Andalucía puede presumir de ser una de las comunidades autónomas con más belleza de toda España. Repleta de lugares bonitos, todas sus provincias conviven en una impresionante sintonía para ofrecer una combinación completa de todo lo que significa el turismo en el país: cultura, arquitectura, naturaleza, gastronomía y mucha belleza.

Hay algo inefable en su patrimonio, pero también en esos rincones mágicos que se adhieren no solo a las pupilas de quienes la visitan fuera de España, también a las que están acostumbradas a verlo diariamente. Una de ellas, precisamente, acaba de cerrar su temporada de feria hace unos días, Córdoba.

En el casco histórico de Córdoba aún pueden observarse las memorias de una ciudad fundamental durante toda la historia. Fue la capital de la Hispania Ulterior en tiempos de la República Romana, de la provincia Bética durante el Imperio romano y del Califato de Córdoba durante la época musulmana. Todos sus pueblos nos hacen retroceder a esos años, en especial, uno más bien desconocido: Priego de Córdoba.

Priego de Córdoba, Andalucía

Priego de Córdoba es un municipio y una ciudad española de Córdoba, perteneciente a la comarca de la Subbética. Aunque a muchos les resulte desconocido, lo cierto es que cuenta con una población de más de 22.000 habitantes y su belleza ha conseguido posicionarla en el ranking de los lugares más deseados de la provincia.

Es conocido como 'la ciudad del agua' debido a la gran cantidad de manantiales y fuentes que hay por la zona, que lejos de perjudicar a su estética, se funden para mostrar un pueblo con mucha historia y una arquitectura que ha sido considerada como 'joya' del Barroco.

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Acudir a Priego de Córdoba significa retroceder a esa época de la historia en la que encontraron una nueva forma de percibir el arte. La importante presencia de este periodo en el pueblo andaluz fue la coincidencia en el tiempo de este estilo artístico y el florecimiento económico que vivió la ciudad en el siglo XVIII gracias a su importante industria textil.

En ese entonces, el municipio era uno de los centros de producción de seda más importantes de España, por lo que podemos encontrar varios ejemplos en el municipio de la época, como la iglesia parroquial de la Asunción, de origen gótico mudéjar que tiene en su sagrario, obra de Pedrajas, uno de los máximos exponentes del barroco.

Iglesia de la asunción. Redes sociales.

Tal existencia de este periodo en el municipio no es más que la demostración de cómo este rincón cordobés lleva habitado al menos desde hace cien mil años. De hecho, es algo que demuestran en el Museo Histórico Municipal de Priego, donde residen importantes hallazgos del Paleolítico, Neolítico, Edad de los Metales, Antigüedad y Edad Media.

Si hay algo que destaca de Priego de Córdoba, además de su impresionante arquitectura y por supuesto, el agua que protagoniza sus calles son las flores. Entre sus barrios, el pasado árabe se funde con unas casas blancas repletas de macetas, especialmente en el Barrio de la Villa.

El Barrio de la Villa fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1972 y en la actualidad, es un símbolo de Priego. Su inspiración musulmana le convierte en un barrio hermano de los típicos barrios andaluces, como el Albaicín de Granada o la judería de Córdoba.

Pasear por sus calles supone encontrar callejones estrechos y sin salida, así como de plazas más abiertas, pero todas ellas repletas de una belleza andaluza impresionante. Para poder disfrutar del lugar en su totalidad, hay quienes recomiendan comenzar en la Plaza de Santa Ana.

Después, tendremos que recorrer la  calle Real hasta llegar a la Placita de San Antonio, pequeña, pero muy bonita, para después continuar por la calle Jazmines. Cruzando de nuevo la calle Real, saldremos por el Bajondillo hasta el Adarve, un balcón desde el cual podremos disfrutar de las vistas de la zona.

Una ciudad 'de agua'

Sin embargo, si hay algo que caracteriza a Priego de Córdoba es como el agua ha marcado el perfil de su aspecto a lo largo de la historia. Entre sus calles nos encontramos manantiales y fuentes que desde siglo XVI adornan y realzan las calles.

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El agua es un elemento imprescindible para la vida y el desarrollo de esta localidad, que ha sabido aprovecharla y embellecerla con numerosas fuentes que adornan sus calles y plazas, que, además, empleaban ya desde siglos pasados y tenían un gran simbolismo para ellos.

El agua da forma a lugares como el paraje de La Cubé, un espacio natural a los pies del Adarve o la Fuente de la Salud, un monumento arquitectónico que fue considerado Monumento Nacional con un gran valor patrimonial, histórico y cultural.

El encuentro con el agua en Priego de Córdoba es una costumbre que suele sorprender a quienes visitan la localidad, pero de la cual disfrutan especialmente en los meses más calurosos del año, donde todas las fuentes y manantiales crean un ambiente refrescante.