Un tuit de una aficionada del Real Madrid celebrando el gol de Asensio frente al Liverpool en los cuartos de Champions sería lo más normal en un mundo donde las redes se han convertido en un medio de comunicación inmediato.
Sin embargo, si el tuit es de la portera del Real Madrid femenino, un miembro del club como cualquiera de sus compañeros del primer equipo o de la cantera, y se ve obligada a borrarlo a las pocas horas tras sufrir insultos machistas y de contenido sexual... la situación es bien diferente y lo que muestra es lo que viven las deportistas en general, y las futbolistas en concreto, en un deporte que sigue siendo visualizado de forma masculinizada.
María Isabel Rodríguez, Misa, una de las futbolistas más mediáticas del panorama español, con más de 105.000 seguidores en Instagram, colgó una foto de su última victoria frente al Atlético de Madrid, junto a la de Asensio celebrando el gol, bajo el lema: "Misma pasión". Y desató una ola de comentarios de contenido sexual y homófobo que ha sido respondida con la mayor campaña por la igualdad de género de la historia del deporte español y la mejor, espontánea.
"Esa quiere parar dos pelotas a la vez". "Misma orientación sexual", "no te vas a follar a Asensio" o "tanta pasión como ganas de empotrárselo" fueron algunas de las respuestas que tuvo que soportar Misa hasta que se cansó y borró el tuit.
Pero la reacción ya se había puesto en marcha y su denuncia ha desatado una ola de solidaridad con las deportistas y sobre todo futbolistas, de todos los clubes e incluso de fuera de nuestro país, como en Reino Unido, México o Argentina.
Los primeros en reaccionar fueron los mismos jugadores del Real Madrid, con Asensio a la cabeza. Colgaron fotografías de celebraciones suyas junto a la de Misa de camiseta en mano para reivindicar la pasión que comparten (Misma pasión) y el amor por un deporte que sigue distinguiendo sobre todo en recursos y en oportunidades entre chicos y chicas.
Detrás han ido decenas de deportistas y clubes, estrellas como Messi o Pau Gasol que han homenajeado a sus compañeras de equipo en un intento de dejar claro que todos son iguales a los ojos de la bandera que los hermana.
Lo curioso es que esa foto de reivindicación de amor a su club, de trabajo bien hecho y de orgullo de equipo, ya se había viralizado en el buen sentido cuando ella misma la colgó después de ganar en el pasado 14 de marzo en el Wanda Metropolitano al Atlético de Madrid por la mínima y gracias a sus paradones.
De hecho, una de sus intervenciones, si en vez de Misa se llamara Courtois o Ter Stegen o simplemente fuera un portero y no una portera, hubiera liderado la lista de Trending Topic del día y lo hubiéramos visto en todos los informativos. Ella se tuvo que conformar con la satisfacción de un vuelo que salvó a su equipo. Con su pasión, aunque no fuera la misma.
La agente de futbolistas Carlota Planas, de UNIK Sports Management, tiene claro que el problema que ha destapado un simple tuit es la sexualización que se sigue haciendo del cuerpo de la mujer en todas las profesiones, situaciones y exposiciones públicas, incluida el deporte.
También en Twitter, Planas dejó clara su postura ante los comentarios a Misa y advirtió con el ejemplo de dos fotografías que mientras en el fútbol masculino se ve a un equipo que celebra un gol; en el femenino, se sigue viendo a un grupo de mujeres que pueden ser objeto de acoso o insulto impunemente.
Un sueño blanco
La historia de Maria Isabel (Misa), de 21 años, podría ser como la de cualquier niño o cualquier niña que empieza a jugar en el club cerca de su casa pensando que alguna vez, si la suerte y los condicionantes le ayudan, podría debutar en el Madrid, o en el Atlético, o en el Barcelona... Bueno, la misma historia no, porque Misa ha conseguido jugar en dos de esos tres grandes clubes y los rumores la situaban como una de las deseadas del Barcelona en la pasada temporada.
Empezó dando patadas al balón desde muy chica en su Gran Canaria natal. Incluso se las arreglaba muy bien como de delantera en el Club Deportivo Yoñé La Garita, su primer equipo. Pero pronto supo que los tres palos eran su territorio y se llevó el control de balón al área chica, donde uno de sus fuertes es la tranquilidad a la hora de jugarlo, además de su seguridad y su altura, 1,73 metros.
Misa siempre soñó con jugar en el Santiago Bernabéu, donde sus padres la llevaron con sólo 10 años como regalo de comunión para que pudiera ver a sus ídolos. Sin embargo, el club blanco no tenía división femenina hasta su acuerdo con el CD Tacón y vistió primero la camiseta del Atlético.
Ya en a las órdenes de David Aznar, su carisma y su fuerza han hecho incluso que reciba el patrocinador técnico de SP Fútbol como una de las jugadoras más importantes del club blanco. Ahora su nombre, y su lema, puede convertirse en un paso de gigante para la lucha de estas chicas por ser reconocidas en las mismas condiciones que sus compañeros.
Consciente de la importante campaña que se ha iniciado con su fotografía, Misa volvía a colgarla en su Twitter dando las "gracias desde el corazón" a todos. Lo siguiente será pedir la igualdad real.