Los problemas relacionados con la piel no son aislados. Se estima que "aproximadamente la mitad de la población padece algún tipo de desorden pigmentario, según los estudios epidemiológicos, siendo el léntigo solar el más abundante, ya que afecta nada menos que al 27% de la misma", recuerdan los expertos de La Roche Posay.

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No es el único problema recurrente: "También se encuentran en esta lista la hiperpigmentación postinflamatoria que afecta al 15% y el melasma al 11%, siendo una de las más preocupantes, tanto por su peligrosidad (es el cáncer cutáneo de más mortalidad) como por haber aumentado su incidencia", añaden.

¿Pero a qué se debe su aparición? ¿Cómo prevenirla y combatir sus efectos? Lo repasamos con expertos.

Tipos de manchas

Los melanocitos de la piel son las fábricas de melaninas, los pigmentos que dan color a la piel. Las melaninas dependen de muchas cosas, entre ellas la genética, las hormonas y las características ambientales, siendo la principal causa de la aparición de las manchas la radiación ultravioleta. Se distinguen diferentes tipos.

Melasma

"Son hiperpigmentaciones que aparecen en el rostro de color amarronado. Es muy común que aparezcan durante el embarazo o por cuestiones hormonales. Por ello, se le conoce como manchas hormonales", aclaran los expertos de Mi Rebotica.

"Suele provocar la aparición de manchas oscuras en la frente y las mejillas y la luz juega un papel clave en su desarrollo, haciendo que pueda empeorar después de la exposición al sol. Por ello,

Léntigos

Desde Rebotica, destacan: "Son manchas relacionadas por una excesiva exposición a los rayos solares. Se las caracteriza por formas ovaladas y por el color pardo-negruzco. Este tipo de manchas se encuentran en cualquier parte del cuerpo y tienden a aparecer en personas de mediana edad".

"Si bien es cierto que pueden ser efectos secundarios o consecuencias de otras patologías, lo más normal es que se produzcan por factores ambientales y de comportamiento, sobre todo causados por la exposición solar, especialmente en países como España donde hay una mayor exposición solar así como una población de fototipo bajo, es decir, personas de piel clara", añade Deborah García Bello, una de las voces expertas de La Roche Posay.

Hiperpigmentaciones postinflamatorias

"Son las manchas que aparecen tras el acné, por lo tanto, pueden presentarse tanto en la cara como en el cuerpo. Tienen distintas tonalidades, dependiendo de la lesión cutánea que ha provocado el acné en la dermis. También aparecen tras la depilación por la irritación que se produce en la piel", añaden desde Mi Rebotica.

Los expertos de L'Oréal explican: "Las afecciones inflamatorias pueden sobreestimular la producción de melanina y provocar manchas oscuras persistentes como las marcas post-acné". 

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El tratamiento

En el caso de los melasmas, "las personas que lo padecen deben usar protector solar con un alto SPF todos los días, especialmente durante el verano, y prestar especial atención a la hora de depilarse el vello facial, que puede provocar una irritación en la piel", aclaran los expertos de Cigna Healthcare.

Una afirmación corroborada por Cayetano Gutiérrez, director y formulista de SkinClinic, firma líder en dermocosmética, para prevenir la aparición de hiperpigmentaciones "resulta esencial aplicar cremas de protección solar muy alta todos los días en aquellas partes del cuerpo más expuesta al sol y, por tanto, más proclives a la aparición de manchas, como son el rostro, el escote y las manos. Lo más adecuado es aplicarla por las mañanas e ir renovándola cada dos horas".

Es fundamental limitar el tiempo que pasamos expuestos al sol. Istock

Asimismo, el experto explica que es fundamental limitar el tiempo que pasamos expuestos al sol, así como evitar las horas de mayor exposición, y recomienda utilizar complementos como sombreros, que nos permitan resguardar nuestra piel del sol.

En el caso de los léntigos, "lo que mejor funciona para tratar este problema de pigmentación es seguir un protocolo estricto formado por un conjunto de activos. Porque no hay ningún producto ni activo ‘mágico’ que funcione por sí mismo”, aclara Ana Santamarina, experta en dermocosmética y formulación.

Entre ellos la experta incluye "la vitamina C pura, que impide la síntesis de melanina; el ácido tranexámico, que actúa por vías diferentes: por un lado, disminuye la actividad de la enzima tirosinasa (responsable de la formación de la melanina) y, por otro, reduce la inflamación y el daño vascular y la azelogllicina, que además de mejorar el aspecto de las manchas, es también un gran hidratante".

"Y, por supuesto, siempre aconsejo complementar el SPF con un fotoprotector oral con pycnogenol. Este activo natural inhibe la acción de la melanogénesis disminuyendo así la pigmentación. Además, combate los signos de envejecimiento producidos por la radiación, protege frente a la radiación solar y favorece la hidratación de la piel", concluye.

La influencia del ciclo menstrual

El ciclo menstrual, un proceso natural que regula la fertilidad femenina, implica fluctuaciones hormonales que pueden afectar diferentes funciones corporales, incluida la salud de la piel. Las hormonas femeninas, fundamentalmente los estrógenos y la progesterona, tienen acciones en la piel que condicionan su textura, hidratación y pigmentación.

"Durante nuestra etapa fértil, es decir, mientras tenemos ciclos menstruales, las hormonas sufren fluctuaciones normales durante los 28 días de media que dura. Es destacable un aumento de los niveles de estrógenos, hormonas que, además de proporcionar hidratación en la piel, son capaces de estimular unas proteínas (enzimas) responsables de la producción de melanina, potenciando la aparición de manchas", explica la Dra. Isabel Castaño, ginecóloga y experta en salud hormonal.

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Los estudios muestran que muchas mujeres experimentaban cambios notables en su piel, particularmente en forma de manchas y variaciones en la pigmentación. Estos cambios fueron más evidentes durante la fase lútea del ciclo, cuando los niveles séricos de hormonas sexuales están en su punto máximo.

Los expertos recomiendan a las mujeres ser conscientes de estos cambios y ajustar sus rutinas de cuidado de la piel en consecuencia. "Siempre hay que usar protección solar, pero antes de la ovulación y alrededor del día 20-22 del ciclo menstrual es cuando más tiende la piel al melasma y la fotoprotección es absolutamente imprescindible para evitar la pigmentación", concluye la Dra. Castaño.