La afición de la reina Letizia a la música es muy conocida. En varias ocasiones, los reyes han sido pillados de incógnito entre el público en conciertos de rock, de música clásica, de pop… Junto a su marido, la reina ha disfrutado del directo de Alejandro Sanz o de Hombres G, entre otros, y hace poco estuvo con sus hijas, las infantas Leonor y Sofía, en el concierto de Harry Styles en Madrid.
A la reina Letizia le gusta todo tipo de música, pero, aunque no hace ascos a nada, siempre ha sentido predilección por el rock y la música indie, y a menudo se la ha podido ver disfrutando de este tipo de música en conciertos y en festivales.
Sin embargo, aunque Letizia no se ha pronunciado nunca sobre cuál es su grupo favorito, todo apunta a que se trata de Los Planetas, a juzgar por la cantidad de veces que ha ido a un concierto suyo.
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Para los aficionados a otros tipos de música, quizá el nombre de este grupo granadino no les diga nada, ni tampoco el de su cantante, Jota. Sin embargo, Los Planetas son uno de los grupos más influyentes en la historia del rock nacional.
Formados a principios de los 90 en Granada, se les considera pioneros del indie español. En su música, puede apreciarse la influencia de grupos de rock alternativo extranjeros —como los norteamericanos Mercury Rev o los británicos Joy Division—, aunque también del flamenco, como buenos andaluces. Esta mezcla tan inusual de elementos es la marca distintiva de la banda, además de las letras de Jota.
Los Planetas.
Otro de los grupos por los que la Reina siente debilidad es Maná, con los que además la reina tiene una relación personal. Letizia conoció al grupo en 1995, cuando trabajaba como periodista para el diario Siglo XXI y le tocó hacerle una entrevista al grupo mexicano, antes de un concierto en Guadalajara, en México.
Tras la entrevista, Letizia pudo disfrutar del directo de la banda, y desde entonces se enamoró de su música. Lo que poca gente sabe es que también ellos se enamoraron de Letizia, hasta el punto de que la portada de uno de sus discos, Sueños Líquidos, está inspirada en una serie de semidesnudos que pintó el pintor cubano Waldo Saavedra con Letizia como modelo.
Amaral es otro de los grupos favoritos de la reina Letizia, quien a lo largo de su vida ha asistido a varios conciertos de la banda liderada por Eva Amaral. Desde sus comienzos a finales de los 90, Amaral ha dado al público español muchos éxitos —entre ellos están Días de verano, Sin ti no soy nada o Marta, Sebas, Guille y los demás—, pero a la Reina la que más le gusta es Revolución, un tema que forma parte del cuarto álbum de Amaral, Pájaros en la cabeza.
Eva Amaral.
Además, la reina Letizia es una gran fan de Joaquín Sabina, a quien pudo conocer personalmente allá por 2003. No hacía mucho que los Príncipes de Asturias habían anunciado oficialmente su compromiso, cuando Letizia, aprovechando la influencia de su futuro marido, le pidió que le presentara al cantautor, a quien admiraba desde siempre.
Felipe cumplió el deseo de Letizia, y el encuentro se celebró en la casa del propio Sabina, donde tuvo lugar una divertida anécdota. Según relata Jaime Peñafiel en su libro Anécdotas de Oro, en un momento dado, el compositor José Miguel Fernández Sastrón —amigo común de Felipe y de Sabina— reprodujo el vals que había compuesto para la princesa, y Sabina aprovechó para sacarla a bailar, ante la estupefacta mirada de Felipe.
Pero a la Reina no solo le gusta la música en español. Cuando aún era princesa, en 2012, Letizia estuvo en el Festival DCODE viendo al grupo norteamericano The Killers, autor de canciones como Human y Mr. Brightside, y de quienes también es muy fan el presidente del gobierno Pedro Sánchez. A la reina debió de gustarle mucho el concierto, porque al año siguiente, en 2013, volvió a verlos en el Festival de Benicassim.
The Killers.
También le gustan el grupo californiano Eels —al que muchos conocerán por la canción I need some sleep, que formó parte de la banda sonora de la segunda entrega de Shrek— y los británicos Black Eyed Peas. En 2017, hasta bailó uno de sus temas, en un acto de bienvenida que organizó el entonces presidente de México, y en el que actuó Taboo, uno de los integrantes de los Black Eyed Peas.