Se aproxima el verano y nuestra mente comienza a planear escapadas que nos hagan llevar mejor las altas temperaturas. Hay quien prefiere la playa, hay quien se decanta por la montaña, pero finalmente todos buscamos aguantar las altas temperaturas de la mejor manera posible.
El interior de España aguarda lugares mágicos, pueblos con un encanto desconocido para muchos, perfectos para hacer un viaje "de fin de semana" que se nos haga más corta la espera antes de las vacaciones.
En plena comarca de la Alcarria, se ubica Trillo, un encantador municipio de la provincia de Guadalajara del que te maravillará cada rincón. Una mezcla de naturaleza, historia, cultura y relajación que no defrauda a nadie.
Con varias construcciones declaradas patrimonio histórico y cultural, lo que hace que este pueblo guadalajareño sea el lugar perfecto al que viajar este verano, son las diferentes cascadas que te podrás encontrar paseando por sus calles.
A poco más de hora y media de Madrid y a menos de un cuarto de hora la ciudad de Guadalajara, la serenidad del transcurrir de sus aguas y el paisaje que lo rodea, hace de Trillo el típico pueblo que parece de cuento.
El pueblo de las cascadas
Conocido también como el "pueblo de las cascadas", Trillo está considerado uno de los pueblos más bonitos del país.
La desembocadura del río Cifuentes en el Tajo confluyen aquí, produciendo numerosos saltos de agua en el corazón de la ciudad.
Destaca una de las cascadas del municipio por sus 15 metros de altitud, en pleno centro, convirtiéndolo en una de las chorreras de agua más espectaculares que podrás encontrar paseando por Trillo.
Los escenarios naturales que crean los ríos Tajo y Cifuentes a su paso por la ciudad son, sin duda, uno de los principales atractivos turísticos de Trillo. Pero no el único, puesto que goza de gran popularidad debido a la fama de sus aguas termales.
El balneario de Carlos III es otro de los grandes reclamos turísticos del municipio. Los tratamientos termales que ofrece con sus aguas minero-medicinales y terapéuticas procedentes del río Tajo, lo convierte en un lugar de peregrinación para cientos de personas cada año.
Visitar Trillo y probar sus aguas es uno de los planes casi obligados que debes hacer si buscas relajación y beneficios. Pero tampoco puedes marcharte de aquí sin degustar alguno de sus platos más típicos como el cordero asado.
Más allá de las cascadas
El entorno natural en el que se encuentra Trillo es el perfecto punto de partida para saber que este debe ser tu próximo destino. Sus cascadas y paisajes montañosos recrean un halo único, motivo suficiente para hacer turismo en sus inmediaciones.
Pero el municipio también cuenta con diferentes monumentos y lugares de interés, gracias a la rica herencia cultural e histórica del lugar. En época romana Trillo ya gozaba de interés al estar situada en la región fronteriza de Carpetania y Celtiberia.
Tras diferentes episodios a lo largo de la historia, en el siglo XIV se construyó el castillo bajo las órdenes del infante don Juan Manuel, del que a día de hoy aún se pueden apreciar sus ruinas.
La iglesia de la Asunción de Nuestra Señora es una construcción del siglo XVI y la Plaza Mayor son algunos de los lugares que no puedes dejar de visitar.
Su emblemático puente sobre el río Tajo, también del siglo XVI, además de La Casa de los Molinos, quizás el edificio más antiguo de Trillo (1285-1212), completan el encantador halo que evoca el pueblecito.