Ana Ortiz García-Atance, más conocida como Anita, tiene 14 años y le falta la mano izquierda. Nació con una agenesia, aunque su familia no conoce exactamente el motivo por el que ocurrió. "Es como quien nace con una oreja más grande que otra. Parece ser que unas bridas que están en el líquido amniótico se juntan y no dejan que se desarrolle el bracito. Pero no es ni por ninguna enfermedad, hereditario… nada", explica a MagasIN Ana García-Atance, su madre. "Es que soy especial", responde Anita con un optimismo contagioso.
Ella puede hacer vida normal sin esa mano y sorprende ver la habilidad con la que completa sus tareas del día a día. Desde hacerse un moño o atarse las zapatillas, a ponerse los pendientes -un truco que, como compartió en las redes sociales, aprendió hace poco-. Sin embargo, todo le cuesta más y la ausencia de la mano conlleva también problemas físicos que están aumentando. Su afán de independencia, que también crece con la edad, hace que quiera comprarse una mano biomecánica, que la Seguridad Social solo financia en parte.
Por eso, hace unos meses Anita montó el negocio Pero qué bonita eres, en el que diseña y vende online joyería artesanal, hecha con su única mano, para poder ahorrar, a base de esfuerzo y constancia, los 61.000 euros que cuesta la prótesis.
Aunque Anita se encuentra en Valencia, las redes sociales y los medios de comunicación son capaces de unir a las personas, y eso ocurrió con Gold&Roses. Hannah Rodríguez y Sonia Ruiz, fundadoras de esta marca española de alta joyería, conocieron su caso y supieron que tenían que ayudarla a conseguir su objetivo. Así, esta domingo ponen en marcha diferentes acciones para recaudar el dinero que Anita necesita. Entre ellas, venderán pulseras que han diseñado con Anita y cuyos beneficios irán para la prótesis.
"Vimos que es una persona que va a conseguir su sueño a través de las joyas, que es también nuestra pasión, y supimos que teníamos que ayudarla", cuenta Hannah Rodríguez a MagasIN.
Pero que bonita eres
Al otro lado del teléfono, Anita se muestra emocionadísima con la campaña que comienza junto a Gold&Roses. Ha trabajado con ellas y, cuando comenzó su negocio en septiembre, no podría haberse imaginado que una gran empresa se interesaría por su historia. Tal y como cuenta, solo aspiraba a conseguir su prótesis para tener una vida igual a la de los demás y mejorar sus problemas en la espalda.
"Yo voy siempre sin prótesis. Cuando tenía cuatro años o así llevé una durante uno o dos meses. Tenía una de estas que eran de plástico, quietas. Pero claro, me la quitaba todo el rato y además no tenía ninguna función, era estética, no me aportaba nada. El año pasado en el médico me vieron la espalda y es que si comparas el lado derecho y el izquierdo, el izquierdo parece un anauco. Tengo un bracito enano, el hombro, la cadera, no hay curva, no hay nada…", explica.
"Tiene un lado más pequeño porque no lo usa tanto y ahora que se está desarrollando se le nota más", añade su madre. La mano biónica pesa entre un kilo y medio y dos, por lo que haría de pesa y al usar más ese lado del cuerpo, también le ayudaría a corregir la desviación de la espalda.
En relación a la estética, Anita es clara: le da completamente igual que se vean los metales. Actualmente hay modelos muy modernos, que incluso simulan la piel y las uñas, pero el precio se dispara por encima de los 100.000 euros. Por eso, ella insiste, lo único que desea es poder hacer cosas tan simples como poder pelar fácilmente una manzana o coger un Danone. "Es súper independiente y lo quiere hacer todo sola. Una mano sería una facilidad de vida brutal", afirma Ana.
"Cuando era más pequeña no me fijaba en esas cosas, pero desde el año pasado ya hay cosas que digo jope, no puedo... Creo que tendría que ser capaz de hacer estas cosas, ¿no? Además, yo siempre lo digo, estoy en la edad del pavo y tengo complejo de todo menos de la mano. Por eso me da igual que la prótesis sea fea, bonita, antigua... Solo quiero poder hacer vida normal", apostilla Anita.
Investigando las prótesis, vio que la Seguridad Social solo financia un pequeño porcentaje del coste, por lo que empezó a pensar en la manera de ganar dinero. "Mi madre antes tenía también una línea de joyería, así que fue un poco iluminación. Se lo conté como una locura y me dijo 'oye, lo veo bien. Entonces decidí empezar", relata.
Según explica su madre, desde bien pequeña Anita tuvo pasión por crear joyas y se sentaba a su lado cuando aún tenía el negocio. "Me decía: mamá, ¡déjame hacer una pulsera! Le encantaba y tiene mucho manejo con una mano". Además, retomarlo tenía para ella un especial significado ya que "era un poco mi legado". Incluso el nombre Pero qué bonita eres, iba por Anita. "Mi madre creó la línea de joyería cuando yo nací y siempre me decía ‘pero qué bonita eres’, entonces le puso ese nombre y yo decidí mantenerlo, igual que el logo".
En esta aventura su familia siempre la ha acompañado, aunque en especial su madre, que ahora la ayuda por las noches a crear todas las joyas, preparar los pedidos y manejar las redes sociales, además de seguir su ritmo frenético de clases, entrenamientos -le encanta el atletismo- y médicos. "Me tiene agotada", comenta Ana entre risas, aunque sin dejar de mostrar el orgullo que siente hacia la iniciativa de su hija.
"Las pulseras las hago sobre todo por las noches y los fines de semana. Porque claro, el horario es súper ajetreado. Tengo el cole, como, luego atletismo, estudiar que le dedico también bastante tiempo... Así que por las noches, por ejemplo, voy haciendo todo viendo una serie. A veces si no me da tiempo le digo a mi madre que me ayude", cuenta Anita.
También para hacer algunos modelos como colocar los cierres de los pendientes necesita de dos manos, y ahí está su madre, siempre para lo que haga falta. "Soy muy cabezota, pero también sé que hay cosas a las que no puedo llegar", admite Anita.
El proyecto con Gold&Roses
En estos meses de duro trabajo, Anita ha creado casi un centenar de modelos de joyas para todos los públicos entre pulseras, collares, pendientes... Incluso cuenta con una línea de camisetas. Sin embargo, el ahorro para su mano biomecánica es lento ya que "de lo que estoy ganando, más de la mitad se tiene que ir otra vez en material, cajitas… De una pulsera igual me llevo un euro o dos a veces". Por eso es especialmente emocionante la campaña que ha creado con Gold&Roses y con la que esperan recaudar lo necesario en un máximo de tres meses.
"Cuando vimos su historia le mandamos un mensaje por Instagram y la pobre estaba en ese momento en exámenes", empieza relatando Hannah Rodríguez. "Al respondernos estaba completamente alucinada. Hablamos con su madre enseguida para que supiera que era una propuesta seria y le hizo muchísima ilusión", continúa Sonia Ruiz.
En un principio, no sabían muy bien de qué forma ayudar, pero finalmente desarrollaron varias acciones. En primer lugar, está la venta de la pulsera exclusiva que han diseñado con Anita y cuyos beneficios irán completamente a la prótesis. Durante estos tres meses de campaña, parte de los beneficios del resto de ventas de Gold&Roses también serán para la recaudación. Además, se han unido a la fundación Migranodearena, donde quien quiera puede donar dinero para la mano de Anita.
"Lo que queremos es conseguir el total del presupuesto. Esperamos lograrlo en tres meses y si no, pues a lo mejor lo alargamos o lanzamos de nuevo en Navidad. El caso es conseguir el objetivo", explican las fundadoras de Gold&Roses en su oficina de Madrid.
Aseguran que para ellas trabajar con Anita ha sido todo un placer, y de sus bocas solo salen halagos: "Es un amor, entusiasta, súper positiva", afirma Hannah. "Y en esa edad, con 14 años, lo normal es que sin tener nada ya tengas complejos. Pero ella es muy natural, muy echada para adelante, buena estudiante, responsable… Da gusto trabajar con una niña tan agradecida y que realmente no puede conseguir lo que necesita de otra manera. Lo está haciendo todo para que le salga bien y ojalá podamos compensar esa actitud", añade Sonia.
La pulsera
La pulsera ha sido diseñada conjuntamente entre Anita, Sonia y Hannah. Las joyeras, explican que la clave ha sido aunar el estilo de Anita lleno de color y juventud, con los materiales que suelen emplear en Gold&Roses. "Nos basamos un poco en todos sus diseños y en su estilo, porque al final era su proyecto. Hicimos muchas conferencias con ella y pruebas, hasta que conseguimos lo que más nos gustó".
El diseño final es una pulsera con el detalle de una mano de plata de ley bañada en oro de 18 kilates y rodeada de diferentes cuarzos (rubelita, calcedonia verde y ónix). Siguiendo los estándares de Gold&Roses, todos los materiales y la producción es Made in Spain. "Nosotras utilizamos materiales preciosos. Normalmente, sólo trabajamos oro, pero en este caso hemos hecho la pulsera de plata de ley con un baño de oro y piedras preciosas. Además, a Anita le encantan los colores. Entonces claro, vimos también las posibilidades que había dentro de las piedras que queríamos utilizar".
La idea, explican las joyeras, era crear una pulsera "sencilla y que se pueda utilizar". "Tenía que ser algo alegre, juvenil, y luego tener un toque más lujo porque al final somos una marca de alta joyería. De ahí la utilización del metal noble que ella no suele utilizar. Y luego el guiño de la mano, que es un motivo bonito y a Anita le encantó. En otras culturas la mano es muy simbólico y aquí pues es incluso un poco jocoso".
Las pulseras tienen un precio de 34 euros y se pueden comprar desde este domingo en la web Peroquebonitaeres.com; la de Gold&Roses y de Migranodearena. Asimismo, en Gold&Roses utilizarán todos los medios a su alcance para que la campaña logre la mayor difusión posible y conseguir la mano a Anita. "Queremos también es utilizar nuestros contactos para que tenga mucha repercusión en nivel online y también offline. Desde influencers a celebrities y medios de comunicación. Todo lo que podamos para que se dé a conocer".
Todas esperan con entusiasmo recaudar los fondos necesarios. Y no todo acaba aquí. Anita, que tiene una energía desbordante y un gran corazón, ya tiene más planes en la cabeza para Pero qué bonita eres. "Yo soy aquí doña imaginación y se me ha ocurrido que cuando consiga la prótesis no quiero cerrar Pero qué bonita eres. Lo que quiero es seguir para destinar un porcentaje de lo que vaya ganando a una fundación y a personas que, como yo, tengan una agenesia en el cuerpo y que también puedan conseguir prótesis".
"Es un poco como cadena de favores. Yo también quiero ayudar y que otros niños sientan lo que estoy sintiendo de que veo que voy a poder conseguir la prótesis", concluye emocionada.