La incombustible cantante Patti Smith, a sus 75 años, desplegó anoche todo su poderío escénico sobre las tablas de las Noches del Botánico de Madrid. Un público, entregado desde el primer momento, coreó y jaleó las consignas de reafirmación, libertad, pacifismo y solidaridad que la cantante norteamericana fue desgranando entre canción y canción.

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La estadounidense, que lucía una larguísima cabellera gris recogida con trencitas tuvo tiempo para la reivindicación, la emoción y el amor, incluso para la poesía.

Uno de los grandes momentos del concierto ocurrió cuando la cantante recitó como si se dejara el alma, el poema Holy de Allen Ginsberg, uno de sus poetas favoritos.

La incombustible Patti Smith con su grupo en Las Noches del Botánico en Madrid. Víctor Moreno Noches del Botánico

Flanqueada por sus inseparables Lenny Kaye a la guitarra e Iván Krái al bajo, no ocultó que el otro guitarrista era su hijo Jackson e incluso en los bises finales dio entrada a su hija Jesse al piano. Una familia unida en lo musical y en lo vital, al invocar en varias ocasiones a su marido fallecido, el también músico Fred ‘Sonic’ Smith.

Activismo en vena

Patricia Lee Smith es considerada por la crítica musical como una figura icónica y mundial del punk. Respetada y admirada tanto en su país, los Estados Unidos, como en el resto del planeta. Y con una gran influencia en músicos y artistas posteriores y muy diferentes entre sí como Madonna, Courtney Love, R.E.M, etc.

Le une una gran amistad con Bob Dylan, quien le pidió que recogiera el premio Nobel en su lugar, la noche en que se le hacía entrega de tan alta distinción.

Patti Smith ha sido siempre una gran activista. Nunca ha ocultado su posicionamiento sociopolítico y su simpatía por determinadas causas, como el pacifismo, el ecologismo y, sobre todo, el feminismo

Patti Smith, toda una vida dedicada a la música y también a la poesía. Víctor Moreno Noches del Botánico

Una vida entre letras

Patti Smith vino al mundo el 30 diciembre de 1946, en la ciudad de Chicago. Muy pronto la familia se trasladó a Nueva Jersey, donde vivió la mayor parte de su niñez y de su adolescencia.

De su madre, Beverly, que era testigo de Jehovah, heredó el gusto por la lectura de la Biblia, y de su padre, Gary, un obrero que amaba los libros, la pasión por la poesía.

Durante su niñez sufrió diferentes enfermedades: tuberculosis, hepatitis, escarlatina, que le confirieron ese aire de languidez y palidez que ha lucido durante toda su juventud, con un look muy andrógino y que le sirvió además, para relativizar todo y centrarse en un sentido positivo de la vida.

La cantante siempre demostró tener grandes cualidades artísticas y su mayor deseo era convertirse en poeta y escribir versos desgarradores, siguiendo la estela de sus admirados Allen Gingsberg y William Burroughs. Pero pronto el rock se cruzó en su camino y lo cambió todo.

El público abarrotaba el espacio de Las Noches del Botánico durante la actuación de Patti Smith. Víctor Moreno Noches del Botánico

La fuerza de una mujer

La noche del 20 de junio de 2022 será recordada durante largo tiempo por una legión de herederos del punk que asistieron a la enésima representación de poderío libertario y pacifista liderado por la septuagenaria cantante.

Una mujer que despliega humildad y poderío a partes iguales. Durante su actuación transita esa delgada línea entre la modestia y la empatía frente al orgullo y la individualidad, con una maestría incontestable. Tan pronto se muestra lírica como enérgica, frente a la injusticia y la desigualdad.



La actuación de anoche arrancó con un cierto toque lírico para irse empoderando por momentos. Un clásico de su repertorio por aquí, una perla de Bob Dylan por allá, hasta una felicitación de cumpleaños para otro mito como Paul McCartney, que dos días antes había alcanzado los 80.

Claro, que en ese momento, ella había salido del escenario para dejar lucirse a la banda. El Patti Smith Group, sin su líder, afrontó también una imponente versión del legendario tema I Wanna Be Your Dog de Iggy Pop, esta vez en la voz de Lenny Kaye.



Tras el impasse, que la diva del pueblo aprovechó durante parte del tema de los Stooges para acercarse y buscar la complicidad del público, llegaron varios momentos estelares, como la aparición prematura del himno Because the Night que generalmente la cantante estaba reservando como bis final de los shows. El gran tema compuesto junto a Bruce Springsteen, que ha crecido como la espuma gracias a la voz de Patti desde su lanzamiento allá por el año 1978.



Con la llegada del otro gran himno Gloria, una composición del maestro Van Morrison, y cierre habitual de sus directos, el público que desbordaba el recinto de las Noches del Botánico, cabalgaba a lomos del paroxismo.

Patti jugó a rematar la canción y devolverla a la vida durante un rato para mayor deleite de los asistentes. Pero no fue el final. La banda se retiró por un momento, pero los convocados sabían que habría un regalo más.

La musa del punk neoyorquino quiso devolverle el cariño y empoderamiento a la entregada audiencia interpretando, como no podía ser de otra forma, el People Have the Power. La canción que la artista compuso en 1988 y que mantiene plena vigencia en nuestro tiempo. Himno legendario que reivindica la fuerza de una mujer que tiene claro cuáles son los riesgos de la sociedad actual y dónde reside el secreto para combatirlos.