Todos soñamos con una piel limpia, suave y sin imperfecciones, pero los poros dilatados de la cara a menudo nos impiden conseguir ese aspecto impecable. Admitámoslo, la piel perfecta no existe (al menos no sin filtros y retoques), pero con los cuidados adecuados es perfectamente posible cerrar los poros dilatados, y obtener un mejor aspecto.
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"Los poros son pequeñas aperturas en la piel que permiten la transpiración y la secreción de sebo, un aceite natural que mantiene el cutis hidratado y protegido", aclaran los expertos de Nezeni Cosmetics. Numerosos factores externos pueden hacer que los poros se vean más grandes y prominentes tal como la genética, agresiones externas, el maquillaje y la acumulación de grasa y suciedad.
A través de los poros se producen intercambios entre el interior y el exterior: los poros dejan pasar la transpiración y el sebo, y también permiten que penetre el oxígeno, así como cantidades muy pequeñas de agua y sustancias de uso cosmético. Aunque tenemos poros en todo el cuerpo, a menudo están dilatados. Están visibles en la cara, sobre todo en las zonas más grasas, como la frente, la nariz y la barbilla, la llamada "zona T".
Los expertos nos dan las claves para "mantener la piel bonita y saludable". El primer paso al que no podrás escapar es una limpieza en profundidad. "Debemos elegir un buen limpiador para nuestro tipo de piel, con ácido salicílico o peróxido de benzoilo si es muy grasa o tiene acné, o sin fragancia ni alcoholes irritantes si es sensible", aconseja Esperanza Sáenz, responsable de imagen de Nezeni Cosmetics.
Para hacer una limpieza eficaz, recomienda utilizar herramientas de limpieza como cepillos faciales, esponjas de konjac o tónicos, que ayudarán a minimizar la apariencia de los poros.
La exfoliación es primordial para reducir el tamaño de los poros y eliminar las células muertas. "Lo mejor es usar exfoliantes químicos que utilizan ácidos como los alfahidroxiácidos o betahidroxiácidos para disolver las células muertas. Son ideales para pieles sensibles o con tendencia al acné. Además de los ácidos glicólico y láctico, recomiendo los exfoliantes físicos, ya que contienen microgránulos muy efectivos, en este caso mejor en pieles más resistentes", explica Esperanza Sáenz.
El siguiente paso tras limpiarse y exfoliarse, es hidratar. La hidratación es fundamental para nuestra piel, ya sea del cuerpo o de la cara. Una piel bien hidratada y saludable tiene una textura suave y lisa, y permite hacer una barrera cutánea que proteja la piel. La hidratación en profundidad permite así minimizar la producción excesiva de sebo que contribuye a la obstrucción de los poros.
Sin embargo, no hay hidratación correcta sin protección solar. "La exposición prolongada al sol puede dañar la piel y degradar el colágeno y la elastina, esenciales para una piel firme y poros más pequeños. Ese daño solar también hace que la capa externa, la epidermis, se engrose, y los poros se vean más grandes", afirma la responsable de imagen de Nezeni Cosmetics.
Los expertos recomiendan el uso de mascarillas que ayudan a limpiar, exfoliar y nutrir la tez, para así cerrar los poros. Según Sáenz, que sea mascarillas compradas o caseras, tendrán un efecto positivo: "La arcilla ayuda a absorber el exceso de grasa y a eliminar impurezas, el carbón activado extrae toxinas y suciedad, y el ácido cítrico, actúa como un exfoliante natural. La mascarilla de yogur y miel se aconseja porque tiene ácido láctico que ayuda con la exfoliación, y la miel por sus propiedades humectantes y antibacterianas".
Por último, para algunos, los tratamientos profesionales serán beneficiosos. Por ejemplo, un peeling químico, un tratamiento con láser o una microdermoabrasión, que consiste en exfoliar la piel para eliminar la epidermis, la capa superior de la piel, y estimular el crecimiento de piel nueva. En suma, para 'cerrar' los poros, es necesario mantener una buena higiene y una rutina de belleza de calidad.