China vive en la actualidad un absoluto desafío demográfico. Décadas con la política del hijo único y los cambios sociales que han provocado que las mujeres prioricen la vida profesional y en muchos casos no quieran tener hijos, han provocado un descenso muy preocupante de la natalidad y un cada vez más insostenible envejecimiento de la población. Para luchar contra ello, el gobierno lleva a cabo iniciativas para alentar a los jóvenes a tener hijos ampliando la ley a un máximo de tres hijos por familia y a través de ayudas económicas. Todo ello se ha unido a una fuerte campaña a favor del matrimonio hasta el punto de casi despreciar a quienes no se casan antes de los 30.
Esta presión por casarse afecta principalmente a las mujeres, ya que el paso del tiempo disminuye las posibilidades de tener hijos. Asimismo, las mujeres tienen más oportunidades para encontrar marido, ya que tras años en los que miles de niñas eran dejadas en orfanatos porque era mejor tener hijos varones, el país se encuentra ahora con que hay muchos más hombres que mujeres. Concretamente, en 2020 se calculaba que había 30 millones más de hombres que mujeres. Por ello, las mujeres que pasan de los 30 y siguen solteras, sufren un estigma social y una presión familiar asfixiante.
Presión familiar
Mujeres sobrantes, como se llama despectivamente a estas solteras, es el título del documental de la BBC dirigido por Shosh Shlam's y Hilla Medalia, que muestra las dificultades de estas jóvenes que luchan contra las imposiciones sociales. Fue estrenado en 2020, pero ahora se publica en español, y sigue a tres mujeres solteras, Qiu Hua Mei, una abogada de 34 años; Xu Min, de 28 años, que trabaja en la radio pública; y Gai Qi, de 36 años, profesora universitaria asistente en Beijing; quienes, "a pesar de sus prósperas carreras, todavía son etiquetadas como 'mujeres sobrantes' o sheng nu".
"No eres una mujer guapa al estilo tradicional y con 34 años tienes que admitir que ya eres vieja. No puedes ser tan exigente", le dice la trabajadora de una agencia matrimonial a Qui Hya Mei, una de las protagonistas. La abogada, que admite que quiere casarse y busca a su pareja ideal, también acaba peleándose con su familia cuando acude al pueblo de visita. Sus padres "ya no saben qué decir cuando los vecinos preguntan por ella".
Además de una convención social, algunos expresan que una mujer no puede ser del todo feliz ni estar completa sin estar casada y tener hijos. "He estado orgulloso de ti desde que te graduaste en la universidad, pero tienes que casarte. Estamos preocupados por ti, quítanos esta preocupación", le dice su padre mientras ella está a punto de llorar.
"Mi hermana mayor dijo a mi sobrino que me llamase 'tía soltera', me dolió aún más viniendo de ella", afirma Xu Min. Por su parte, Gai Qi sí que ha encontrado pareja y se muestra su boda, aunque no parece tan romántica como cabría esperar. "Casi estoy yo más emocionada que tú", dice sonriente su madre mientras maquillan a la novia. "La verdad es que sí", responde ella un tanto seria.
Gobierno y empresas
En Mujeres sobrantes, se denuncia cómo el gobierno chino propicia la burla hacia las 'mujeres sobrantes' con caricaturas y propaganda y expone cómo permanece en el país una cultura patriarcal y anticuada, en la que muchos hombres aspiran a tener más poder en la relación. "Quiero ser dominante, al menos 60-40%", comenta una de las citas de Qui Hya Mei.
Igualmente, los hombres también tienen presión para casarse. Por ejemplo, otra cita de Qui Hya Mei, al que conoce en un evento de citas exprés multitudinario, le dice directamente que él ya no espera enamorarse, pero que quiere casarse. El documental también muestra cómo los solteros y solteras buscan pareja casi como si fuese un trabajo. Dejan anuncios en parques que dicen cosas como: "Mujer joven con título universitario busca a hombre divertido y de 1,8 metros" u "Hombre de 1,7 metros, con trabajo estable busca a chica guapa graduada en la universidad".
Los solteros que pasean por la zona miran los anuncios por si alguno les interesa e incluso, en algunos casos, hay personas que hacen de 'celestina': ya sean madres, familiares o amigos de la persona soltera.
Hasta las empresas han introducido medidas para potenciar que las solteras de más de 30 encuentren marido dándoles más días de vacaciones para que puedan conocer a alguien.
Reivindicar la soltería
Para reivindicar la soltería en el país, se han creado diferentes campañas. La más famosa es el día del soltero, que se celebra desde 1993 cada 11 de noviembre (11/11) porque el número uno está solo. Esta fiesta se ha convertido en toda una tradición y se celebran grandes eventos para que los solteros se relacionen entre ellos. No obstante, en los últimos años se ha convertido más en un reclamo para las empresas, que aprovechan esa fecha para ofrecer descuentos en las ventas online.
En lo que respeta a las mujeres, cada vez son más las que alzan la voz para dejar de ser consideradas 'mujeres sobrantes'. Una de las batallas de más actualidad y que lidera la activista Teresa Xu, es poder acceder a la congelación de óvulos estando solteras, una prohibición que no tiene mucho sentido teniendo en cuenta que el objetivo del gobierno es aumentar la natalidad. "Mis óvulos están envejeciendo conmigo y la fecha límite es cada vez más urgente", declaró Xu a los medios al llegar al juzgado donde se escuchó su demanda.