Júlia Calvet, presidenta de S’ha Acabat!: "Aguantamos hasta que no pudimos resistir más"
Los miembros de la agrupación fueron expulsados de la Universidad Pompeu Fabra por el acoso y las agresiones de un grupo de radicales durante la feria de asociaciones.
25 febrero, 2022 14:50Noticias relacionadas
Varios integrantes de la asociación juvenil Sha Acabat! han vuelto a sufrir un nuevo episodio de violencia en una universidad catalana. El pasado miércoles, decenas de personas alentadas por el Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans (SEPC) boicotearon el puesto de la agrupación constitucionalista en la feria de asociaciones de la Universidad Pompeu Fabra.
Júlia Calvet, presidenta de S’ha Acabat!, cuenta a MagasIN que ese día ella estaba en clase y podía ver desde la ventana el stand de la asociación. De pronto, comenzó a escuchar gritos de “¡Fascistas!” o “¡Pim, pam, pum, que no quede ninguno!" y a ver botes de humo. Decenas de personas se iban acercando a la mesa de la asociación y la profesora de Calvet anuló la clase.
Acto seguido, la joven presidenta fue al puesto de la agrupación constitucionalista y se unió a sus compañeros. “Nos fueron rodeando, el círculo cada vez se estrechaba más, lanzaban objetos, tiraban botes de humo, no se veía mucho y no había guardia de seguridad. Eso nos asustó mucho porque no se nos estaba garantizando la integridad física”.
🚨#ALERTAULTRA
— S'HA ACABAT! (@ShaAcabat) February 23, 2022
Nos quieren echar de la Feria de Asociaciones de la @UPFBarcelona
¡Basta ya de totalitaristas en las universidades públicas catalanas! pic.twitter.com/BVos0CrNx7
No estaban solos, varios profesores se les unieron, pero otros trataron de echarles de la universidad. "Nos decían que ya habíamos montado suficiente espectáculo y yo les dije que cada asociación tenía un espacio para darse a conocer y que no entendía por qué iban a por nosotros".
Los radicales se les fueron acercando cada vez más. Llegaron los golpes y empujones, les pusieron megáfonos en las orejas, los insultos no se dejaban de escuchar y consiguieron sacarles de la plaza de la Universidad Pompeu Fabra. También a los docentes que les defendían.
"Aguantamos hasta que no pudimos resistir más, éramos 10 personas"
Calvet recuerda que aquellos que les agredían y acosaban eran sus compañeros, con los que van a clase. "Ayer fui a clase y no te miran a la cara porque creo que saben que lo que hicieron es ilegal y creo que se avergüenzan en el fondo".
Los constitucionalistas llamaron al 112 para que, en esta odisea, acudieran los Mossos y una ambulancia. "Yo sabía que me estaba dando un ataque de ansiedad".
Tanto la ambulancia como los Mossos les esperaron fuera de la universidad. El cuerpo policial le explicó que era el rector quien debía autorizar su entrada. Sin embargo, Calvet defiende que podían haber entrado ya que están autorizados si en el espacio se estuviese cometiendo un delito.
De los diez jóvenes, seis fueron al hospital a por el parte de lesiones. "Teníamos golpes en la espalda, el hombro y las piernas".
Además, Ignacio Garriga (VOX) y Carlos Carrizosa (CS) acudieron a la universidad cuando tuvieron conocimiento de los hechos para ayudarles a buscar una solución con el rectorado y que no se vuelva a producir aquella situación de acoso y agresión.
Sin miedo
El miércoles fue un día triste para todos los miembros de S'ha Acabat!. La presidenta de la agrupación recuerda una conversación que tuvo con varios de los asociados en la que le decían entristecidos que los agresores eran sus amigos y ella tenía que responder que entre los radicales también estaban los suyos.
Pero, ya se han recuperado. Gracias, en parte, al apoyo que han recibido de todas las partes de España. "Hemos conseguido un aluvión de jóvenes que se han unido a nosotros". Además, Calvet reconoce el apoyo que han recibido de los partidos políticos. "Llamamos a Vox, al PP, a Ciudadanos y al PSOE y todos han respondido bien, de hecho, han condenado el ataque y la agresión en todos los medios".
En una semana, Jùlia Calvet se reunirá con el vicerrector de la Universidad Pompeu Fabra. "Le dije que no vamos a seguir así, vivimos en una sociedad democrática y tenemos derecho a seguir haciendo cosas".
Además, la presidenta quiere dejar claro que, pese a que mucha gente piensa que tienen miedo, ellos no se achantan. El apoyo que han recibido y los simpatizantes que se han unido les han mostrado que no están solos, sino que hay mucha gente que está como ellos.
En el momento en que se vio acorralada, miró a sus amigos y vio que todos estaban igual que ella. "Son unos valientes que aguantan todo por defender la libertad y que Cataluña es España".