Xela Dafauce parece tener una energía inagotable. Desde bien pequeña ha compaginado sus estudios -donde siempre ha sido alumna de matrícula- con la práctica del deporte, llegando a competir a alto nivel en lucha libre y judo. Su pasión por la actividad física le llevó a estudiar Ciencias del Deporte en la Universidad de Granada, de nuevo con un expediente académico insuperable, y, ahora, a desarrollar una app que podría cambiar por completo la forma en la que vemos el deporte.
A lo largo de los años, Xela ha visto como la mayoría de personas no entendían ni la lucha libre ni el judo, los deportes que tanto ama. Por eso, cuando Panasonic lanzó una competición internacional por los Juegos Olímpicos de Tokio para buscar proyectos tecnológicos que rompiesen las barreras del deporte, se puso manos a la obra para crear un programa que permita "que todo el mundo pueda entender los deportes mientras los está viendo".
"Lo que querían en Panasonic con la convocatoria de Going Beyond Barriers era encontrar una idea que rompiera todas las barreras del deporte en cualquier campo", explica a MagasIN. "Yo por ejemplo hago lucha y siempre siento que nadie entiende cómo funciona ni nada. Quería desarrollar algo para que la gente pueda ver un deporte que nunca haya visto y comprender lo que pasa".
Para lograrlo se unió a dos amigos ingenieros que le ayudaron a desarrollar el prototipo. En el ejemplo de su presentación se muestra una competición de judo en la que el árbitro realiza unos gestos, desconocidos para muchos. El programa detecta dichos gestos y aparece un cartel con la explicación de qué significan. Así, todos podríamos ver a tiempo real una competición de este deporte y saber qué ocurre y por qué.
Tras muchas horas de trabajo y reuniones con Panasonic, el equipo fue ganando las competiciones, hasta llegar a la final. "Después de ganar la competición regional, que fue en Francia, y la europea, llegamos a la final, compitiendo contra China, EEUU y Japón", relata orgullosa.
Dicha final se celebró el pasado 22 de agosto y Xela, junto a sus dos compañeros de Países Bajos, Bob y Simon, presentó el esperado proyecto. Un momento que los tres habían esperado durante un año, pero que finalmente les dejó un sabor agridulce debido a las restricciones por la pandemia. "La idea era estar presencialmente en los Juegos Olímpicos y, después de presentar el prototipo oficial, intentar desarrollarlo y que sea accesible. Al final lo hemos tenido que hacer todo a nivel virtual".
Tal y como cuenta Xela, en estos años de preparación y trabajo, Panasonic mantuvo cierto secretismo sobre el premio del equipo ganador. Sin embargo, la empresa japonesa tenía guardada una sorpresa: "Han decidido que no haya ganador, sino que todos tengamos la oportunidad de seguir desarrollando la idea para intentar ponerla en práctica en los próximos Juegos Olímpicos".
Aunque Xela y sus compañeros aún no tienen claro el futuro de su prototipo, la joven gallega tiene esperanzas de poder seguir trabajando en ello y marcar un antes y un después en la forma de ver el deporte. "Durante la presentación especialistas de todo el mundo mostraron su feedback e interés acerca de nuestra idea, por lo que me siento muy optimista con lo que el futuro nos deparará".
Trayectoria de 10
Pase lo que pase con este proyecto, hay una cosa clara: el futuro de Xela seguro que le trae grandes cosas. Alumna brillante durante toda su trayectoria académica, Xela fue reconocida como la mejor graduada en Ciencias del Deporte de España por la Sociedad Española de Excelencia Académica (SEDEA).
"Yo siempre me quejaba porque la gente que se esfuerza muchísimo y que saca buenas notas tiene que tener alguna ayuda para que cuando acaben no estén perdidísimos en el mundo laboral. Entonces una compañera me dijo que existía esta iniciativa y me encantó porque creo que en España especialmente se necesita más que se reconozca a la gente que se esfuerza". El título de SEDEA le aportó ese reconocimiento que tanto merecía y le empujó a seguir con su carrera.
En los últimos años ha compaginado la participación en la competición de Panasonic con el estudio de un máster y el inicio de su doctorado, en el que se encuentra inmersa dese enero. Pero aunque parezca todo color de rosa, ella también ha tenido que superar muchos obstáculos en su camino como, por ejemplo, la pandemia. Además de hacerle retrasar la presentación de su prototipo para las Olimpiadas, provocó que se tuviera que tomar un "descanso forzoso", algo que esta chica todoterreno no llevó muy bien.
En 2020, tenía previsto finalizar su máster en Fisiología Clínica, que estudió en la Universidad de Hull (Reino Unido), pero la pandemia le complicó los planes y por primera vez en su vida se vio parada y sin saber muy bien qué le depararía el futuro. En vez de terminar en septiembre como tenía previsto, se vio obligada a extenderlo.
"No es que estuviera haciendo nada, simplemente extendían las prácticas. No podía trabajar porque no tenía el título, pero tampoco estaba estudiando. Nunca jamás había tenido un parón en mi vida, siempre había sido estudiar, trabajar, estudiar, trabajar... La verdad es que estaba desesperada", recuerda. "Era todos los días echar currículums a todo lo que se me ocurriese y todos los días despertarme con el correo de gente rechazándome, que la verdad es que no es la mejor sensación del mundo pero bueno".
Investigación en Cardiff
Finalmente, consiguió que le aceptasen en la Universidad de Cardiff para participar en un proyecto que investiga el deporte como medio de prevención de enfermedades cardiovasculares. "Queremos ver los efectos del ejercicio en personas con un alto riesgo de tener, por ejemplo, un ataque al corazón o una enfermedad cardiovascular, en comparación con la medicación", explica.
Lleva ya más de medio año en Cardiff y, aunque está muy agradecida por la oportunidad, no oculta sus ganas volver algún día a España y trabajar combinando la investigación con la atención a pacientes. Sin embargo, esa opción es, por el momento, poco probable.
"Hice el máster en el norte de Inglaterra porque la especialidad de Fisiólogo Deportivo para trabajar en hospitales con pacientes no existe como tal en España. Después eché currículums a todas partes para el doctorado: en Australia -donde hizo un curso de la carrera-, Inglaterra, España... Hice todo lo que pude porque quería volver para estar con mi familia y mis amigos, pero no me llamaron para absolutamente nada. Cuando conseguí este doctorado, que encima te pagan muy bien y las condiciones son buenísimas, no me lo pensé. Además, el tema es precioso".
Aunque era consciente de que especializarse en Fisiología Deportiva suponía "cortarme las salidas de poder volver a España", no pierde la esperanza de trabajar más cerca de su familia algún día. "Aquí todos los hospitales tienen una persona que hace la rehabilitación cardíaca y fisiólogos deportivos que hacen las pruebas de esfuerzo antes de una operación, la ciencia del deporte está mucho más acentuada. Yo creo que en España dentro de unos años llegaremos a ese punto porque es necesario de alguna manera", apunta.