La importante entrega de sables que se celebró el martes 19 de septiembre y en la que Leonor fue la absoluta protagonista no sólo ha permitido ver nuevas fotos de la heredera en la Academia General Militar de Zaragoza, impecablemente vestida con su uniforme y su boina grancé. También ha sido una oportunidad de oro para comprobar cómo se ha adaptado a su nueva vida castrense y cómo es su relación con sus compañeros.
Tras la finalización de la ceremonia de entrega, en la que la Princesa de Asturias se mostró algo nerviosa pero concentrada y orgullosa del papel que estaba representando, vino la celebración. Un vídeo revela su actitud rodeada del resto de los cadetes en un momento especialmente emotivo para ella.
Magas de El Español ha contactado con una experta en comunicación no verbal para analizar las imágenes al detalle y descubrir los mensajes ocultos que encierran. Empezando por el acto castrense en sí, Sonia EL Hakim, presidente de la Asociación Española de Comunicación no Verbal, destaca la pose marcial, "que no es diferente a la del resto".
En cuanto al cierto nerviosismo que muestra a la hora de enfundar su sable y que ha sido muy comentado en redes sociales, le resta importancia y pone el acento en otro detalle: "Sólo lleva un mes y esa escena es normal. Se trata de un momento más de concentración que de nervios, pero sí me llama la atención el abrazo que Leonor le da al compañero que le entrega el sable. Ahí la estamos viendo en otro registro, menos distante y mostrando que, hasta cierto punto, se siente como una más".
Especialmente interesante es el vídeo en el que se ve a la heredera al trono celebrarlo con el resto de cadetes de primer curso. Distentida, feliz y muy arropada por todos ellos, goza de cierta popularidad en la Academia. Superado el ceremonial de la entrega de sable, tocaba relajarse y compartir experiencias. Es entonces cuando la Princesa de Asturias sonríe abiertamente y recibe felicitaciones y cariño del resto de las damas cadete.
"Más interesante que la conducta de la princesa, que es muy natural y de espontaneidad total, hay que destacar la actitud del resto. Sus compañeras son las que la rodean para poder saludarla y aquí es donde se ve que en realidad no es una cadete más, sino que tiene ese papel más protagonista", analiza El Hakim.
Después de un mes en la Academia de Zaragoza, la hija mayor de los Reyes ya está plenamente integrada. La entrega de sables es el acto más importante que ha vivido hasta ahora en su formación castrense y, por tanto, es normal su festiva celebración. "Podemos ver un estado emocional de alegría y también de cierto alivio en el momento que ha pasado todo. Ella sabe que todo lo que hace es público, se expone y todos la miran con lupa, la van a analizar. Precisamente por eso no es una más y sus compañeros también lo saben". La próxima cita es la jura de bandera de Leonor, prevista para el próximo 7 de octubre.