Brochas de maquillaje.

Brochas de maquillaje. Istock.

Belleza

Cómo limpiar las brochas de maquillaje: la manera más fácil y efectiva según los expertos que arrasa en España

Un maquillaje perfecto, sin un material adecuado, libre de restos de productos y bacterias, debes tener muy en cuenta su mantenimiento y eficacia. 

6 septiembre, 2024 12:48

El maquillaje es un arte que cautiva a millones de personas en todo el mundo. Desde sus técnicas, sus productos y, por supuesto, las infinitas tendencias que nos ofrece para vernos increíbles. Pero como para cualquier artista, las herramientas son clave para que la obra final sea impecable

Del mismo modo suceden con las brochas, pinceles y esponjas de maquillaje: para mantener su eficacia y prolongar su vida útil, es crucial limpiarlas regularmente. No solo pueden afectar el acabado de tu maquillaje, sino que también pueden ser un caldo de cultivo para bacterias que pueden causar irritaciones o infecciones en la piel.

Limpiar tu material de maquillaje garantiza una mejor aplicación del mismo, además de abogar por una piel más saludable. Para ello tan solo necesitas jabón y, preferiblemente, un guante exfoliante o una tabla dentada de silicona para frotar los materiales y eliminar toda la suciedad acumulada de los restos de maquillaje y las partículas de polvo. 

Haciendo este proceso periódicamente, notarás un cambio fantástico en tus maquillajes. Te parecerá mentira como un mismo producto cambia tanto en la piel dependiendo del tipo de herramienta que utilices y el mantenimiento que les des a ellas. 

Se trata de un hábito sencillo, pero esencial para todos aquellos que se maquillan, independientemente de la frecuencia con la que lo hagan o los looks que lleven. No solo prolongarás la vida útil de tus herramientas, sino que también garantizarás una aplicación más profesional y una piel más saludable. 

Cómo limpiar las brochas de maquillaje

Aunque hay quiénes adquieres productos específicos para limpiar sus brochas y pinceles de maquillaje, el método más sencillo, efectivo y económico es hacerlo con jabón o, si lo prefieres, con champú. 

  1. Coloca un poco de jabón (o champú) en la palma del guante exfoliante y añade un chorrito de agua para hacer espuma.

  2. Coge cada brocha y frótala suavemente sobre la palma del guante con movimientos circulares, ayudándote de la otra mano. Verás cómo el maquillaje se va desprendiendo fácilmente de las cerdas de tus herramientas de cosmética.

  3. A continuación, enjuaga muy bien las brochas y pinceles, con agua tibia hasta que el agua salga completamente limpia. Este paso es muy importante para eliminar cualquier residuo de jabón que pueda quedar entre las cerdas de las brochas o pinceles. 

  4. Por último, coloca tus utensilios sobre una toalla limpia o un papel absorbente y déjalas secar al aire libre

En el caso de que lo que necesites limpiar sea tu beauty blenders, puedes seguir los mismos pasos mencionados. Vierte unas gotitas de jabón o champú en la esponjita hasta que haga espuma y veas cómo los restos de maquillaje van cayendo. Por último, enjuágala bien con agua hasta que no queden restos de jabón.

Otros 'tips' a tener en cuenta

Por higiene, salud y cuidado de la piel, lo más recomendable es que limpies tus brochas, esponjas y pinceles cada vez que las des uso. Si te maquillas a diario, pues a diario. Sin embargo, con hacerlo una vez por semana conseguirás grandes resultados y, lo más importante, estarás protegiendo zonas tan delicadas de la cara como la boca y los ojos.

En cuanto al secado, es aconsejable que evites secarlas en posición vertical, ya que el agua puede acumularse en la base y deteriorar las cerdas. Mejor ponerlas en horizontal sobre algún tejido absorbente, dejándolas secar por complejo al aire libre, jamás aplicando aire caliente, ya que el secador puede estropear las fibras de la brocha o pincel. 

Limpiar brochas y pinceles de maquillaje.

Para guardar tus brochas y pinceles, lo mejor es que te hagas con un estuche específico para que no pierdan su forma y se mantengan en el mejor estado posible. Además de ello, intenta guardarlas en un lugar seco y lo más aireado posible para favorecer su conservación.