Emocionada, me cuenta que a las 8 y media de la mañana del mismo día del lanzamiento de su libro, la editora le comunica que ya van por la segunda edición. En la fecha en la que se publica este entrevista ha superado la tercera.
Logan perdió hace poco más de un año a su novia y se ha vuelto hermético: no habla de lo que siente. Piensa en tantos recuerdos que les quedaban por vivir. En esta historia aprende a superar el duelo.
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“Lea escribe en internet —como yo— y en ella he querido reflejar ese miedo que tenemos a la hora de contarle al mundo lo que escribes. Además, Lea se deja manipular por una amistad tóxica que acaba por anular su autoestima. Hasta que, por fin, se empodera y explota”. Por cierto, dice la joven autora, esa es la parte favorita de su libro.
Reflexiona sobre alguien que comparte tu intimidad en redes y se esconde: “Debería denunciarse siempre el tema de las filtraciones de las fotos íntimas por dos razones”.
En primer lugar, porque “serás el punto de mira de todo el mundo y tendrás que hacer frente a las críticas”.
Pero la más importante es que “pondrán el foco de la culpabilidad siempre en la víctima, por hacerse la foto y haberla enviado a otra persona y así hasta multiplicarse en redes”.
Imna Rubiales es consciente de que le sigue mucha gente joven: “Y cuando lean las escenas de sexo intento que lo que transmitan sea bueno. Relaciones basadas en la comunicación, el respeto mutuo, en la sinceridad, en el cariño y en la responsabilidad emocional”.
“El consentimiento es un sí en todo momento, y si empieza siendo un sí y acaba siendo un no, entonces no hay consentimiento”.
“Mis lectores se sienten muy identificados con mis personajes”, admite Inma Rubiales: “Creo que es muy importante que se reflejen problemas, inseguridades y que sepan que tarde o temprano se superan”.
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