De media empleamos cerca de 11 horas diarias delante de un dispositivo con pantalla, y en el 81% de los casos miramos más de cinco pantallas distintas a lo largo del día.
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Pasamos más de la mitad de un año expuestos a algún dispositivo digital, 167 días durante los cuales nuestro rostro alterna la pantalla del móvil con la de la tablet, el ordenador y el e-book.
Estamos muy expuestos a la luz azul, la denominada Luz HE-VL (High Energy Visible Light) o luz visible de alta energía. Los expertos aseguran que debemos proteger nuestra piel del daño celular cutáneo que puede provocar dicha luz y que acelera el fotoenvejecimiento de la piel, además de causar manchas e hiperpigmentación en la piel, mayor sequedad, irritación y descamación.
Si bien no es tan dañina como la luz ultravioleta del sol, la luz azul –genera radicales libres- se convierte en un problema. A éste, hay que sumarle el campo electrostático que se forma alrededor y que rompe el equilibrio de la piel.
Por ello, los dermatólogos aconsejan poner remedio usando a diario un fotoprotector de amplio espectro, además de implementar una rutina antioxidante y de regeneración cutánea.
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Efectos nocivos
La luz azul tiene una energía mucho más baja que la radiación UVA y UVB, pero también logra penetrar nuestra piel causando distintos efectos nocivos:
Estrés oxidativo: La luz azul estimula el aumento de radicales libres y oxígeno, algo denominado también estrés oxidativo, responsable de la disminución de las síntesis de colágeno y elastina. Como consecuencia, la piel pierde elasticidad, firmeza y luminosidad, lo cual conlleva a la aparición prematura de signos del envejecimiento.
Deshidratación: Provoca una disminución de las moléculas que se encargan de mantener los niveles de agua causando que la piel se deshidrate y pierda elasticidad.
Hiperpigmentación: Una elevada exposición a la luz azul activa los melanocitos, lo que puede propiciar la aparición de manchas en la piel.
Protectores de amplio espectro
Para revertir la acción de la luz azul en la piel, uno de los cosméticos más populares y más utilizados son los protectores solares de amplio espectro, es decir, aquellos que, además de luchar eficazmente contra los rayos UVA y UVB, también defienden la piel de los infrarrojos y de la luz visible (entre la que se encuentra la luz azul).
¿Pero sirve cualquier fotoprotector? La respuesta es que no, pues no todos los solares son de amplio espectro, por lo que habrá que elegir aquellos que especifiquen que lo son, o bien los que indican que actúan contra la luz visible o, directamente, contra la luz azul.
También podemos combatir estos efectos con productos cosméticos que incluyen una acción antienvejecimiento, con activos antioxidantes en su formulación, además de otras cremas e incluso limpiadores que actúan contra dicha luz azul.
A continuación, algunos productos cosméticos que pueden combatir la luz azul del ordenador en la piel del rostro.