El rostro de las mujeres españolas es la carta de presentación al mundo. El peinado que escogemos, la forma de maquillarnos o nuestro look, es capaz de decir muchas cosas sobre nosotras. Sin duda, cada pequeño detalle cuenta y todo es determinante. La forma en la que nos mostramos es nuestra manera de decir quién somos y cómo nos sentimos. 

Y a pesar de que buscamos constantemente proyectar lo mejor de nosotras mismas y nuestra mejor foto, hay veces que ciertos aspectos parece que se nos escapan de las manos y no sabemos remediarlos. Ya sea un pequeño granito en el rostro, un pelo rebelde o una simple mancha en la piel.

Pero entre todas estos detalles que a veces creemos imposibles de solucionar, hay uno que nos preocupa a todas por encima del resto. Las ojeras y las bolsas debajo de los ojos son aquel problema que, por mucho que pongamos empeño en eliminarlo, salen una y otra vez sin cesar, afectando tanto a nuestra apariencia de rostro cansado como a cómo nos sentimos.

Qué es el face-icing: el truco para eliminar las ojeras

Las ojeras y las bolsas debajo de los ojos son, para nuestra desgracia, un problema muy común para muchas personas. No importa la edad ni el género, pocos son los que consiguen librarse por completo de experimentarlo en alguna ocasión. 

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Son muchos los factores que pueden intervenir en este proceso de aparición, desde la falta de sueño hasta cuestiones genéticas, el estrés, la retención de líquidos o incluso, las alergias. Y aunque existen cremas y otros remedios para tratar de deshacernos de las ojeras y las bolsas de los ojos, hay un método que destaca por su efectividad. 

Hablamos del face-icing la práctica viral de modelos e influencers para mantener una piel tersa y sin aspecto casado. Celebridades como Irina Shayk, Kate Moss, Cindy Crawford o la actriz Sydney Sweeney (protagonista de la recién estrenada comedia romántica 'Cualquiera menos tú'), son solo algunas de las muchas que han compartido su amor por este tratamiento. 

Pero ¿qué hace que el face-icing sea tan efectivo? El secreto está en el poder del frío para reducir la hinchazón y estimular la circulación. El secreto está en el hielo. Y es que, gracias a su temperatura tiene propiedades antiinflamatorias que ayudan a contraer los vasos debajo de la piel, lo que disminuye la apariencia de las ojeras y las bolsas. 

Pero no solo eso, el hielo tiene otros muchos beneficios que puede ayudarte a tener una piel perfecta. El frío también ayuda a tonificar la piel, consiguiendo un rostro más firme y con aspecto despierto. 

Cómo realizar el face-icing

Se trata de una práctica mucho más sencilla de lo que muchos podrían imaginar. Tan solo necesitarás unos cubitos de hielo, una tela fina y tu crema hidratante favorita. Primero extrae el cubito de hielo del congelador y envuélvelo en la tela. Luego pasa suavemente y con movimientos circulares el cubito envuelto sobre tus ojeras durante unos minutos. 

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Pero recuerda que el hielo, a pesar de su temperatura, también tiene la posibilidad de quemar si está demasiado tiempo en contacto con la piel. Para evitar dañar tu rostro, no dejes el hielo en un mismo sitio todo el rato y ve moviéndolo. 

Una vez hayas terminado, aplica tu crema hidratante habitual, prestando especial atención al contorno de ojos para evitar que la piel se reseque. 

Otras formas de seguir la técnica del face-icing para las ojeras

Pero el face-icing no se limita solo al uso de cubitos de hielo. También puedes optar por rodillos o bolas de hielo diseñados específicamente para este propósito. De esta forma, no solo conseguirás los beneficios del frío, sino que también podrás darte un placentero masaje para relajar los músculos y mejorar la circulación. 

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Una alternativa diferente, aunque igual de efectiva, es utilizar un antifaz de gel. Enfríalo en el congelador antes de usarlo y será tu mejor aliado para combatir bolsas y ojeras.

Y si no quieres gastarte más dinero, una cuchara enfriada previamente, también te podrá ayudar a conseguir el mismo efecto en tu piel.