"No estamos acostumbrados a ver en pantalla cuerpos sin trabajar. Estamos acostumbrados a ver cuerpos que han sido trabajados. No puedo ponerme delante de un espejo. Si me pongo delante de un espejo meto algo para dentro, me giro a un lado... hago algo, no puedo estar parada. ¿Por qué haría eso? Es horrible". Así ha comenzado el contundente discurso que Emma Thompson ha dado durante una rueda de prensa en la Berlinale para reivindicar que las mujeres puedan aceptar sus cuerpos tal y como son.
La legendaria actriz británica, ganadora de dos Oscar, un Globo de Oro y un Emmy, se encuentra en el Festival Internacional de Cine de Berlín para presentar su última película Good Luck To You, Leo Grande, dirigida por Sophie Hyde. En el largometraje, Thompson interpreta a Nancy, una mujer de 55 años que se ha quedado viuda y que busca establecer conexiones personales y también físicas y sexuales. Una película en la que la actriz ha tenido que enfrentarse a algunas escenas de desnudo.
Durante la rueda de prensa, la también guionista -autora de 14 textos- compartió lo difícil que había sido para ella, como mujer de 62 años, exponer su cuerpo frente a las cámaras, y denunció la presión que sufren las mujeres para estar perfectas físicamente. "Ese es el problema, a nosotras, no a ti, a las mujeres nos han lavado el cerebro toda la vida para que odiemos nuestros cuerpos", exponía con pasión.
"Es un hecho y todo lo que nos rodea nos recuerda lo imperfectas que somos y que todo está mal, y que tienes que lucir así. Así que, intenta ponerte delante de un espejo, quítate la ropa y no te muevas", decía mientras se levantaba de la silla. "Solo deja de moverte. Acéptate y no te juzgues. Es lo más difícil que he tenido que hacer". Además, ha concluido explicando que probablemente no hubiera podido hacer la escena "antes de la edad que tengo".
Defensa del cuerpo femenino
Sus declaraciones ya se han hecho virales y miles de personas alaban su valentía para confesar sus inseguridades. Y no es la primera vez que critica la presión corporal a la que se ven sometidas las mujeres.
En 2017 declaró al medio digital sueco Skavlan que estuvo a punto de abandonar el rodaje de Retorno a Brideshead (estrenada en 2008) porque sentía que una actriz, compañera de reparto estaba siendo presionada por los productores para adelgazar.
"Hay tantos niños y niñas, y actrices que son muy, muy delgadas, que tienen 30 años y simplemente no comen. Había una chica maravillosa con la que trabajaba en Retorno a Brideshead. Los productores le dijeron: '¿Quieres perder algo de peso?'. Era absolutamente exquisita. Les dije: 'Si le dices esto otra vez, de cualquier manera, dejaré el rodaje'. Es malo lo que está pasando ahí fuera y está empeorando", expuso entonces.
Recientemente también se ha mostrado orgullosa de no haber recurrido nunca a la cirugía estética apuntando que no entiende "por qué nos deberíamos hacer algo así a nosotros mismos".
"Sinceramente, tengo la opinión de que hacerte un cortecito por aquí o allá para no dar la impresión de que está pasando lo que de verdad está pasando, que estás envejeciendo, que es algo de más natural, sea una forma de psicosis colectiva actual. De verdad pienso que es algo muy extraño", afirmó en una entrevista con The Wrap durante el Festival de Sundance.
Por eso, se considera a sí misma una "una especie de militante feminista cuando se trata de los cuerpos de las mujeres, de lo que se les ha hecho y lo que se nos dice que debemos esperar de nosotras mismas".