"La naturaleza de los músculos es la misma en el cuerpo que en el rostro: o se usan o se pierden. Si practicamos ejercicio para fortalecer nuestro cuerpo, vernos bien y ganar salud, ¿por qué no hacer lo mismo para la cara?", se pregunta Izumi Forasté Onuma, la especialista en belleza y autocuidado japonesa que recoge en su libro El secreto japonés del yoga facial (Editorial Diana) cuarenta ejercicios de yoga para realzar la belleza natural del rostro y potenciar el bienestar de las mujeres. Un manual indispensable para las amantes de la belleza que estará disponible a partir de este miércoles 17 de noviembre.
Aunque para muchas personas pueda sonar algo extraño, el yoga facial es una técnica que se practica desde hace décadas en Japón con unos resultados "excepcionales". Para llevarlo a cabo hay que combinar ejercicios y masajes en la piel del rostro para mejorar la circulación sanguínea, alisar las arrugas de expresión, eliminar los signos de fatiga y contribuir a su firmeza y luminosidad.
A través de los cuarenta ejercicios que se proponen en el manual, Izumi Forasté Onuma, nos enseña a trabajar distintas zonas del rostro, así como rutinas específicas para realzar la belleza de una forma totalmente natural, sin necesidad de químicos ni de cirugías estéticas.
Milagro japonés
Con tan solo dedicar unos minutos cada día a realizar los ejercicios se pueden conseguir grandes cambios: desde descongestionar bolsas y ojeras, hasta levantar los párpados y abrir la mirada, o suavizar arrugas del entrecejo y alrededor de los labios, o realzar el óvalo del rostro.
"Nuestra cara tiene más de treinta músculos que usamos cada día sin darnos cuenta. Al movilizarlos de forma consciente, en especial aquellos que no utilizamos habitualmente, mejoramos la circulación sanguínea, oxigenamos la piel y conseguimos un efecto lifting. Todo ello, a su vez, permite reducir el estrés que acumulamos en el día a día, el cual afecta directamente a la calidad de nuestra piel", explica la experta.
Forasté Onuma también recalca que llevar un estilo de vida como una alimentación sana es fundamental para conseguir una piel radiante. A esto habría que sumarle la rutina de ejercicios faciales de yoga y masajes, con los que se marca la diferencia. "El cuidado de la piel no solo se limita a aplicar buenos productos, sino que también se centra en fortalecer y relajar los músculos a través de técnicas de masaje y yoga facial. De este modo, podemos decir que la belleza del rostro también se trabaja desde el interior", afirma la japonesa.
Beneficios en semanas
En el manual de esta beauty expert encontramos una serie de ejercicios que podemos probar desde casa. Cada postura se explica detalladamente y con instrucciones paso a paso acompañadas de fotografías, donde la propia Forasté nos enseña cómo hacerlo. El objetivo es aprender a relajar los músculos del rostro y el cuello, que en muchas ocasiones tenemos en tensión por el estrés y que derivan en un dolor corporal o malestar que afecta de una forma más directa a la mujer.
Los beneficios que ofrece el yoga facial son muchos. Reduce la hinchazón del rostro al movilizar los músculos faciales, lo que mejora la circulación sanguínea y el drenaje linfático de los líquidos y sustancias de desecho. Además, aporta esa firmeza y efecto lifting tan perseguido, porque se activan funciones metabólicas que estimulan la producción de colágeno y elastina.
También se elimina la papada y se marca el contorno facial, termina con las bolsas y ojeras al evitar la retención de líquidos, eleva los párpados y abre la mirada gracias a que la musculatura de alrededor de los ojos gana volumen. La piel queda más luminosa y con un tono más uniforme, y además realizar estos ejercicios de forma constante ayuda a reducir y prevenir las arrugas.
Rutina de mañana
Para aquellas mujeres que quieran introducirse en el mundo del yoga facial, Izumi Forasté Onuma nos ofrece un ejercicio clave para comenzar el día y que solo nos tomarán cinco minutos. Según explica, "es muy habitual que el rostro se muestre hinchado al despertarnos, ya que al estar estirados durante muchas horas, se estancan los líquidos en la cara". Por ello, nos sugiere una sencilla rutina que se puede hacer tras haber aplicado la crema hidratante habitual, y que sirve para activar la circulación y reducir el volumen facial.
"Con ella se reducen las bolsas de los ojos y las ojeras, lo que permite tener una mirada despierta, además de marcarse bien el contorno de la cara. Todo esto teniendo en cuenta que por las mañanas no solemos tener mucho tiempo", añade.
Primero, activa la circulación alrededor de los hombros con un ejercicio para descargar la tensión. Subiendo y bajándolos suavemente. Después, pasa a unos estiramientos de cuello para ir despertando el cuerpo, moviendo el cuello de un lado al otro. Para mejorar la circulación y eliminar la flacidez del rostro sigue las imágenes para crear estos gestos que activaran la piel.
Después, para definir una línea bonita en la mandíbula la experta nos anima a mover la boca de un lado a otro con los labios en forma de beso. Y por último, para reducir las bolsas y las ojeras debemos mirar con los gestos concretos que nos indican en las fotografías.
Este es solo uno de los muchos ejercicios de yoga facial que se pueden realizar siguiendo los pasos de Izumi Forasté Onuma. Una forma natural de cuidar nuestros rostros sin necesidad de acudir a una infinita cantidad de cremas "milagro" o de acudir a la cirugía estética.