Según datos recientes de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al cuarto trimestre del pasado año, la presencia de mujeres en la Administración Pública ha experimentado un continuo crecimiento en los últimos cinco años, pasando de 1.842.000 en 2019 a 2.070.000 en 2023.

En la actualidad, las mujeres representan casi el 60% de los empleados públicos, superando a sus homólogos masculinos. Este fenómeno revela una tendencia ascendente, que destaca el papel cada vez más relevante de las mujeres en el ámbito público.

Este patrón se repite en todo el territorio español, excepto en Ceuta y Melina, donde el número de empleados públicos varones supera al de las mujeres.

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Analizando los datos a nivel autonómico, Asturias encabeza la lista con un 67,81% de mujeres, seguida por La Rioja (66,21%) y el País Vasco (64,90%).

Desde Magas hablamos con Gloria Oliveros, directora de empleo público en Adams, centro de referencia en formación y preparación de oposiciones, que en 2023 formaron a casi 22.000 alumnos y de ellos, el 71% eran mujeres.

Gloria Oliveros, directora en ADAMS.

"El 59% de los empleados públicos son mujeres. Si nos atenemos a los datos del Boletín Estadístico de Personal al servicio de las Administraciones Públicas a fecha julio 2023, el total de empleados públicos es de cerca de tres millones de personas, concretamente, 2.967.572 de funcionarios", asegura la experta.

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Y añade: "Es decir, que seis de cada diez empleados públicos son mujeres, teniendo en cuenta que nos referimos al sector público estatal, al sector de las comunidades autónomas y al sector local".

Estabilidad y flexibilidad

Las mujeres eligen el empleo público por diversas razones que convergen en la búsqueda de un entorno laboral propicio para su desarrollo y bienestar. La estabilidad laboral se presenta como un factor clave, proporcionando un cimiento sólido para la planificación a largo plazo y la seguridad económica.

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La flexibilidad y la conciliación, por otro lado, son elementos cruciales para permitir a las mujeres equilibrar sus responsabilidades profesionales y familiares. Este enfoque facilita la creación de un ambiente de trabajo más inclusivo.

"La elección del empleo público por parte de las mujeres refleja la búsqueda de estabilidad y la posibilidad de conciliar sus roles familiares y personales", asegura Gloria Oliveros.

Y continúa: "La Administración Pública ofrece un entorno que asegura la igualdad, valora la diversidad y permite a las mujeres contribuir al servicio público mientras mantienen un equilibrio saludable en sus vidas".

Precariedad laboral

Sin embargo, las mujeres se enfrentan a desafíos específicos. Existe un techo de cristal dentro de la Administración Pública en lo que a provisión de puestos de trabajo de más alto nivel se refiere. Son mayoría en los puestos de Gestión y Auxiliares (categorías A2 a C1) en el ámbito de los Ministerios, también en los relacionados con la salud y la docencia.

Sin embargo, el número de hombres es mayoritario en muchos casos en los puestos más altos, que son los que reciben los salarios más elevados. También hay categorías profesionales todavía muy masculinizadas, como las relacionadas con la seguridad y la defensa.

Según datos del Boletín Estadístico del Personal al Servicio de la Administración Pública, el 87% de los trabajadores de las Fuerzas Armadas son hombres. En la Policía Nacional, este porcentaje es del 82%, mientras que en la Guardia Civil los hombres suponen el 90,5%.

Promoción interna

"El sector público en general se caracteriza por la igualdad en el acceso, pero igual que hay sectores feminizados, también hay otras áreas donde las mujeres tienen poca presencia. Por ejemplo, en las profesiones STEM", asegura Gloria Oliveros.

Y añade: "Por otro lado, todos los empleados públicos tienen derecho a la promoción interna, pero en algunos casos a las mujeres no les interesa, porque supone determinadas consecuencias para su vida personal y cambios en el cuidado de sus hijos, en la atención a su familia y esto provoca que rechacen algunas posibilidades de promoción".

También se ha detectado un aumento de los jóvenes que buscan puestos en la Administración. "Esto lo vemos reflejado en los alumnos de Adams. A partir de los 25 años la gente se plantea prepararse una oposición. Esto es debido a la seguridad de empleo que conlleva, a la flexibilidad, a la estabilidad, las retribuciones y a la posibilidad de promoción interna", confirma Oliveros.

Y añade: "No hay que olvidar tampoco que hay puestos totalmente vocacionales. Hombres y mujeres que deciden desempeñar un trabajo de servicio público a la sociedad", afirma.

Temporalidad

Otro problema al que hacen frente las mujeres es la temporalidad. De los 1.062.900 empleados públicos en situación de temporalidad a finales del año pasado, según datos de EPA, el 66% eran mujeres, evidenciando una mayor precariedad laboral que afecta a las empleadas públicas.

"Es importante que las Administraciones Públicas continúen incorporando medidas para paliar estas desigualdades específicas, favoreciendo la igualdad en los puestos más altos", asegura Oliveros.