El amor es algo que —parece— que todos queremos experimentar. Conocer a alguien que nos quiera, valore y acompañe durante toda nuestra vida. Para la mayoría de las personas, enamorarse y establecer un vínculo afectivo, sincero y profundo con alguien es un objetivo en la vida que tienen que cumplir, incluso, antes de una determinada edad.

De forma general, estas mismas personas son las que se sorprenden cuando alguno de sus amigos cercanos no ha conseguido una pareja en toda su vida o, simplemente, se han visto aterrorizados de que llegue el momento. Siendo un sentimiento tan puro, pleno y satisfactorio, ¿cómo alguien va a tener miedo al amor?

La filofobia es el miedo al amor o a enamorarse. Un miedo tan intenso que resulta difícil, a veces imposible, formar y mantener relaciones amorosas a quienes lo padecen. No consiste en una condición médica diagnosticable, pero sí puede afectar a nuestra vida negativamente.

Qué es la filofobia

Las fobias son uno de los trastornos de ansiedad más comunes, de hecho, se estima que más del 9% de la población en general padece alguna aversión. Aunque conozcamos una gran parte de ellas, como la aracnofobia o claustrofobia, existen muchos tipos que resultan desconocidos, incluso para quienes lo padecen.

Las personas que tienen fobias desarrollan miedos extremos a cosas que normalmente no les hacen daño. La filofobia, en este caso, es un trastorno de fobia específica en el que las personas que la padecen tienen miedo una determinada situación: enamorarse.

La filiofobia es el miedo irracional o exagerado a todo lo que implica el amor: enamorarse, a amar, ligar con otra persona e, incluso, a un dolor que todavía no ha pasado, pero que es posible que pase. Todo ello hace muy complicado que las personas que lo padecen formen y mantengan relaciones amorosas.

Lo cierto es que el miedo a enamorarse es algo que podemos llegar a sentir en nuestra vida, especialmente si hemos pasado por malas experiencias en el amor; sin embargo, la filofobia puede hacer nos aislemos y rechacemos cualquier posibilidad de conocer a nuevas personas por el terror que produce la posibilidad de establecer un lazo emocional demasiado fuerte.

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Aunque esta fobia parezca que solo puede darse entre las personas que nunca han tenido una pareja, también puede suceder que aquellas que están dentro de una relación no sepan como gestionar sus emociones y sea difícil el poder prosperar amorosamente dentro de la misma. 

Entre los síntomas que encontramos de la filofobia, los expertos destacan el ser incapaz de tener relaciones íntimas, una ansiedad extrema cuando están en una relación, la preocupación constante por el fin del amor, el miedo por las emociones de la otra persona y alejar a las personas o terminar las relaciones abruptamente.
Los expertos sugieren que cuando estos síntomas ocurren durante más de seis meses, podemos optar por un tratamiento disponible: la terapia cognitivo-conductual. Este método puede ayudarnos a reconocer los pensamientos de ansiedad y lo que podría estar creando la fobia.

Por qué surge la filofobia

A menudo, las personas pueden atribuir su miedo o fobia a experiencias traumáticas de la infancia; sin embargo, la filofobia puede ser una respuesta protectora. Cuando no nos permitimos desarrollar sentimientos de amor por alguien, reducimos el riesgo de angustia y dolor.

Las relaciones pasadas traumáticas pueden contribuir al desarrollo del miedo a enamorarse. La infidelidad, la traición o el desamor pueden hacer que nos mantengamos alejado de las relaciones románticas. Pero no solo eso, sino que relaciones ajenas a nosotros u otro tipo, como familiares, también pueden provocar esta fobia.

En algunas culturas, hay más presión para casarse a una edad temprana en circunstancias específicas. Es muy posible que si alguien no quiere tener esta experiencia tradicional, pueda derivar en un miedo al amor irracional. 

Los estudios demuestran que el rechazo puede tener resultados en el cuerpo similares al dolor físico. La mayoría de las personas son capaces de superar el rechazo, pero si hemos experimentado varios rechazos dolorosos, el miedo a otro puede permanecer con nosotros.

Cómo tratar la filofobia

El mejor tratamiento para curar las fobias específicas es un tipo de terapia que se conoce como terapia de exposición. Un tratamiento que comenzó en la década de los 50 y que busca que nos enfrentemos a nuestros miedos, es decir, exponernos a la situación que nos provoca ansiedad y estrés.

Sin embargo, la mejor solución en estos casos es acudir a los expertos. Ellos estudian los casos de forma individual, y son capaces de otorgarnos esa ayuda que nos sirve para superar la fobia, que aunque parezca imposible, siempre se puede estar un paso más cerca.

En el caso de que estemos en una relación de pareja y presentemos este tipo de síntomas, la comunicación es la que puede ayudarnos a salvar la situación. Siempre lo ideal es hacer saber a la otra persona cómo nos sentimos, por si es capaz de ayudarnos, aunque sea con lo más mínimo.