Las posturas y gestos pueden indicar mucho sobre tu carácter.

Las posturas y gestos pueden indicar mucho sobre tu carácter.

Actualidad

El lenguaje no verbal femenino: lo que tu cuerpo dice de ti y su importancia en el liderazgo

Nuestra postura y gesticulación -sea consciente o no- influye mucho en la percepción que tienen los demás y a veces estos comportamientos son aprendidos y se pueden entrenar.  

27 marzo, 2022 03:22

Noticias relacionadas

Aunque muchas veces no nos demos cuenta, nuestra apariencia, nuestros gestos -tanto conscientes como inconscientes- y nuestras posturas tienen una gran importancia en la manera en la que somos percibidos por los demás. A la hora de liderar, saber comunicar con nuestro cuerpo la imagen que deseamos se convierte en algo fundamental. Pero ¿las mujeres tienen un lenguaje corporal distinto al de los hombres? ¿Mi comunicación no verbal influye en el tipo de liderazgo que quiero tener?

Para responder a estas preguntas, MagasIN ha hablado con Sonia El Hakim, directora de la Escuela Código No Verbal y presidenta de la Asociación Española de Comunicación No Verbal; y Eva García Ruiz, directora del Instituto Español de Sinergología y de INTERVENIA Neuromanagement.

Antes de nada, cabe destacar que la comunicación no verbal es "la transmisión de mensajes o señales a través de una estancia no verbal, como el contacto visual, las expresiones faciales, los gestos, la postura y el lenguaje corporal. Incluye el uso de señales sociales, kinésica, distancia (proxémica) y entornos o apariencia físicos, de voz (paralenguaje) y del tacto (háptica)". Además, puede incluir el uso del tiempo (cromémica) y el contacto visual y las acciones de mirar mientras se habla y se escucha.

En este sentido, Sonia El Hakim subraya que la comunicación no verbal está directamente relacionada con la inteligencia emocional. "Nuestra comunicación no verbal refleja cómo somos, nuestra personalidad, qué actitud tenemos, nuestras motivaciones... Y también nuestras emociones".

Y añade: "Por eso forma parte de la inteligencia emocional, porque tiene distintos componentes como el entender cómo está la otra persona y el saber transmitir nuestras emociones de forma correcta".

Por su parte, Eva García Ruiz define la sinergología "es la disciplina de decodificación y lectura del lenguaje corporal no consciente y semiconsciente".

Aunque esta rama de la comunicación no verbal no está considerada dentro de la categoría de ciencia, su análisis y metodología es empleada cada vez más por parte de empresas y otras instituciones. 

Analizar el lenguaje no verbal

A la hora de hacer un análisis de nuestra comunicación no verbal, ambas expertas coinciden en que hay que tener en cuenta varios factores. El primero, el contexto. Por mucho que en las redes sociales o en las películas se diga que moverse el pelo significa que le gustas a una chica o que alguien mueve la pierna porque está nervioso, no es verdad. 

"Hay personas que ven una foto y a partir de ahí atribuyen toda una serie de interpretaciones e incluso le atribuyen pensamientos a la persona que están observando. Eso es peligrosísimo", afirma El Hakim. "Hay unas reglas de análisis, debemos tener en cuenta muchas cosas".

El siguiente paso es conocer la línea base de comportamiento, es decir, cómo se comporta una persona habitualmente o en situación emocionalmente neutra. "Por ejemplo, sabemos que Barack Obama habitualmente cruza los brazos en situaciones en las que está abierto. Entonces, un cruce de brazos que a lo mejor en otra persona en un momento dado podríamos interpretar como algún tipo de hostilidad o de situación negativa, en el caso de Obama lo vemos muy habitualmente en situaciones amables. Tenemos que tener en cuenta la individualidad de cada uno", cuenta El Hakim. 

Joe Biden, Barack Obama y Donald Trump, todos con los brazos cruzados en distintos contextos.

Joe Biden, Barack Obama y Donald Trump, todos con los brazos cruzados en distintos contextos.

Finalmente, la presidenta de la Asociación Española de Comunicación No Verbal explica que hay que realizar "el análisis holístico de todos los elementos". "Cuando hacemos un análisis, lo hacemos canal por canal: expresión facial, gestos, posturas para lenguaje, proxémica... Luego hay que poner toda esa información en conjunto y ver cuándo hace esa expresión facial, a la vez qué postura adopta, qué gesto hace, qué está diciendo (porque también lo tenemos que poner en asociación con lo que dice), etc. Ese paso se lo salta muchísima gente".

Lenguaje no verbal de las mujeres

Pregunta: Entonces, ¿el lenguaje no verbal cambia entre hombres y mujeres? ¿Hay diferencias?

Respuesta: En algunas cosas sí, sí que hay diferencias.

En este punto, cambian las respuestas entre Ruiz y El Hakim ya que, la sinergología se basa en más de "2.000 gestos codificados" generalmente universales y que todas las personas hacemos de forma inconsciente. 

"Hay determinados movimientos que las mujeres los hacemos, en general, más discretos, pero viene más por elementos sistémicos -aquellos que influyen en la corporalidad-. Por ejemplo, rascarme un ojo. Hay ocho maneras diferentes de rascarme un ojo o darle significados distintos. Entonces, me voy a rascar un ojo y si por ejemplo estoy maquillada seguro que no me froto el ojo con tanta intensidad como lo haría un hombre", explica Ruiz.

"Pasa lo mismo al sentarnos. Cuando nos sentamos, hay una parte educacional donde nos han enseñado a la mayor parte de nosotras que las chicas se sientan con las piernas, más juntas. También ahí influye la ropa. Si llevamos falda hace que nos sentemos siendo más conscientes de nuestra postura con las piernas. O sea, que vienen más condicionados por elementos sistémicos o educacionales que porque sean diferentes entre hombres y mujeres".

La apariencia

Otro canal de la comunicación no verbal es la apariencia, donde se analizan dos cosas: los rasgos físicos -cómo es una persona, su morfología facial...-, y su vestimenta y complementos. El Hakim dice que "hay bastantes investigaciones al respecto. Por ejemplo, sabemos que una persona con un rostro aniñado, en un juicio tiene más probabilidades de que se le imponga menos pena que a una persona con los rasgos faciales maduros. Incluso hay correlaciones entre atractivo físico y cuánto gana una persona".

Por el contrario, Sonia El Hakim sostiene que sí existen estas diferencias aunque, al igual que Eva Ruiz, afirma que por ejemplo, "las expresiones faciales universales son las mismas".

"La expresión de tristeza la hacemos exactamente igual seamos hombre o mujer. Aunque es cierto que las mujeres, evolutivamente hablando, somos más expresivas normalmente que los hombres. No porque ellos no puedan expresarse, pero incluso muchas veces está 'mejor visto' que las mujeres sean más expresivas. De hecho, hay algunas investigaciones sobre liderazgo en donde se percibe como mejor líder a una mujer que tiene mucha expresividad facial que a un hombre", explica. 

Algo en lo que sí que varía el lenguaje corporal de mujeres y hombres es la postura. "Las hacemos de forma diferente, y no por una cuestión física. Culturalmente a las mujeres se nos ha enseñado a adoptar posturas más contraídas y que están relacionadas además con la baja autoestima, con el no destacar. Mientras, los hombres suelen adoptar posturas más dominantes, más expansivas. Esto es algo que se puede modificar ya que es algo que es cultural".

El liderazgo empático

Al ser preguntada por los consejos para mejorar la comunicación no verbal en contextos de liderazgo femenino, Sonia El Hakim aboga por encontrar el equilibrio entre la dominancia y la cordialidad para llegar al liderazgo empático.

"A los hombres se les presupone una mayor dominancia y a nosotras que lideremos más desde la cordialidad. Cuando una mujer es muy dominante, genera un poco de rechazo porque se presupone que debe ser más cordial, fíjate cómo está el patio. De esta forma, a ellos se les ve menos líderes cuando son más cordiales porque se entiende que es una actitud más femenina. Al final estamos hablando de roles de género".

Jacinda Ardern, un ejemplo de liderazgo empático.

Jacinda Ardern, un ejemplo de liderazgo empático. Reuters

Sin embargo, dentro de estos estereotipos, El Hakim afirma que las mujeres tenemos una ventaja para ejercer el liderazgo empático que, de hecho, "es lo que ahora las empresas se están dando cuenta que funciona mejor".

"En eso las mujeres, tenemos un puntito a nuestro favor porque evolutivamente siempre hemos tenido un poquito más de empatía de forma natural. Luego todo esto se trabaja porque se puede tener como rasgo de personalidad, pero también son habilidades que todos podemos adquirir".

"El liderazgo empático no tiene miedo de mostrarse emocional en un momento dado, lo vulnerable es no sentir nada"

El Hakim pone como ejemplo de este tipo de liderazgo el que ejerce Jacinda Ardern, primera ministra de Nueva Zelanda. "Ejerce una influencia sobre los demás, pero a la vez tiene en cuenta las necesidades de las otras personas. No actúa de forma aislada en base a sus propias necesidades, sino que tiene en cuenta a los demás". 

Teniendo en cuenta que es un liderazgo "donde no está tan presente la parte dominante", El Hakim comparte algunos aspectos de la comunicación no verbal que se deben adoptar para ejercerlo de forma correcta:

  • Postura. "No necesitamos adoptar posturas corporales tan expansivas, por ejemplo, para que se nos perciba como dominantes".
  • Contacto visual. La experta subraya que el buen contacto visual es clave en cualquier técnica de comunicación no verbal ya que "aquellas personas a las que no miramos sienten que no existen para nosotros. Por tanto, cómo no iba a ser importante también en el liderazgo".
  • Contacto háptico (referido al tacto). "Se trata de saber cuándo tocar, a quién tocar, de qué manera y en qué momento exacto. Obama por ejemplo hace muy bien el contacto háptico, mientras que Joe Biden no tiene ninguna habilidad en este sentido. Hay vídeos suyos en los que es muy criticado porque justamente toca zonas que son vulnerables, y además a mujeres. Entonces, Biden no tiene esa habilidad ni esa capacidad empática de entender lo que le puede gustar a otra persona. Mientras, Obama, sí que lo maneja muy bien y genera confianza y genera conexión con los demás a través del contacto háptico".
  • Saber escuchar. "Cuando hacemos una escucha de calidad no es solamente que me callo y escucho lo que tú dices (escucha verbal), sino que escucho también cómo lo dices (escucha no verbal). Y muy importante un tercer elemento: te hago ver que te escucho. Un líder empático entiende que la otra persona necesita sentirse escuchada y por tanto le muestra a través de señales no verbales que le está escuchando.

El ejemplo de Angela Merkel

Además de la ya mencionada Jacinda Ardern, Sonia El Hakim pone como ejemplo de buena comunicación no verbal a Angela Merkel por su equilibrio entre los rasgos femeninos y masculinos.

"Angela Merkel seguía manteniendo su parte femenina, pero tenía ese equilibrio que le permitía codearse con los 'machos alfa' de la política internacional sin despeinarse. A mí personalmente me gustaba mucho como lo hacía cuando era canciller ya que no tenía en cuenta tantas cosas que hemos heredado, como por ejemplo, el 'sentarse bien' con las piernas cerradas. Es decir, que no tenía tan en cuenta todas estas normas culturales que hemos heredado las mujeres y que a veces son un lastre para que se nos perciba como lideresas", declara.

Angela Merkel en una imagen de archivo.

Angela Merkel en una imagen de archivo. Reuters

En el caso de Merkel, El Hakim añade que esa comunicación no verbal era acompañada por su comunicación verbal y sus acciones, por lo que era un conjunto que daba coherencia a su imagen y su liderazgo.

"Es una persona que sabe transmitir las emociones. Me viene a la cabeza aquella ocasión en la pandemia, cuando apareció en televisión casi llorando y decía: 'Por favor, quedaos en vuestra casa, se está muriendo gente'. La comparo con el que tenemos aquí, con Pedro Sánchez, que no es capaz de transmitir esa emocionalidad... La comparación es odiosa porque tú ves a una mujer tremendamente fuerte, súper respetada, a quien todo el mundo percibe como lideresa y la ves con esa capacidad para emocionarse en una situación concreta. Eso, lejos de debilitarla, lo que hace es que conecte mejor. El liderazgo empático no tiene miedo de mostrarse emocional en un momento dado, ya que lo vulnerable es no sentir nada".

Cómo cambiar

Finalmente, y puesto que a nivel de la sinergología no podemos cambiar nada porque se trata de gestos inconscientes, Sonia El Hakim da algunas pautas sencillas para que podamos modificar otros aspectos de nuestro lenguaje no verbal. 

La primera es grabarnos, aunque sin mirarnos mientras lo hacemos. "Te grabas y después te visualizas. También le puedes pedir a alguien de tu entorno que te dé feedback y te diga qué tal te ve, por ejemplo si tienes que hacer una presentación".

Este truco puede ser muy beneficioso ya que "una cosa es cómo comunicamos y otra cosa muy diferente es cómo creemos que comunicamos. Y otra cosa también diferente es lo que los demás interpretan, que esa ya es otra historia. Entonces, es importante que ajustemos un poquito el cómo creemos nosotros que comunicamos, con el cómo lo hacemos objetivamente". 

El Hakim también recomienda leer y formarse "porque al final es así como te vas dando cuenta y vas tomando conciencia de muchas cosas".

"Todo lo que tiene que ver con comunicación, psicología, autoconocimiento... Al final cuanto más lees, más crítico eres también con lo que estás leyendo y por tanto puedes discernir. Por otro lado, también despierta tu curiosidad y te ayuda a entender mejor a los demás, que al final de eso se trata el liderazgo empático del que hablábamos. Consiste en entender las necesidades y la perspectiva de los demás", concluye.