Bailes, cantos y mucha música. La temporada de festivales ha dado comienzo y Madrid es uno de los epicentros. Ya lo vimos ayer en los distintos conciertos que se celebraron en el Mad Cool, donde participaron grandes estrellas internacionales como Robbie Williams, The 1975 o Lizzo.
La cantante del himno Good as Hell lleva desde sus inicios reivindicando el empoderamiento de las mujeres con mensajes como "seca tus lágrimas, eres una estrella" o "así es la diosa en mí".
Con su potente voz, que la convierte en una de las grandes vocalistas actuales del rap, el soul o el R&B, Lizzo ha ayudado a muchas mujeres a quererse a sí mismas y a manifestarlo cantando a grito pelado la letra de sus temas.
La celebrity, que es sin duda una de las más influyentes del mundo, ha decidido dar a la capital madrileña una píldora de ese amor propio que tanto reivindica con un mensaje al inicio de su concierto.
"Estas son canciones de amor. Amor a una misma. Amor a la familia. Amor a los amigos. Amor sexy...", proyectó la cantante sobre un fondo en forma de corazón. "El amor es lo que necesita el mundo para ser un lugar mejor".
Si algo destaca de Lizzo es su pasión por el baile y por pasárselo bien. Moviendo cada centímetro de su cuerpo al ritmo de temazos como Juice, 2 Be Loved (Am I Ready), Soulmate, Grrrls y Boys, animó al público a expresarse y disfrutar al máximo del espectáculo.
La energía que se desprende en estos shows es tan palpable que la estadounidense ha tenido que dar explicaciones en TikTok sobre su imagen corporal: "Durante 90 minutos cada noche, tengo que hacer una coreografía, cantar, rapear, tocar la flauta, emocionarme y entretener a una multitud con ropa muy ajustada. No estoy tratando de estar delgada. No quiero volver a ser delgada", ha aclarado.
La cantante dio un espectáculo que muchos ya están presumiendo por redes. "Ver a Lizzo en directo va a cambiar mi vida a mejor" o "el mejor jueves de mi vida viendo al amor de mi vida" han sido algunos de los comentarios que acompañaban a los vídeos del concierto en TikTok.
Al grito de "¿Dónde están mis papichulos?" Lizzo ha dado a los españoles un concierto difícil de olvidar. Su interpretación de la canción Yellow de Coldplay (grupo que confesó ser uno de sus favoritos), su manejo de la flauta travesera, que perfeccionó durante sus años en el Conservatorio y el despliegue de la bandera arcoíris durante Everybody's Gay han sido algunos de los puntos claves de su paso por Madrid.