Durante años, los seres humanos hemos buscado la pócima para la eterna juventud y nos hemos ido acercando, poco a poco, a fórmulas que pueden ayudar a frenar el envejecimiento de la piel o a reducir sus síntomas.
Sin embargo, siempre hemos soñado con una solución mágica, rápida y duradera, al estilo de "la fuente de la juventud" de Piratas del Caribe, que nos permitiera rejuvenecer en un simple paso.
Entre cremas, sérums, tónicos y mascarillas nos hemos visto buscando un resultado que revirtiera el envejecimiento, eliminando arrugas y marcas de la edad. Y aunque pueda parecer imposible, puede que esta especie de elixir esté más cerca de lo que nos imaginamos.
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De la mano del biólogo croata Miroslav Radman, ha llegado el proyecto NAOS Aging Science. ¿Su objetivo principal? Determinar las causas del envejecimiento del ser humano.
Durante años, se ha creído que el desgastamiento de la piel estaba directamente relacionado con el genoma, y es ahí a donde han ido destinados la mayoría de recursos e inversiones. No obstante, NAOS ha demostrado que la atención ahora se debe dirigir a otro lado: al proteoma. Este es el conjunto de proteínas que posee un organismo y que un sistema produce y modifica. Lo encontramos presente en muchos de los seres vivos, y sí, has adivinado bien, nosotros también lo tenemos.
En sus estudios, Radman ha querido prestar especial atención a los seres de la naturaleza que mayor resistencia tuvieran y, después de varias décadas de investigación, el profesor croata ha dado con las bacterias extremófilas. Su nombre científico es el Deinococcus radiodurans y el experto croata las ha calificado de "evolución perfecta en términos de resistencia biológica", ya que logran sobrevivir en condiciones extremas y auto repararse tras la experiencia.
"La capacidad de autorreparación de estos organismos les permite soportar altas dosis de radiación. Estas bacterias protegen a las proteínas de la corrosión y lo hacen con unas proteínas inoxidables que reparan los fragmentos de ADN", ha explicado Miroslav Radman. Estos organismos han sido capaces de soportar temperaturas extremas, altos grados de radiación y una elevada salinidad sin que nada lograra afectarlos. Y todo gracias a la gran protección de su proteoma.
La importancia de las proteínas en nuestro organismo es mayor de la que nos podemos imaginar; son el segundo componente de nuestro cuerpo. Un envejecimiento de las proteínas presentes en las células cutáneas resulta en un cutis envejecido, apagado y con arrugas.
Además, uno de los expertos que trabajaban en el proyecto descubrió en 2010 la Arthrobacter agilis (también conocida como la bacteria de la nieve). Este organismo es autóctono de la Antártida, posee propiedades antioxidantes y se adapta a la piel con facilidad.
Esta noticia en sí constituye un enorme descubrimiento, aunque aún no sabes lo mejor. El equipo de NAOS ha conseguido extraer las propiedades de estas bacterias y crear una patente que proteja la estructura de las proteínas, disminuyendo las posibilidades de oxidación del proteoma.
Esta especie de elixir, está recogido en forma de sérum en un recipiente de 30ml. Age Proteom de Institut Estherdem ya está disponible en farmacias (95 euros) y se presenta como el primer sérum de longevidad celular que protege y refuerza el proteoma de la piel.
Además, dice reducir los 5 signos del envejecimiento (arrugas, luminosidad, densidad, textura irregular y firmeza).