Las manicuras y los tratamientos de uñas de gel son uno de esos grandes favoritos por la gran mayoría de mujeres en casi todos los salones de belleza en España, no solo harán que estés a la última con los colores y diseños de uñas de la temporada, sino que también podrán permanecer intactas hagas el trabajo que hagas en tu día a día e incluso pueden llegar a durar más de un mes.

Una alternativa perfecta si lo que quieres es lucir un largo de uñas con apariencia natural o simplemente no tienes tiempo para arreglarlas todas las semanas. Sin embargo, cuando llega el momento de retirar las uñas de gel después de varias semanas y quitarlas o cambiarlas por otro diseño y volver al salón de belleza, la pereza puede hacer acto de presencia.

Así que si esta se apodera de ti o simplemente quieres ahorrarte el tiempo y dinero de desplazarte hasta tu centro de manicura más cercano, esta vez queremos darte todas las claves para que puedas quitar las uñas de gel en casa de forma fácil, rápida y sin dañar tus propias uñas naturales

¿Por qué cuesta tanto quitar las uñas de gel?

Las uñas de gel, son un tipo de manicura que va unida a nuestras uñas naturales a través de un pegamento especial bastante resistente. Es precisamente por este motivo, por el que cuando procedemos a retirarlas, no basta con aplicar acetona y frotar como con cualquier esmalte normal, pero tampoco podrás despegarlas de forma sencilla. Aún así, sí que es posible retirarlas de forma correcta en casa y sin perjudicar o dañar tus uñas naturales.

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Si no sabes por dónde empezar, te aconsejamos que te hagas con los elementos imprescindibles que vamos a indicarte a continuación y sigas uno por uno los siguientes pasos para retirar tus uñas de gel en casa y aún así, seguir luciendo unas uñas naturales sanas y fortalecidas.

¿Qué diferencia las uñas de gel de las uñas acrílicas?

Aunque tanto las uñas de gel como las uñas acrílicas no dejan de ser extensiones que se ponen sobre las uñas naturales, ambas cuentan con sus propias diferencias sobre todo relacionadas con su aplicación, duración, resultado y materiales.

  • Tiempo: Las uñas de gel pueden durar hasta tres meses, rellenándolas en determinados períodos, por otra parte, las acrílicas llegan incluso hasta los seis meses, siempre que se les asegure un mantenimiento al menos cada dos semanas.
  • Extensión: La longitud de las uñas acrílicas puede llegar a ser muy larga, mientras que las de gel con más similares a las uñas normales.
  • Resistencia: Las uñas de gel son más flexibles y menos propensas a romperse, por lo que son ideales para personas con uñas naturales débiles. Por otro lado, las uñas acrílicas son más fuertes y duraderas que las de gel, pero también pueden ser más rígidas.
  • Material: Mientras que las uñas de gel utilizan un gel acrílico específico aplicado sobre las capas de uña natural, las uñas acrílicas se crean mezclando polvo acrílico con un líquido monómero para formar una pasta aplicada en la uña y que se moldea con la forma deseada.

Cómo quitar las uñas de gel en casa si estropear las tuyas

Para conseguir retirar cualquier resto de gel de tus uñas, simplemente necesitarás estos siete elementos: un bol, algodones, acetona, papel de aluminio, una lima, palito de naranjo o empujador de cutículas y agua caliente. Estos son los pasos que tendrás que seguir para ello:

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  1. Lima las uñas: Lo primero que tendrás que hacer es limar las uñas ligeramente para conseguir una superficie porosa y así facilitar que la acetona pueda penetrar correctamente. La idea de este paso, es también quitar el brillo y la suavidad que aporta el esmalte.
  2. Aplica la acetona: Una vez hayas finalizado el proceso de limado y de obtener unas uñas ásperas, opacas y rayadas, será el momento de retirar el color del esmalte con acetona. Para ello, tendrás que cubrir tus uñas con algodones empapados en acetona y recortar unos diez trozos pequeños de papel de aluminio para envolver con ellos cada dedo.
  3. Retira el aluminio y los algodones: Una vez hayas retirado todos los algodones podrás ver como el esmalte estará aún presente pero más blando. En este paso no deberás frotar nunca con el algodón, sino que tendrás que ayudarte con el empujador de cutículas o el palito de naranjo para remover los restos que puedan quedar. Un proceso que tendrás que hacer con mucho cuidado, ya que las uñas quedarán mucho más sensibles y finas.
  4. Recupera tus uñas: Una vez hayas terminado este paso y hayas conseguido retirar todos los restos del esmalte, será el momento de lavar tus manos con agua y jabón, cortar las uñas, limarlas e hidratarlas, bien con un aceite específico o con crema hidratante de manos y uñas.