Por el Día de la Madre, son muchas las personalidades que han hablado sobre sus madres y han publicado fotografías y muestras de afecto hacia ellas. El presidente de China, Xi Jinping también le ha querido hacer un homenaje a su madre, Qi Xi (1926), quien le ha influido mucho en su manera de gobernar el país.
En un vídeo propagandístico publicado el pasado domingo por la agencia estatal del país, China Media Group (CMG), Xi Jinping recuerda cómo su madre le enseñó a "servir a su país con lealtad".
"Con los años, Qi le enseñó a su hijo tres lecciones importantes para la vida: devoción pura y desinteresada a la nación; honestidad y autodisciplina; y compromiso sin dejar de lado el bienestar personal para conseguir el bien de las personas", dice el vídeo, que recopila imágenes de Xi como gobernante y también en momentos familiares.
No es la primera vez que Jinping comenta la influencia de su madre en su gobierno. "La familia es la primera aula de las personas, y los padres son los primeros profesores de los niños", dijo en una ocasión.
Igualmente, en 2013, durante su discurso de Año Nuevo, se pudieron ver fotos en su estantería que captaron la atención de la comunidad online, sobre todo una imagen suya caminando agarrado de la mano de su madre.
Además, durante la primera National Conference of Model Families en diciembre del año 2016, Xi contó una historia relacionada con la educación familiar. La conferencia fue la primera de su clase en mostrar honores de cara a las familias modelo seleccionadas en todo el país y se rindió homenaje a un total de 300 familias modelo.
"Cuando yo era un niño, mi madre me dio una serie de libros de cuentos ilustrados, The Legend of Yue Fei. Uno de sus más de 10 volúmenes muestra a la madre de Yue Fei tatuando en su espalda a cuatro personajes que dicen: 'Servir al país con la mayor lealtad'", explicó Xi. Esa historia de Yue Fei, una conocida figura militar antigua que lucha para hacer frente a la invasión, le impresionó profundamente.
Partido Comunista
Además, Qi, como miembro del Partido Comunista de China, le inculcó los valores y creencias del partido. Ella se unió al partido en 1939, a la edad de 13 años, siendo parte muy activa de la institución.
Pasó dos años cerca de la línea del frente durante la guerra chino-japonesa y más tarde pasó ocho años trabajando junto a agricultores en el noroeste de China; dos vivencias que le ayudaron a construir un vínculo especial con la gente.
La experiencia de Qi encuentra su resonancia en el hijo. De forma parecida, Xi se fue de casa a la edad de 15 años para vivir y trabajar con los agricultores en la aldea de Liangjiahe, situada en la provincia de Shaanxi, al noroeste de China.
En los años que pasó en el campo, Xi estuvo acompañado por una bolsa de costura bordada con el "corazón de mamá" hecha por Qi, según cuentan los medios nacionales chinos. Las palabras se dirigían a recordarle a Xi que "debe mantenerse fiel a su aspiración original por el país y la causa revolucionaria", siendo estos los espíritus compartidos tanto por la madre como por el hijo.
Durante toda la fase de crianza de Xi, su madre en muchas ocasiones lo instó a ser estricto consigo mismo, sobre todo al ocupar puestos de dirección. De esta forma, Qi se tomó en serio el lema en la vida de "trabajar bien, estudiar bien y manejar todo bien", y animó a su vez a su hijo a seguir las mismas directrices.
Tal y como decía el vídeo, "sus palabras de apoyo han inspirado en muy buena parte a su hijo a servir al público en general con el objetivo de alcanzar una buena vida para las familias de China".