas 5.000.
No todas las que lo firmaron habían abortado. Algunas como Monteil, que ya se había implicado en la revolución estudiantil de Mayo del 68, lo hicieron por solidaridad y para defender su derecho a "amar y ser amada sin tener miedo" a quedarse embarazada. La idea del manifiesto partió de la periodista de Le Nouvel Observateur Nicole Muchnik, y la participación de De Beauvoir fue decisiva para que lo respaldaran otras mujeres famosas, entre las que también estaba la abogada Gisèle Halimi.
Triunfo judicial
Su lucha no acabó ahí. La movilización continuó y con la llegada al poder en 1974 de Valéry Giscard d'Estaing y de Simone Veil en la cartera de Sanidad la ley que lo despenalizó fue promulgada el 17 de enero de 1975. "Se dice a menudo que Veil fue muy valiente, y es cierto, pero no habría podido hacer nada si no hubiera habido un movimiento social extremadamente fuerte", indica a EFE Suzy Rojtman, cofundadora del Colectivo Feminista contra la Violación 1985 y portavoz del Colectivo Nacional para los Derechos de las Mujeres (CNDF).
Cincuenta años después la lucha se ha orientado a ampliar de las 12 a 14 semanas el plazo para abortar. En un nuevo manifiesto publicado este domingo por el diario Le Journal du Dimanche y respaldado entre otras por la actriz Vanessa Paradis, 343 mujeres afirmaban haber abortado fuera del margen legal y pedían esa extensión.
"Seguimos sufriendo restricciones y sigue siendo importante velar para que ese derecho sea mantenido y ampliado", recalca Rojtman. Según las últimas cifras oficiales, 217.291 mujeres abortaron en 2019, 7.769 más que el año anterior. Las feministas tienen motivos suficientes para no estar paradas, añade la portavoz del CNDF, que ve en ese manifiesto y en el reciente movimiento de denuncia contra el acoso sexual Me Too, tanto en Francia como en el extranjero, dos de los grandes hitos del colectivo.