Si la piel de tu rostro tiende a brillar, es probable que tengas la piel grasa. "Es mucho más grasa que la del cuerpo, ya que presenta un número mayor de glándulas sebáceas”, explica Sonia Ferreiro, cosmetóloga y biotecnóloga, responsable técnica de Ambari Beauty.

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“Esas glándulas sebáceas suelen tener especial presencia en lo que comúnmente denominamos zona T y que recoge la frente, la nariz y el mentón, presentándose en algunas personas también en las mejillas” añade la experta. Uno de los mitos recurrentes sobre este tipo de piel es que envejece mejor que las demás. ¿Qué hay de cierto en ello? Así nos lo explican los expertos.

¿Es mejor tener la piel grasa?

Ante todo, cabe destacar que no hay una piel "mejor" que otra. El escenario ideal es el equilibrio de sebo presente en el rostro. "Así, la piel trabaja en un balance óptimo y cumple todos sus mecanismos de trabajo y funciones orgánicas”, expone Bella Hurtado, directora técnica de Boutijour.

Debidos a su barrera hidrolipídica comprometida, las pieles secas tienden a deshidratarse: “Esa falta de humectantes y emolientes puede producir efectos adversos como son las rojeces, el acné-rosácea o las cascadas de envejecimiento por rotura de cadenas de colágeno al tener la piel desequilibrada”, argumenta Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza.

Sin embargo, esto no implica que las pieles grasas tengan más ventajas“Una piel con una producción excesiva de sebo puede desencadenar procesos inflamatorios, depósitos de bacterias u oclusiones que derivan en acné, un cambio en la textura del tejido con un aspecto de poros más abiertos o inflamados, además de otros síntomas a lo largo del tiempo” explica Raquel González, cosmetóloga y directora de educación de Perricone MD.

Por ejemplo, “pigmentación producida tras procesos inflamatorios o una inactividad celular debido a que la piel se relaja creyendo que la producción de grasa la equilibra, lo que puede provocar arrugas o descolgamiento facial al perderse la síntesis natural de colágeno”.

¿Envejece mejor la piel grasa?

La creencia de que una piel grasa envejece mejorpor lo tanto, no es correcta del todo. “Es verdad que las pieles grasas suelen presentar una mejor función barrera en épocas como la menopausia, cuando el cambio de estrógenos suele producir una seborregulación masiva.

Aquellas con mayor tendencia grasa, suelen notar menos efectos de resequedad porque tienen un remanente que suple la carencia que aparece”, argumentan desde Purenichelab.com su responsable de prescripción de rutinas y asesora técnica, Marta Agustí.



En este sentido, mientras que una piel seca suele presentar envejecimiento debido a la falta de hidratación, lo cual puede revelar arrugas y una piel menos rica en colágeno y elastina, las pieles grasas pueden presentar un aspecto similar, lo único que el camino hasta esos efectos visibles es diferente. 

“Son tejidos cutáneos que tienden a sufrir de más acné, procesos inflamatorios que implican un envejecimiento de la piel, rompiendo las fibras de colágeno y elastina. 

Por los propios granitos, además, reflejan una textura irregular, mostrando lo que en muchas ocasiones denominamos socavones faciales. Aparte, poseen una gran tendencia a las manchas, ya que las propias fases de acné suelen conllevar un período de hiperpigmentación postinflamatoria que, si no se trata, puede desarrollar manchas firmes en la dermis y difíciles de tratar”, añade Elisabeth San Gregorio, directora técnica de Medik8.

¿Cómo regular el tejido cutáneo?

Algunos activos cosméticos son claves: “Uno de ellos es el ácido alfa lipoico que, aunque lleve de nombre la palabra ácido,noes exfoliante, aunque sí es un poderosísimo seborregulador, además de un gran antioxidante”, comenta Raquel González, de Perricone MD. También sorprenderá que determinados aceites, como el de jojoba o el de semilla de kukui ayuden con este objetivo. 

“Aunque poseen una base lipídica, dejan acabado seco y, lejos de aumentar los niveles de grasa, los reducen con un uso cotidiano del ingrediente”, suma la cosmetóloga. Enmarcado en estos principios que son menos agresivos, también posee una gran función equilibrante la niacinamida, “que no solo calma o ayuda a evitar la pigmentación en la piel, sino que, además, nivela la cantidad de sebo que producimos”, añade Bella Hurtado, de Boutijour.

Ten asimismo en cuenta los ácidos exfoliantes, donde se encuentran los alfahidroxiácidos como el glicólico, de bajo peso molecular y poderoso exfoliante por ser capaz de romper las cadenas de células muertas de forma más profunda.

Sin embargo, el ácido exfoliante estrella es un betahidroxiácido que muchos conoceremos: el ácido salicílico. “Además de exfoliar, tiene una maravillosa capacidad para penetrar en los poros y eliminar el exceso de sebo, a la vez que ayuda a regular su producción”, argumenta Estefanía Nieto, de Omorovicza.

Las arcillas son otros ingredientes maravillosos cuando se trata de regular. Determinadas, como la blanca, la rosa u otros lodos, como el Moor, ayudan a retirar el exceso de sebo de la piel. ¿Cómo lo hacen? “Al aplicar el producto sobre el tejido, la porosidad de la arcilla absorbe esa grasa. Esto ocurre también con los carbones activados”, expone Ana Yuste, responsable de formación de Aromatherapy Associates.

Por último, los retinoides son seborreguladores por excelencia. Desde el famoso retinol en sí, hasta la estrella de ellos, el retinal o retinaldehído, cuya capacidad de nivelar la producción sebácea es mucho mayor y, además, tiene acción antibacteriana, lo que evita los procesos acneicos.