Tras el parón del verano, la madre de Felipe VI ya ha retomado su agenda oficial. El próximo 2 de noviembre cumplirá 85 años y sigue imparable dedicada por entero a la Institución, ahora en el papel secundario que le corresponde. La reina Sofía ha recargado pilas este verano y muestra una imagen vital y renovada en sus primeros actos este mes de septiembre.
El miércoles 27 por la tarde, presidió la recepción a los participantes en la Convención Anual de la Federación Europea de Bancos de Alimentos, que organiza en colaboración con la Federación Española de Bancos de Alimentos. El encuentro tuvo lugar en la Real Fábrica de Tapices de Madrid.
Siempre volcada con esta organización, la Emérita volvió a mostrar su apoyo público a la causa que busca la prevención del desperdicio de alimentos y la reducción de la inseguridad alimentaria. También sorprendió con un look colorido y rejuvenecedor con un detalle que no pasó inadvertido para nadie.
Doña Sofía eligió una blusa estampada con grandes flores en azul cobalto y blanco sobre fondo negro de cuello caja y manga larga, que llevaba por fuera, animando un pantalón sastre en negro y zapatos de tacón. Un conjunto que combina elegancia con un punto atrevido y que era perfecto para una cita como ésta, institucional pero no excesivamente protocolaria. Quizá por eso, la esposa de Juan Carlos I se atrevió con uno de los complementos más vistosos que no se cansa de lucir. Sacó del joyero un buen número de esos collares de estilo hippy que tanto le gustan y los usó como si fueran uno solo sobre la blusa. Mezclar para ella es un acierto, por eso tampoco dudó en añadir uno de perlas y una cadena de oro con una medalla. Es el detalle que confirma que este accesorio es su preferido y, aunque es habitual que los lleve, en esta ocasión les dio todo el protagonismo. Tampoco faltó uno de sus típicos broches, en concreto uno plateado con pequeñas perlas; el menos es más aquí no se hace efectivo.
Algo más discreto fue el estilismo que la reina Sofía eligió el pasado 21 de septiembre para su primera aparición pública tras las vacaciones para la inauguración del Congreso Internacional de Enfermedades Neurodegenerativas en Málaga. Entonces, vistió un conjunto de pantalón de pinzas, americana de raya diplomática y una llamativa blusa en color amarillo vibrante.
En aquella ocasión dejó los collares por dentro, pero también los llevaba, al igual que varias pulseras también con toque hippy y distintos anillos en cada mano. Aunque el look era bastante formal, estos accesorios ponían su sello personal, así como el bolso de pequeñas tachuelas con el que lo combinó.
La Emérita continúa siendo una pieza clave en la Familia Real y mantiene su agenda activa. En las próximas semanas, además de cumplir con sus compromisos, tendrá que prepararse para los importantes acontecimientos que vienen como la jura de bandera de Leonor. Mientras tanto, su esposo sigue en San Xenxo, en la que es su tercera visita.