Por el momento, las mujeres seguirán teniendo derecho a abortar en Idaho. El Tribunal Superior de ese estado del noreste de Estados Unidos, ha bloqueado temporalmente la ley antiaborto promulgada por el gobernador republicano Brad Little a finales de marzo y que permitiría recurrir a la interrupción voluntaria del embarazo únicamente hasta la sexta semana de gestación, cuando muchas mujeres no saben que están embarazadas.
Se trata de una legislación muy similar a la del estado de Texas, la más dura de EEYY y que sí que está en vigor después de que el Tribunal Supremo rechazase la solicitud de bloqueo emitida por distintas organizaciones.
A diferencia de Texas, Idaho sí que permitiría los abortos en casos de violación o incesto que sean confirmados por informes policiales. En un principio, la ley iba a entrar en vigor el 22 de abril, pero según ha informado Reuters, la Corte Suprema de Idaho ha emitido una orden de dos páginas en la que lo impide hasta que se escuche la postura de Planned Parenthood que busca invalidar la medida y que sea declarada inconstitucional.
"Hoy, vamos a celebrar esta gran victoria. Y luego seguiremos luchando para garantizar que las habitantes de Idaho puedan acceder a la atención médica esencial. Esperamos con ansias nuestro día en la Corte", ha escrito en Twitter Rebecca Gibron, CEO de Planned Parenthood GNHAIK (Great Northwest, Hawaiʻi, Alaska, Indiana, Kentucky).
Desde Planned Parenthood han recordado que incluso el gobernador Brad Little cuestionó la constitucionalidad de la ley ya que, al igual que ocurre en Texas, su aplicación queda en manos de particulares y no de funcionarios estatales.
En concreto, la ley de Idaho permitiría a familiares del nonato demandar a quienes hayan ayudado a la mujer embarazada a abortar en un plazo de cuatro años desde que se practique el procedimiento. Además, establecería una indemnización mínima de 20.000 dólares por daños.
“Aunque apoyo la política provida en esta legislación, temo que el novedoso mecanismo de aplicación civil en poco tiempo se demuestre tanto inconstitucional como imprudente”, escribió Little en una carta al presidente del Senado del estado.
Para Planned Parenthood, este mecanismo "socava descaradamente el derecho a la privacidad de las pacientes".
"También delega de manera inapropiada e ilegal la aplicación de la ley a ciudadanos privados, violando la separación de poderes y permitiendo que los demandantes puedan demandar sin perjuicio, en violación de la Constitución de Idaho", ha defendido la organización por los derechos reproductivos en un comunicado.
Siguen las restricciones al aborto
Aunque este bloqueo temporal supone un pequeño triunfo para los derechos de las mujeres, todavía no hay que cantar victoria, ya que la vigencia de la ley de Texas supone un importante precedente de cara a futuras medidas antiaborto. Son ya más de una decena los estados conservadores que están limitando el acceso al aborto.
Esta misma semana, los legisladores de Oklahoma aprobaron un proyecto de ley que ilegalizaría el aborto en el estado, excepto en casos de emergencia médica. En caso de que esta ley salga adelante, se penalizaría a quienes lo practiquen con multas de hasta 100.000 dólares y penas de 10 años de prisión.
Misisipi es otro ejemplo del avance en las restricciones del aborto. Aprobó una ley que lo permitía solo hasta las 15 semanas. Actualmente el Tribunal Supremo de EEUU está analizando dicho texto, que contradice el precedente de Roe vs. Wade de 1973, que admite el aborto hasta la semana 20 de gestación. Está previsto que la Corte publique su fallo en junio.
Además, según Efe, se espera que 26 estados continúen esta tendencia contra el derecho al aborto. En caso de que ocurra, millones de mujeres del país se verían afectadas y una gran mayoría no podrían permitirse viajar a otros estados para abortar. Pese a todo, lugares como California están elaborando un plan para facilitarles el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo a las mujeres de estos estados.