Montse F. Frías Sara Fernández

Estar en el momento en el que el prestigioso Roberto Torretta corrige uno de sus diseños directamente sobre el cuerpo de la modelo, uno de los treintatantos que se verán sobre la pasarela de la MBFW mañana, no tiene precio.

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Rápidamente, ajusta el satén negro aquí y allá, los alfileres vuelan y el vestido cobra una nueva vida, un sentido y una estética diferente. Lo que iba a ser un modelo de líneas sueltas se ajusta como un guante al cuerpo de la joven. Todo cambia, todo fluye en las manos del maestro. La modelo se aleja por el pasillo y continuamos con la conversación.

El padre llama a su hija María Torretta, la nueva generación que recoge el testigo en una empresa familiar, que ha sabido mantenerse durante más de tres décadas en un sector muy complicado y competitivo.

El diseñador posando en su multiespacio proyectado por la arquitecta Patricia Urquiola. Sara Fernández

¿Cómo es trabajar con tu padre? 

María Torretta: Muy divertido. Tengo el plus de que trabajo con mi padre y con mi madre. Mi madre es una parte muy importante de la empresa, es una pilar importantísimo, aunque esté un poquito más escondido, pero realmente es muy importante. 

Que la empresa sea familiar, y que tus jefes sean tus padres hace que haya muchísima confianza, lo que a veces supone un poquito más de roce, pero nos llevamos muy bien, la verdad, y sabemos separar familia y empresa. 

Es verdad que nos vemos mucho también en nuestro tiempo de ocio, pero disfrutamos trabajando. Entonces para nosotros siempre es positivo. 

Yo me encargo de la parte de proyectos y de estrategia de la empresa. Es verdad que formo parte de todo, y me encanta el proceso creativo también, pero estoy muy enfocada en proyectos nuevos y en toda la parte estratégica empresarial. 

Proyectos, por ejemplo, como colaboraciones, la segunda línea, la internacionalización, y nuevos productos que salen a través de licenciatarios. 

¿Qué has aportado a la empresa? 

Yo creo que sobre todo, digitalización. He apostado por la digitalización, tanto en el propio comercio, como todo lo que estamos desarrollando en páginas web, redes sociales, etc. Incluso la digitalización interna dentro de la propia compañía. Intento aportar una visión un poco más joven y un poco más fresca.

Roberto Torretta posando junto a algunas piezas de su colección. Sara Fernández

 

Cómo definirías el estilo como diseñador de Roberto Torretta? 

Sobre todo, es un estilo en el que prima la calidad, que es su apuesta de siempre y yo creo que es muy femenino, urbano, sofisticado y que de una forma más cauta, sigue las tendencias. Se dirige a una mujer muy actual.

¿Qué vamos a poder ver en la colección que presentáis mañana en IFEMA? 

Vamos a ver una colección muy sofisticada, con siluetas muy femeninas. Se trata de una colección muy trabajada y lujosa. Muy Torretta, pero es verdad que le hemos dado una vuelta a las prendas más de costura, tanto en siluetas, como en tejidos. 

Vamos a ver minifaldas, muchas piernas, con tejidos más de costura, pero con siluetas muy jóvenes. Está muy accesorizada. Hemos diseñado muchos zapatos en esta colección. Te diría que casi cada look lleva un zapato en un tono, y lo mismo pasa con los bolsos, que nos los hace un artesano maravilloso de Toledo. Cada bolso acompaña a un look, con una forma diferente y con un tono. 

Algunos de los bocetos de la nueva colección. Sara Fernández

María se disculpa porque tiene que salir de la sala para seguir corrigiendo y preparando la colección que se presenta mañana. En la calle Fereluz todo son prisas, un entrar y salir de gente sin parar... Nos quedamos con el padre, con quien hablamos de sus inicios y de su visión de la moda.

Roberto llegaste en el 74 a Madrid desde Buenos Aires, ¿cuáles eran tus expectativas en aquel momento? 

Yo tenía 24 años. Nos juntamos un grupo de amigos para recorrer Europa, y llegamos a España. Y ese fue el plan inicial. A los dos o tres años conocí a Carmen y ya me quedé. Con España no tengo nada que ver porque mi apellido es italiano, mis antecedentes son italianos.

Me acuerdo que España era un país en blanco y negro. Venía de Buenos Aires de un país decadente, pero la ciudad era espléndida y pasaban allí muchas cosas. Y Madrid estaba un poco plana, pero con la enorme suerte, de que al poco tiempo comenzó a despuntar la movida madrileña.

Carmen tuvo una tienda durante treinta y tantos años, la boutique Berlín, que estaba en el epicentro de la movida. Y por ahí, pasó todo el mundo. Iban fotógrafos, artistas, toda la vida cultural madrileña y tuvimos con ellos una relación muy cercana.

El diseñador Roberto Torretta y su hija María en su atelier. Sara Fernández

¿Cómo entraste en el mundo de la moda? 

Carmen abrió la tienda, y siempre nos había encantado el tema de la moda. Asi que comenzamos a realizar colecciones con un tejido jersey de punto, y fuimos evolucionando hasta llegar a las colecciones que hacemos ahora. En el 81 pusimos en marcha la empresa SNIF, justo lo que decíamos coincidiendo con la movida madrileña. Eso fue magia porque te toca o no te toca...

La calle Almirante era uno de los epicentros. La moda se comenzaba a desarrollar. Cuando yo llegué a Madrid, lo único que había eran dos tiendas. En el sector textil, no había nada, estaba todo por hacer. Participar de eso fue muy bueno. 

En el 96 comenzaste a desfilar en la Pasarela Cibeles, ¿cómo han cambiado las pasarelas desde entonces hasta ahora? 

Todos nos hemos profesionalizado más en España. Antes era como más intuitivo, ahora está todo más estructurado. Esto es una empresa, con X empleados y tenemos que cumplir, tenemos que pagar y tenemos que generar negocio, no es todo creativo. Tenemos que competir contra todas las mejores marcas del mundo y mantenerte vivo en ese entorno, en ese ambiente es muy difícil, hay que hacerlo muy bien y hay que ser muy profesional. 

Y llega la gente joven... 

La gente joven, el hiper lujo, la sobre oferta que hay en el sector textil mundial es enorme. No queda ningún nicho, como dicen los entendidos, no queda ni un agujerito, no queda nada por descubrir. 

Torretta en su despacho de trabajo en la calle Fereluz. Sara Fernández

Por otro lado, también hay mucho interés por la moda...

Claro que sí, ha cambiado la oferta y ha cambiado la demanda también. Antes te ibas a Londres, a Milán o a París y notabas una enorme diferencia con respecto a España. Ahora las españolas se visten muy bien, porque todo ha ido evolucionando.

¿Y quiénes fueron los diseñadores que te marcaron al principio en tu carrera, en los que te mirabas o admirabas? 

Pues te diría que no me ha inspirado en él porque somos muy distintos, pero considero que tiene una estética muy buena, que a mí me encanta, que es Balenciaga. Me parece exquisito, su moda dura y perdura. Con un patronaje muy complicado, pero con muy buen gusto. 

Has diversificado muchísimo diseñando desde gafas hasta ropa de hogar, relojes, y hasta luces de Navidad. 

Sí, hasta alfombras. Es muy bonito porque aprendes. Recuerdo cuando fui a la fábrica de Roma, que yo no tenía ni idea, te enseñan cómo se fabrica una alfombra desde cero, qué tipos de nudos existen y esto es apasionante. 

Creamos las luces de navidad para la calle Ortega y Gasset y quedaron muy bonitas. Les explicamos lo que queríamos y nos dijeron que era 'irrealizable'. Al final, se trata de adaptar el diseño a la técnica. Cada sector en el que nos metemos es una experiencia maravillosa.

Hemos hecho relaciones muy buenas, porque en este tipo de colaboraciones el industrial y el diseño hacen un buen matrimonio. Nosotros al principio hacíamos todo el recorrido, desde el diseño, a la producción, fabricación, distribución, y todo eso ya se ha profesionalizado. Hay profesionales en cada uno de los tramos. La industria necesita al diseño y el diseño necesita a la industria. Hemos hecho hasta un coche con Mercedes y ahora velas.

Has recibido montones de galardones a lo largo de tu trayectoria, pero sin duda uno de los más destacados sea el Premio Nacional de Moda que te entregó la reina Letizia, ¿que supuso para ti ese galardón?

Es muy gratificante y es el top de los galardones. Es un reconocimiento a toda la trayectoria de nuestro trabajo y que sea la reina quién lo entregue es doblemente gratificante. Una señora que apuesta por la moda española, la defiende, la lucha y la lleva fuera, es una embajadora maravillosa. 

Hablemos de la nueva colección, la que veremos en la pasarela 

La marca Torretta apuesta sobre todo, por la calidad. La calidad en forma de moda de autor, slow fashion o como queramos llamarlo. Calidad en los tejidos, calidad en los diseños, calidad en el patronaje y calidad en la costura. Eso hace que una prenda tenga durabilidad con buenos materiales y buen diseño. 

En esta colección vamos a ver además, mucho sastre. Esa mezcla de lo masculino y lo femenino que a mi me encanta. Vamos a ver prendas muy femeninas. Y también una parte masculina. 

¿En cuanto a tejidos?

Tenemos como tejido base un crepe de lana que lo hemos desarrollado mucho, pesado, muy bonito. También hay una mini colección de cuero, un material fantástico con un envejecimiento muy bueno. Después hemos hecho una colección de noche bastante espectacular.

¿Qué tonalidades vamos a ver? 

Tres colores base. Un lila muy claro, un beige muy elegante y un burdeos fuerte. Y después están salpicados o rotos con 4 o 5 pinceladas de tonos potentes: amarillo anaranjado, amarillo potente, azulón, tono mantequilla... 

¿A qué tipo de mujer se dirige? 

Toda la colección es lo suficientemente extensa como para abarcar al máximo de público posible. Hay prendas pensadas para gente más joven, y otras para más adulto.

¿Y cuántas salidas vas a hacer? 

Estamos en 38 aproximadamente. Estamos viendo los últimos retoques para ver si lo que hemos pensado funciona. Hasta una hora antes del desfile estamos viendo maquillajes, luces, música. La colección está viva...