Para Custo Dalmau (Tremp, 1959), esta edición de la Semana de la Moda madrileña tiene un sabor especial. Se ha convertido en el segundo escenario de su colección primavera-verano 2023, “Sun o’clock”. ¿El primero? La Semana de la Moda neoyorquina. El diseñador presentó su desfile 50 en la “Gran Manzana”, el pasado 13 de septiembre, para conmemorar su trayectoria de ya 25 años.
Para el diseñador, esta colección es “de alguna manera una cita con el sol. Tratamos de devolver la luz y el brillo después de todo este periodo de oscuridad. Creamos unas piezas que son de un lenguaje avanzado de moda, para las mujeres que viven la moda desde el lado emocional. Las tratamos de seducir mediante la creatividad, la innovación, la idea y la sorpresa a base de un trabajo experimental, tanto en líneas, volúmenes como con una fusión de materiales”. Según recalca, es también “un trabajo inspirado en la seguridad de una mujer que es ella misma y que quiere vestir arriesgando”.
Juega con tejidos naturales, estivales, como el algodón y el lino, que se fusionan con otros más innovadores. Guiña al sol, con “colores cálidos, mezclados con el blanco y distintas intensidades”.
[Custo Barcelona mezcla artesanía y tecnología en su colección más deportiva]
Los diseños de Custo Barcelona son reconocibles entre mil. Y quizá en estos tiempos especialmente convulsos, se aprecien aún más. Custo recuerda la importancia de “provocar emociones” y de trabajar de forma responsable: “nosotros lo hacemos desde una perspectiva más realista que el pretender que con un proceso industrial vas a cubrir la sostenibilidad. La industria textil es lo que es. Apostamos por la sostenibilidad creando piezas de una gran calidad para darles una vida más larga. El tiempo no las va a determinar, se podrán seguir utilizando”.
Se trata de “crear algo que tenga una cierta atemporalidad para que la mamá le pueda pasar a su hija. Y esto es una cosa de la que me he dado cuenta en Nueva York, estos días. Las tiendas donde más gente había eran las tiendas de alta gama vintage. No me refiero a tiendas de ropa de segunda mano con precios bajos. No, prendas carísimas.
¿Qué quiere decir? Que la gente lo entiende. Si hay una pieza que se fabricó hace diez años, que cumple perfectamente y además que representa algo de esa época, o está muy bien hecha… este es el significado de la sostenibilidad. Decir: seamos más racionales en el consumo, compremos cosas a las que podamos darles una vida más larga y tal vez transmitirlas a otras personas. Estas piezas tienen una calidad impresionante. ¿Por qué tirarlas después de seis meses?”.
Custo Barcelona consigue en este sentido volver a sorprender, sin renunciar a su ADN, que el diseñador define tan bien en tan solo tres palabras: “Creatividad, color y emoción”. Repasamos algunas de sus claves.