A falta de unos días para dar el pistoletazo de salida a la temporada de verano, son muchos los españoles que ya tienen decidido cuáles serán sus destinos vacacionales de este año. La gran mayoría optarán por zonas de costa para disfrutar de las altas temperaturas. Y es que, tal y como han adelantado desde la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), el verano de este año será muy probablemente más cálido de lo normal.

El calor sofocante que se apodera cada año de la mayoría de regiones españolas provoca que la mayoría de los ciudadanos opten por destinos de playa para disfrutar de sus ansiadas vacaciones. Sin embargo, cada vez son más los españoles que optan por realizar escapadas a destinos de interior. España cuenta con una gran variedad de enclaves donde poder aprovechar al máximo de unos días de descanso. Y uno de ellos son las espectaculares piscinas naturales que están repartidas por todo el territorio. 

Todos aquellos que no cuentan con tantos días de vacaciones aprovechan el verano realizando pequeñas escapadas a lugares donde poder disfrutar de una jornada de sol. Eso sí, en la mayoría de los casos, encontrar un sitio donde poder pegarse un baño es uno de los objetivos principales de los ciudadanos. Y es por este motivo por el que las piscinas naturales se han convertido en los últimos años como lugares idóneos.

El Charco Azul de Chulilla

España cuenta con un gran número de piscinas naturales repartidas por sus comunidades autónomas. Sin embargo, lo cierto es que algunas cuentan con mayor popularidad que otras. Es lo que ocurre con el Charco Azul, una espectacular piscina ubicada en la localidad de Chulilla (Valencia) y que se ha configurado en los últimos tiempos como un lugar ideal para disfrutar de un día de verano. 

Chulilla es un pequeño municipio de Valencia ubicado entre las montañas y que se ha caracterizado históricamente por sus populares casas blancas adornadas con flores. La población de la localidad ha crecido protegida por la geografía que ha ido esculpiendo durante años el paso del río Turia. Y fueron precisamente los árabes que habitaron en la zona quienes construyeron una presa que conducía las aguas. 

Las montañas rocosas son características de la zona. Sin embargo, entre las paredes de cientos de metros de altura se encuentra una joya de la naturaleza. Nada más y nada menos que el Charco Azul, una espectacular piscina natural de aguas azules turquesas que se ha convertido en los últimos años en uno de los espacios más visitados de la zona. 

El baño en las espectaculares aguas está permitido. Eso sí, es obligatorio que los bañistas se encuentren a más de 200 metros de la presa durante el baño. Además, uno de los principales atractivos de esta piscina, además del espectacular paisaje que ofrece, es la pasarela de madera que se adentra en el agua y que permite a los visitantes obtener fotografías para el recuerdo. 

¿Cómo llegar al Charco Azul?

Todas aquellas personas que quieran llegar al charco azul deberán completar una pequeña ruta de senderismo de dificultad baja y de una duración aproximada de una hora. El punto de partida de la ruta se sitúa en la plaza de la Baronía de la localidad de Chulilla. Desde allí, hay que seguir las indicaciones por el sendero L-CV 74 hacia el Charco Azul. 

En la primera parte de la ruta, los visitantes deberán bajar hasta el fondo del Cañón del Turia. Esta fase puede resultar un poco más complicada, ya que la pendiente es más pronunciada. Tras una bifurcación, los senderistas se encuentran directamente por el río y, a su derecha, deberán seguir un sendero durante unos kilómetros. 

Siguiendo el camino, los turistas llegarán a la Peña Judía y tras cruzar el río por una pasarela de madera, el siguiente paso es continuar con el sendero hasta llegar al Charco Azul. En total, el sendero cuenta con 3,6 kilómetros y 220 metros de desnivel. 

¿Qué ver en Chulilla?

Además de la ruta del Charco Azul, la localidad de Chulilla (Valencia) cuenta con otros lugares que son imprescindibles visitar durante una escapada al municipio. Uno de ellos es el castillo, que se sitúa en la parte más alta del pueblo, al borde del Cañón del Turia. Se trata de un castillo del siglo XVI que fue declarado Monumento Histórico Artístico. 

El pueblo cuenta con un gran número de casas blancas decoradas con flores. Sin embargo, uno de los puntos clave de la localidad es la gran variedad de actividades de ocio y al aire libre que ofrece a los visistantes. Una de ellas es, por ejemplo, la ruta de los Puentes Colgantes o la ruta de los Calderones, también muy popular entre senderistas. 

Si se desea explorar los alrededores, otra opción para los visitantes es acudir a otros municipios cercanos como Chelva, uno de los más bonitos de Valencia y ubicado a tan solo 20 kilómetros de Chulilla.